miércoles, 23 de septiembre de 2009

Mejor

Me he pasado la tarde viendo capítulos de La Hora Chanante y Muchachada Nui, en especial sesión de Retrospecter.

Estoy más relajado, aunque siento la responsabilidad de no haber hecho nada en to la tarde, pero menos. Hacer nada es buenísimo, aunque bueno, no estoy eufórico ni nada de eso.

Aprender a querer aprender

La cosa que peor llevo, de las perdidas en el incendio, es el sentir haber perdido la curiosidad por experimentar, por crear, por aprender en definitiva.
Por saber lo que pasa, cómo son las cosas, cómo es el mundo. Y más que nada, pasión por crear nuevas cosas, ver qué se puede hacer.

Sin embargo, ahora no. No pienso en el acto creativo como un acto de alegría, más bien de responsabilidad, pesa más, y sabe mal. Se transmite a todo y es basura, es para mí como una vida descafeinada, pero sin embargo me duele soltarme y me da miedo volverme loco si ando por ese camino porque me siento débil y siento que ese camino requiere cierta fortaleza, cosas claras, para no acabar ahogado en las paranoias artísticas.

Bueno, y esta va de la mano del sentido del humor. Aunque mantengo, no me produce el placer que me ofrecía antes. Recuerdo perfectamente que antes de la relación previa al incendio sí tenía esa ilusión por el humor. La Hora Chanante, Muchachada Nui, me hacía partirme el ojete, era medicina - ahora no. He visto unos capítulos hoy ya que estoy enfermo en cama, y bueno, bien pero sin más.

Nunca había visto el abismo de tan cerca, y desde entonces todo gira alrededor, y es una mierda, hombre. Que no quiero tomármelo en serio. Que se vaya ya.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Jodido

Estoy jodido.

El taller de este fin de semana me ha dejado hecho una mierda, además de algunas otras cosas.
Estoy liado con cosas de un piso. Hacía tiempo que no me sentía tan bajo, y además tengo una fiebre que empezó ayer atacando a la garganta. Tenía una cita con un director de banco y no he ido, me he quedado en casa. Viendo la tele para más inri.

No tengo mucha fiebre, sólo décimas - pero lo que me preocupa es qué coño pasa. Por qué me siento así. El terapueta dijo en el taller, contra mi frase de "no sé" que en realidad sí que sé pero no me quiero hacer cargo, no me quiero responsabilizar. Que en el fondo sí que lo sé.

Y yo estoy liadísimo, porque varias cosas me parecen verdad y a la vez mentira.

Estoy viviendo estas vacaciones, que hay que joderse qué vacaciones, en casa de mis padres - donde pasé mi mala temporada en el pozo. No sé si el escenario tendrá algo que ver. Sin embargo la semana pasada yo me sentía bien, sabiendo lo que quería.

Aunque ya le dije a mi ¿ex? que se acababa la cosa, ella sigue empeñada en que no. Me prepara cosas muy chulas, de esas cosas románticas que a mí me ablandan. Celebramos el sábado que hace un año que nos conocemos, y para eso ella me había ido dando pistas durante este mes. Al final la sorpresa incluyó pasar la noche con ella en un hotel, casi como una encerrona, a la que me rendí una vez allí. Me dije, carajo, vamos a disfrutar de esto porque es cierto, ella es una persona muy especial en mi vida en el último año (desde que la conozco) y para lo bueno y lo malo, es algo que celebrar. Pero, aunque lo pasé bien, creo que no me respeté lo suficiente. No tuve valor de dejarla ahí con todo lo que había montado - sí, lo veo un poco como un chantaje, un dulce chantaje, pero chantaje.

El día anterior ya me había dicho de quedar, le dije que no, que me iba a retrasar, y noté en su mensaje que se había molestado - pero no le respondí. Usaba ese lenguaje eminentemente femenino de "quería quedar contigo porque bueno da igual". Como no quedamos, ella se comió lo que había guardado para mí. Me lo contó sin rabia ni nada, eso sí.

Hoy me llama a la hora de comer. Claro, qué tipo de distancia es esta? ¿En qué nos diferenciamos de una pareja? Ella va a lo suyo claro, "lucha por lo que quiere" según ella. Sin embargo, yo lo que quiero es estar solo, sin ella durante un tiempo, porque me agobio, porque no veo si está tan cerca, y no puedo verla sino tener deseos de quitármela de encima. Yo soy fácil de agobiar, de acuerdo. Por eso me siento culpable también. Pero cojones, es lo que hay.

El taller estuvo bien. Se tocaron temas de grupos, teoría de grupos y su evolución que espero comentar con más tiempo otro día.

