lunes, 28 de diciembre de 2009

Compartir es vivir

He añadido la cacharra del addthis para que compartir los artículos sea más fácil. Compartir es vivir. Vivir sin beber. Podemos divertirnos sin drogas. Habla por ti.

PD. Se dice y se comenta que parezco un drogata violento(?). Cuidadito conmigo.

martes, 22 de diciembre de 2009

El cerebro femenino, el tao y la teoria de los dos cerebros y la caja de la nada

Se me ocurre una idea muy, muy, muy interesante a desarrollar.

Se trata de la relación entre las filosofías orientales de la Nada, el Vacío, por ejemplo el taoísmo, y la teoría de los dos cerebros que cómicamente expresa Mark Gungor (ver vídeo al final del post).

Y va por el lado de que estas corrientes espirituales fueron creadas por hombres, desde puntos de vista de la búsqueda de la felicidad masculinos.

Y mi hipótesis de trabajo para este desarrollo, es que probablemente las bases de la persecución de la Nada, simplemente atormenten más que ayuden a la forma femenina que no tiene las mismas necesidades que la masculina. De esta manera, no sólo puede que esta teoría taoísta puede funcionar mejor para hombres que para mujeres, sino que puede que sea un auténtico tormento para la mujer, tanto más cuanto más femenino es su cerebro*.

La filosofía ha sido negada a la mujer durante tantos siglos, que probablemente le venga mejor trabajar con nuevos modelos. Se me ocurre que los modelos que la ciencia va descubriendo son posiblemente los mejores como base, en tanto que son imparciales y se trabaja con ambos sexos por igual. No perder a éstos de vista, y trabajar desde la no-imposición de ninguna verdad - especialmente de lo proveniente de la visión masculina - en la búsqueda de la verdad femenina. Asimismo, desde la escucha atenta y amorosa de la filosofía clásica, que también sirve para mucho. Buscar, explorar en definitiva, los caminos que guíen a la adecuada praxis espiritual.

* Por si no está claro, al hablar de modelos masculino y femenino de cerebro, se infiere que estos modelos no se trasladan en la realidad directamente a hombres y mujeres, sino que bien puede un hombre tener un modelo femenino y viceversa.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Sopas, sopitas y soponcios

Pues qué cansado me ha dejado este fin de semana. Tenía cansancio acumulado de la semana anterior y no se ha disuelto durante el taller de fin de semana. Lo único, que he salido reconociendo la rabia y me he sentido bien con eso. Por el lado del aprendizaje, una fijación de los conceptos de transferencia y contratransferencia que me han venido bien para verlo más claro, y distinguir las diferencias entre el enfoque psicoanalítico y el gestaltico en este tema. Básicamente, que el psicoanálisis juega a recrear la situación original, cambiando al psicoanalista por la persona original que generó la transferencia, y desde ese punto avanzarla, atravesarla y trascenderla, y así disolver ese nudo. Esa neurosis se llama neurosis de transferencia ya que es una neurosis generada por la transferencia en sí.
La crítica de Perls era que ahí se negaba el presente, lo real, lo que hay. En la terapia Gestalt no se juega a eso, sino que se trabaja con lo que el terapeuta y el paciente sienten, sin que el terapeuta consienta/contribuya por lo común, a generar y provocar la neurosis de transferencia. CR LF

Ahora mismo me estoy recuperando. Se me quedaron los labios como cuando estoy incubando algún catarro o cosa mala, que estoy débil, etc. Y el estómago batiente. Pero hoy volver a trabajar, aunque esta mañana he estado sobre todo al llegar sin putas ganas de trabajar, a lo largo del día me he ido sintiendo mejor y entrando en la dinámica de hacer cosas, que está bien. Creo que va quedando bastante chulo lo que estoy haciendo. Lento eso sí, pero seguro. Bueno, enseguida llega navidad y me resisto a lanzar algo, porque si no, estaré mirando a ver qué acogida tiene, no lo podría evitar... por otro lado tengo curiosidad real de ver cómo funciona, así que eso me empuja a lanzarlo cuanto antes :)

Y me siento mejor ahora. Después de descansar aquí tirado cenando sopita de sobre y tomando uno de los relajantes que mejor me funcionan (hablar con mi compañera de piso - puedo notar cómo se me relajan los músculos de el cuello y la cara), creo que en vez de hacer algo medianamente productivo que tenía pensado, voy a ver una peli. Si no cambio de opinión, la ganadora será Pauline en la playa, una peli de Eric Rohmer que ya vi hace muchos años y me gustó mucho, y que me apetece volver a ver... hay una probabilidad del 53,7% de que me quede sopas, eso sí.

