domingo, 6 de enero de 2008

La vagancia y la novedad

Me siento tenso, con ganas de actividad pero sin hacerla, sin saber qué hacer. Tengo ideas pero no cojo ninguna con fuerzas suficientes como para rendirme a ella y hacerla y disfrutarla plenamente.

Creo que si no tuviera que defender ningún estatus, es decir que estuviera limpio de pasado, me lanzaría a esas cosas nuevas, ya que nada me ataría a defender una manera de ser especial, o unas expectativas, propias y ajenas. Es lo que me pasó en Nottingham, de hecho. Reacciono mejor ante situaciones nuevas que ante situaciones conocidas, ya que éstas al ya ser conocidas, no me aportan mucho. Las nuevas en cambio me obligan a estar en el sitio.

Esto me recuerda a Vassily Ivanchuk, un jugador de ajedrez genial, que dice sentirse más creativo cuando juega posiciones en las que todavía no tiene ideas prefijadas, porque son nuevas para él y no vienen de análisis previos. En cambio, en aperturas o sistemas "trillados", no se siente tan libre, ya que tiene prejuicios (juicios previos) a la posición y entonces las ideas no fluyen con libertad.

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