En el taller, interpreté dos personajes en dos psicodramas. Por alguna razón me eligieron como padre dos de tres veces. Pensé "como me elija de padre en el tercero, creo que me caigo al suelo", en serio, estaba muy agobiado. Hasta salí al baño simplemente a mojarme la nuca y la cara... además estaba paralizado, porque todo me molestaba pero era incapaz de decirlo o tomar acción aparte de eso.

Quería decirle al terapeuta que su voz me molestaba. Tenía rabia dentro, podía sentirla... y como no decía nada, me dedicaba a pensar por qué me molestaba, qué tenía de malo su voz. Era hipnótica y adormecedora, pero además me parecía falsa ese rato, me parecía manipuladora desde la suavidad. Esa voz tan delicada que si permea, genera o bien entrega a esa dulzura, o bien rabia(como a mí) porque intenta tomar el control anegando el ambiente. El papel de estar de vuelta de todo, paternalista.

Sentí en un momento, a partir del cual me rayé, que no se me entendió. El terapeuta hablaba como si yo fuera el personaje, como si lo que yo dijera lo pensara. ¡Cojones, no! Ya me costaba bastante ponerme en ese personaje, que intenté construir según como yo me imaginaba que era ese personaje, y según un par de directrices dadas. Algo de mí habrá - pues supongo, pero ni yo soy así, ni pienso eso (de hecho mi pensamiento está en las antípodas de aquello que dije - pero era el personaje el que hablaba, si no, qué coherencia es esta). Yo sin embargo, al estar bajo de energía y contagiarme de esa quietud paralizante, no dije nada y me quedé pensando. Lo que yo quería decir se me cortó, no se me entendió, estaba confundido y así me quedé, y arrastré ese estar jodido toda la tarde. Con el trancazo que tengo, no me extraña: lo estaba incubando, ahora lo veo.
Aun con todo, tengo la impresión que de haber sido de otra manera el taller, y no haber quedado con mi ¿ex? después, no estaría enfermo. Me cuesta descansar, porque mi cabeza se raya. Y se raya en un momento crucial. Y me siento solo, y no me sale dejarme acompañar. Y me pongo a ver la tele todo el día, sin mucha cosa que ver, además. Lo de siempre, vamos.

Y ahora que los chicos del basket ya no están para tener algo con lo que sentirme identificado, ¿qué se puede ver en la tele más que mierda? Me pasa en todos los torneos internacionales que juega la selección de basket: siempre los sigo como si fueran mis hermanos porque me encanta ese equipo. E€sta vez estoy de acuerdo con Zapatero: enseñan a vivir.

Conté mis temas a mis compañeros, respecto de mi ¿ex? y me sentí juzgado, y puesto en tela de juicio. Sí: la mayor parte de personas a quien se lo conté eran mujeres. De quien recibí consejos de "lo que tienes que hacer" fueron sólo ellas. Ellos escucharon. Me pareció que cada cual personificaba en su caso, en lo que cada cual quiere en su vida real, como si yo fuera su pareja, como si ellas fueran mi ¿ex?.
Puede que por eso se recomiende trabajar con terapeutas del mismo sexo.

Hoy mi ¿ex? me había dicho de quedar, le he dicho en un mensaje que estaba enfermo y quería estar solo. Inmediatamente después me llama, a ver qué tal estoy. Después de mandar el mensaje, ya pensaba yo, "seguro que llama". Y me entraban ganas de decirle "¿pero no te he dicho que quiero estar solo?". Sin embargo entiendo que ella esté preocupada y le he dicho eso, que estoy rabioso, que quiero estar solo, que no se preocupe. Y tampoco le he dicho que quiero poner distancia de verdad, de no hablarnos en dos meses o así... de tener distancia real, porque veo que la necesito. Veo que no la veo. Y veo que mentalmente me lanzo en brazos de otras, quizá por despecho, no sé. Ya tengo una pléyade de candidatas en mi cabeza, y eso no me gusta nada: parece ser volver a lo mismo de siempre, coño.

Me decían los compañeros que estaba resplandeciente (ver Mallrats de Kevin Smith) el domingo, y bueno, estaba de humor, pero había detrás todo esto. Nadie conoce a nadie, desde luego.

Entra mi hermano por la puerta, esto se cierra, hamijos.