PD. antes de que se me olvide ponerlo, viendo este monólogo sobre la teoría de los dos cerebros(del hombre y de la mujer) de Mark Gungor, puedo explicar lo de el bienestar que me produce mi compi de piso:



¡Con ella, nunca he sentido peligrar mi caja de la Nada! En realidad, con ella me siento más cerca de mi caja de la nada, y eso me da bienestar. De hecho, al escucharla yo me acerco a mi nada. Qué curioso, ¿no? Y a la vez le presto atención y la escucho. No me suele pasar con muchas mujeres; ni a mi ni a la mayoría de hombres. Me hace sentir muy bien. No es sexo, para nada; esto en concreto es cercanía de espíritu.

En cualquier caso, se confirma: soy un hombre.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Camino de Santiago widget blogger

Hace poco publiqué la primera parte de mi andadura en el Camino, el Camino de Santiago de Roncesvalles a Burgos. Espero contar la segunda parte pronto... y hacer la tercera algún día, que la tengo pendiente.

Hace menos, creé una imagencita, y con ella un widget del Camino de Santiago con una frase que leí mientras hacía el Camino, que me gustó. Decía: "¿Vas hacia Santiago, o haces el Camino?". Tomando esa idea de "hacer el camino" en vez de simplemente ir a Santiago, dando esa idea de algo que permanece, que no se deja de hacer... y sobre todo, algo más relacionado con una experiencia espiritual o mejor, holística y completa, que simplemente física.



Si te gusta, puedes añadirla a tu blog pinchando en el siguiente botón:




Si tienes tu blog o página web fuera de blogger, puedes copiar y pegar este código y ponerlo en tu página web. ¡Así de fácil!

<div style="text-align:center;">
<a href="http://terapia-gestalt.blogspot.com/2009/11/camino-de-santiago-parte-uno.html"><img alt="Yo hago el Camino de Santiago" width="230" src="http://static.flickr.com/2572/4121276524_bb33b2eaf1.jpg"/></a>
<a href="http://terapia-gestalt.blogspot.com/2009/11/camino-de-santiago-widget-blogger.html">Camino de Santiago -<a/><a href="http://terapia-gestalt.blogspot.com/">Terapia Gestalt<a/>
</div>

¡Buen camino, peregrino!

martes, 15 de diciembre de 2009

5 signos para saber si estás casado con tus problemas - y cómo divorciarte de ellos

Acabo de encontrar un sitio muy interesante: Illuminated Mind. He leído tres artículos al azar. Vale, al azar no: llegué por un link acerca de Cómo reiniciar tu vida en Zen Habits.

El culto a la productividad, Cómo saber si te has casado con tus problemas (y como divorciarte), o incluso su libro gratuito La semana laboral de cero horas: que te paguen por ser tú mismo.

El tipo parece tener un carácter parecido al mío, por lo que diviso en sus artículos, lo cual me parece bien. Así lo entiendo y me sirve como un modelo más claro. Siempre es mejor leer los libros en el idioma de uno.

Respecto del "Cómo divorciarte de tus problemas", los puntos son:

1. Romper se ha convertido en una obsesión
2. Inventar es más fácil que romper
3. Mi relación me define
4. Perderé mi salvavidas

Y voy a traducir el punto cinco que es el que más me ha llegado:

5. No quiero estar solo.

El último signo de que te has casado con tus malos hábitos es que te sientes vacío sin ellos. He elegido este como el último punto porque va de la transición, del cambio entre lo viejo y lo nuevo. Mucha gente resiste el cambio porque sienten que si dejan ir lo anterior, se quedarán con un horrible vacío en su vida.

Es cierto en cierta medida, que el sentimiento de vacío es parte de la pérdida. Mucha gente no rompe lazos con sus viejas maneras de hacer las cosas porque prefieren malo conocido que bueno por conocer. Esto es, mejor vivir en el confort de unos hábitos malsanos que experimentar la pérdida.

Cuando nos divorciamos de nuestros malos hábitos, creamos nuevos y sanos hábitos en su lugar. No crear una vida que es simplemente un papel en blanco. El problema con esto es que mucha gente se ha habituado tanto a lo anteriur que no pueden ni imaginar cómo sería algo diferente. No creen que exista tal cosa para ellos, aparte de el abismo. Si has estado en una relación abusiva contigo mismo durante toda tu vida, sería muy difícil para ti imaginar cómo podría ser una relación amorosa, una relación sin que no parta del juicio.

Para crear hábitos nuevos y más sanos en lugar de aquellos que nos joden la existencia, necesitamos ser valientes. Necesitamos tener el coraje suficiente para explorar nuevas maneras de vivir. Tomará tiempo re-identificarte con tu nuevo estilo de vida (aunque debes darte tiempo para llorar la pérdida, y permitiéndote tu manera personal de decir adiós - es un proceso de saneamiento).