Bueno, no. Vuelvo aquí a terminar.
Pues lo dicho. El taller me ha parecido espeso, aunque es verdad que me han gustado mucho las herramientas que nos han enseñado. Ha sido un taller a cuatro manos, y en momentos me ha parecido que el uno por el otro, la casa sin barrer. Eran poco intervencionistas y yo hubiera pasado a la acción en varias ocasiones en lugar de dejar a la gente discutir desde la cabeza durante diez minutos... de hecho, también me culpo por no hacerlo, por no ser espontáneo y saltarme las reglas, y hacer yo de terapeuta si yo creía que la situación requería esto. Nunca me atrevo, y creo que ya va siendo hora.

Por otro lado. Reencontrarme con la gente de mi ciudad de nuevo, me causó bienestar y agrado al principio. Sin embargo hoy estoy algo hasta los cojones de todo, llegando a pensar si era una buena idea comprarme piso aquí sin estar aquí, etc. Donde vivo, es cierto, no me siento como en casa. Pero aquí me siento exigido.
Por un lado quiero afrontar esta exigencia y saber luchar contra ella, y arreglar esto porque si no estará ahí enquistado siempre. Por otro lado, me da mucha pereza, aunque me parece cobarde. Es raro.

Ahora oigo entrar a mis padres y se me encoge un poco la tripa y quiero esconderme.
Espero que tarden en entrar. Oigo a los de basket celebrar su triunfo desde la tele del vecino. Esto se cierra por hoy.

martes, 15 de septiembre de 2009

La procesión va por dentro

Me fuerzo de nuevo a escribir.
Y tengo el corazón partío. En tiempo de soledad, autoimpuesta por ahora,

He vuelto a ver a mi ex, aunque "como amigos" - pero aunque el tono y las formas son diferentes, sigue estando ahí, haciendo acto de presencia en mi mente y por lo tanto esta distancia hace menos efecto. No me sale de decirle que lo que necesito es precisamente eso, espacio... no tardará el momento en el que lo diga, pero por unas razones que conozco perfectamente, "lo voy dejando".

Por otro lado sí me siento abierto para con todo lo demás, y me refiero a mujeres. Puede gustarme esta o aquella y no sentir ningún tipo de culpa, pero de vez en cuando sí aparece de nuevo mi ex, cuando estoy solo, por mi cabeza, y me vuelve el fantasma de "lo de ella es amor verdadero y de las demás no sabes", "ella nunca me dejará y me comprenderá y me querrá siempre, las demás no", etc. Como una madre, claro.

Pero el fantasma de dejarla y luego quedarme solo, y al tener cuarenta años y estar solo darme cuenta de lo mal que lo hice al no ver ese corazón tan grande, al no valorarla... es un fantasma que aparece de vez en cuando. Aunque yo lo mande al carajo al tiempo, sigue ahí.

Ayer me encontré casualmente con una amiga de hace mucho tiempo, que hace mucho tiempo que no veía. Siempre me gustó pero nunca intenté nada con ella. Además me gustaba de una forma más mejor de lo normal - creo que miramos los dos más en el mismo sentido. Y tiene un mirar que me hipnotiza, y es buena gente y de todo. Y pienso, ¡coño! con esta sí, por fin todo encajaría. (Me resulta curioso que hace una semana pensaba lo mismo de una compañera de trabajo - y me inquieta, en tanto que efímero e ilusorio).

Hoy la he llamado para ver si quería tomar algo, estaba liada, a ver cómo sigue la cosa. Espero no enterarme también de que tiene novio - pero mira, por ella no me importaría la distancia, no me importaría esperar... y eso me hace ver que con mi ex no siento eso (quizá con ella simplemente no me permito sentirlo, mi ego es demasiado grande y cabrón como para deshacerse de esta manera - y oye, mi ego es parte de mí también). El caso es que ando con más autoestima, espero, para dar más el coñazo e ir a por lo que de verdad me gusta. Siempre voy a tener un punto de autorrepresión y de no sentir = no conectar = no saber de verdad. Pero bueno, nadie es perfecto y menos el escritor de este tonto-blog.

Qué vacaciones más raras. Espero no rayarme, por ahora va bien pero no sé. Al menos no soy tan duro conmigo mismo.

Voy también tomando una decisión respecto a otros temas importantes de mi vida. Qué vértigo me da tomar decisiones de largo plazo. Dios!

PS. ¿Cuál ha sido el contrato vital en el matrimonio de mis padres? Todo matrimonio, todo proyecto de unión social conlleva tener que tragarte cosas, tener que aceptar cosas, tener que cambiar otras.