Creamos relaciones con nuestros hábitos igual que hacemos con nuestros padres, parejas y amigos. A veces es duro decir por qué no podemos decir adiós, cuando todo parece distanciarnos. Coño, cambié de residencia de Los Ángeles a Seattle y seguía volviendo a ver a mi ex. (Esto me recuerda a mí...)

No me di cuenta entonces, pero no podía dejar aquello porque me había apegado a ella. De la misma manera, intenté romper con mis malos hábitos pero seguían volviendo, arrastrándose hacia mí. Es como si mis hábitos fueran un gigantesco imán y cuanto más intentara separarme de él, más atraído acababa.

Lo que entendí entonces es que mi obsesión con el hábito, era el imán mismo.

Romper lazos con viejos hábitos no es fácil. Hay que tener cojones para dejar a tus problemas, cuando te has montado una relación tan cercana con ellos. Seguramente sientas angustia de separación.

Cuando esto pase, mirarás a los malos hábitos que solías tener con ternura. Incluso puede que te des cuenta de que estaban ahí para enseñarte algo. Te ayudaron a entender la vida que necesitabas llevar.

Incluso puede que te des cuenta de que tus problemas eran, en el fondo, oportunidades escondidas para crecer.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Iluminaciones de andar por casa

Me parece haber entendido algo. Que parte de mi crecimiento personal ha sido contraproducente porque vino desde mandatos internos, esos mandatos se impusieron a mi ritmo interno de avance. Intentando llegar a ese personaje que había creado, negando así mi parte triste, débil, miedosa... que no estaba a la altura.

Es decir, que la idea era buena, y empecé y lo llevé bastante bien, pero que al luchar con la tendencia, con el surco labrado durante mi infancia y adolescencia, ahí hubo un momento donde se paró todo, y se rompió la maquinaria.

Cuando empecé a cambiar, me refiero a mis días de estudiante de intercambio, fue un cambio consciente. Pensado, y deseado.

En general conseguí fluir en cuerpo y mente, y me sentí como mejor me he sentido en mi vida. Bendita nostalgia, sí, vale. Pero al tiempo, en parte fui funcionando en algunos temas importantes, a golpe de mandato interno para mantener el nivel.

"Tienes que follar bastante." Cuando yo me fui de Erasmus, era virgen. Ya ves. No es algo que suelo decir, porque uno parece un capullo, a veces. Siempre había tenido mucha calma con este tema, sin prisa. Había podido follar antes, pero yo o bien no había querido, o bien la cosa no salió como yo quería, o bien no me atreví. En fin - ese es otro tema. Pero recuerdo que era un tema que evidentemente, me preocupaba.

Lo solucioné al poco, al mes y medio o así. Si no recuerdo mal, en mi tercera intentona. Esto quiere decir que lo había intentado tres veces (de las que me acuerdo). Sin embargo, no era una meta tal cual: era un deseo. Un deseo intrínseco. Así fue que pude disfrutarlo y sentirme seguro de mí mismo. Recuerdo que precisamente el efecto fue el contrario: mi primer polvo duró más de dos horas. Y tras todo eso, no pude correrme: no tenía confianza con ella hasta ese punto (la había conocido esa noche, pero no fue una noche de juerga, fue una cita en toda regla). Luego que se enamoran. Claro, ¡no te jode! (Chiste patrocinado por la ONG Una, Glande y Libre).

Pues lo dicho, costó poco. Pero luego llegó una parte que yo desconocía: el noviazgo. La relación. Y concretamente, la relación con alguien de quien NO estaba enamorado. Lo jodido es que este patrón se ha venido repitiendo en mis posteriores relaciones, así que es algo que queda latente.

Por alguna razón, suelo dar bola a relaciones donde no estoy enamorado, pero donde la otra me atrae o bien por el simple hecho egoísta de mi calmar mi necesidad masculina, no solo de alivio(eso lo arregla otra ONG, Manos Unidas) sino en tanto que subidor de autoestima, supongo. Eso las hace que se alargue, se alargue, les cojo cariño... pero mientras cada cierto tiempo tengo crisis, pero al final siempre acaba saliendo esa parte de mí que las rechaza (sale por el estómago) y nos jode: a mi (porque ya en esas tesituras, yo querría quererlas y no me deja esa parte mía que la rechaza - claro, debo ser yo que rechazo esa parte mía, que no la cuido lo suficiente: en vez de cuidarla y decirme "a ver, si es que no, es que no" pues me digo "hombre, si es que me quiere mucho, y mira que ojitos tiene, y en realidad lo pasamos bien, es compasiva y me entiende, la vida en pareja podría estar bien, por qué no, además sólo que vas a hacer...) y a ella le hace mucho daño.

Sin embargo: nunca me ha funcionado con aquellas de quien me enamoro. ¡Coño! Pues sí. Nunca. Y claro - a veces pienso que puede haber mucho de idealización... pero no querría morirme sin probar a tener una relación donde el que quiere más soy yo. Igual es pa sufrir, pero sarna con gusto no pica.