PPS. Me huelen las manos todavía a los maíces del bar. Hoy he ganado a los dardos la primera partida de paliza, luego he perdido de paliza la segunda. Me suele pasar.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Madalenas La Bella Easo

Esta semana me he sentido enamorar de nuevo. De una compañera de trabajo que conozco desde hace casi dos años. Estoy enamoradizo, y eso es bueno. En mi cabeza se han venido unas cuántas fantasías, e incluso un plan y un "esta vez vamos a por ello, en serio, confiando, y perseverando", "es lo que quiero y lo que me apetece: a por ella", "siempre ha estado ahí, siempre le he tenido una mezcla de respeto, miedo y atracción... pero hoy la he mirado mejor".

Hoy me he enterado marginalmente de que no venía a no-se-dónde porque tenía que recoger a su novio. Qué manera más puta de quitarle los sueños a uno, cojón.
Sin embargo, tampoco me lo he tomado tan mal como otras veces.
E igualmente, de un lado pienso: bueno, y qué? Ya veremos quién ríe el último. Pues sí. Ella es una persona muy interesante. Aunque siempre la había tachado mentalmente de loca, ahora me siento más abierto. Simplemente acepto que me gusta tal como es, sin pensar si está loca, si en el futuro va a darle algún tipo de movidas raras a la cabeza, o que qué tipo de madre es ésta para mis futuros hijos, no, no por Dios.
Exacto. NO POR DIOS. Cállate, hombre, y no me jodas.

En cualquier caso, puedo sentir más amor no sólo por ella sino también por más personas, sean hombres, mujeres o caballos.

Hoy me he ido a correr.
Me cuesta trabajo quererme tierno, en el día a día. Me he imaginado en un escenario cantando Porque te quiero de Serrat y llorando como una madalena.

Creo que unas películas que he visto hace poco me han abierto el corazón. No me gusta en el fondo, pero necesito de las películas para seguir creyendo en el ser humano, para aprehender, o re-sentir, esas sensaciones humanas que se me suelen olvidar. Esas calidades humanas, lo importante de la sinceridad, hacerse caso a sí mismo, mantenerse en uno, quererse al fin y al cabo. Cuidar ese amor propio como oro en paño, débil como lo es en mí y en muchos de nosotros los humanos. Sobre todo aquellos que nos decimos buenas personas, aunque en verdad no tenemos ni puta idea del bien y del mal y ni falta que hace. Me gusta el conocimiento, pero admito que es imposible.

Porque te quiero a ti,
porque te quiero,
dejé los montes y me vine al mar.

Ay, ay, ay que me da el tembleque. Y es que aquella historia no se volverá a repetir, ni por la grandeza y espectacularidad de la historia ni porque tengo putas ganas de, ay, ayayay, el tembleque. 3 años ya.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Momento memento

Es un momento raro.
Escuchando canciones de Tracy Chapman, me siento raro y con ganas de cagar.
Y sin ganas de escribir. Me obligo a escribir como ahora, porque me da pereza pero sé que luego me siento mejor. No quiere tocar hueso.

Me siento extrañamente en un sitio de nadie, salvo mío; en un no me importa pero sigo, tranquilo e intranquilo a la vez. Una calma chicha, antes de las vacaciones que me acabo de enganchar para desintoxicarme de la mierda.

Y encima, parece que vendo moral, en estos momentos complicados alrededor. A ver si puedo ir a dormir. Mi ¿ex? tiene una noticia que darme, pero "ya la llamaré mañana, hoy se me ha hecho tarde, esta forma tan cobarde, de no decirnos que no"(Sabina)

viernes, 4 de septiembre de 2009

Mucho cuidado

No creáis que llevo bien el no haber escrito durante unos días.

Especialmente porque hay mucho que contar.

Finde: más-que-charla dejando a mi novia, ella tomándoselo increíblemente bien(primero muchos lloros, pero luego extraña felicidad, y luego jugando, pasamos el mejor día que habíamos pasado juntos)... y yo no dejando de hablar con ella, incluso ayudándole y animándole para los exámenes.
Ayer: echaron a gente del trabajo, gente muy cercana. El novio de mi compi vino a casa y yo me sorprendí sintiendo celos como un niño, sin hablar con él más que un cordial saludo y encerrándome en mi cuarto.
Hoy: han echado a mucha más gente, y mañana son los exámenes de mi ¿ex? y estaba completamente negativa "no puedo, no, no, no puedo" y ha salido diciendo que va a darlo todo, vamos a ver mañana... nota para el ego: "si es que eres un gran terapeuta", me ha dicho. Toma, que ha costado una buena horeta conseguir ese estado.
Yo después, me acabo de ver un vídeo muy simpático de una japonesa muy educada haciendo una paja al aire, a ver si duermo más a gusto.
Y ahora, escuchando la canción ésta del Baute y la Marta Sánchez.
Vaya resumen.