Y no sé si sigo el hilo y si tiene que ver con algo, pero estoy bastante nervioso, me entran los calores, escribo a toda hostia, tengo ganas de terminar el post y ya vale.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Más se perdió en Cuba - Gestalt-paridas

Las cosas alrededor, y dentro de mí, no son como yo quiero. Eso me provoca enfado. El enfado lo genera el darse cuenta de que la realidad no es como yo quiero. No lo he leído en ningún sitio, pero me salió durante el puente y creo que es totalmente cierto.

Pero me mantengo consciente. Cada vez veo más como observador aquellas cosas externas e internas, me gusten o no. Eso me hace estar más tranquilo y me ayuda a ser más espontáneo, aunque también guardián de mis palabras.

Pintan bastos alrededor, pero últimamente veo más el lado bueno. Hay problemas, pero bueno. Más se perdió en Cuba. (Me gustaría ser ese tal Más que se perdió en Cuba. No sé si se referirán a Artur Mas).

Tengo sentimientos encontrados en muchos casos, en muchas cosas en mi vida. Quizás es tiempo de dar un puñetazo sobre la mesa.

martes, 1 de diciembre de 2009

A ver si la he cagao

¿Y qué es esto que se deja notar por mi barriga? Pues yo creo que es miedo, incluso miedo a algo de lo que todavía no soy consciente.

Sin embargo, no siempre tengo ganas de saberlo, de saber de qué tengo miedo.

Tengo miedo, desde pequeño, de llegar un día a viejo, mirar atrás y decirme: "a ver si la he cagao...".

Sin embargo, si uno quiere seguro que llega a viejo y puede pensar eso. No hay vida que uno pueda decir que es cojonuda, no hay vida que no tenga lado bueno. No me refiero a lo que ocurre, sino a lo que de uno de verdad depende, de lo que uno es en realidad responsable - es decir, no me refiero a si naciste con cuarto y mitad de pierna o si te tocó la lotería tres veces. Me refiero a aquello de lo que sí es uno responsable: ir a esta o aquella ciudad, seguir con esta pareja o cortar la relación, tener un hijo o no, etc. Depende en la mayor medida, de cuán duro es tu juez interior. Si quieres encontrar motivos para estar descontento, a lo largo de toda una vida los hay de sobras, ¡no te preocupes!

Fin de semana movido

He pasado un fin de semana que no sé cómo calificar, pero que me sorprende y me ha hecho sentir bien después de todo.

Ahora estoy escuchando a los Kings of Convenience. Ahora me siento bien, y me preparo para el finde que viene, unas quedadas con mis amigos, el taller último antes de fin de año, y las vacaciones de navidad.

Suceden cambios, otras cosas quedan como están, el tiempo pasa, las cosas se perpetúan, nada se define, y lo que es más preocupante: que no me preocupa demasiado. Aunque en el fondo algo sí. Pero todo va bien. Si me quejo, me quejaría de vicio.

Este finde vi a Zenet. Lo puto crack. Muy recomendable ir a verlo en directo, trae a una banda magnífica y de verdad que lo dan todo. Un verdadero placer. Y cuanto más pequeño el lugar, mejor.

Hace mucho que no muevo mi cuerpo, en lo que a gimnasia y tal me refiero. Últimamente he tenido otro tipo de relax, pero mi cuerpo me pide moverme, deporte, para mover la energía que se estanca si no y me pesa en el corazón.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Toma de temperatura

Es tarde pero me he quedado trabajando en un proyectillo personal y escuchando sketches viejos de la hora chanante a la vez.

Tengo tensión en el estómago y siento vacío.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Stand by, miedos, preguntas y proyectos vitales

Y otra entrada, estoy que lo tiro.

Quería dejar constancia de:

- Que siento que la vida pasa por mí en vez de yo por ella. No siento que hago lo que quiero lo suficiente. Supongo que mi ego es tan listo que me pone nubes para que no vea lo que quiero, y al dudar, no me decido a cambiar las cosas y así todo queda como siempre, indefinido. Quizá el secreto está en aceptar esto y una vez aceptado disfrutarlo. Pero las consecuencias que esto puede tener me dan miedo: que un día me levante y piense: ¿qué cojones hago yo con esta mujer, este trabajo, esta casa y esta vida? Y sin embargo tengo miedo a quedarme sin nada. Sin mujer, sin hijos. ¿y qué mas da si se disfruta la vida? Ya, pues mira. Será que como no la disfruto lo suficiente, me pregunto estas cosas.

Y así lo certifico a las dos y cuarentaiséis minutos de la madrugada del veintidós de Noviembre de dos mil nueve.

PD. Se me ha ocurrido un proyecto vital: estar un año en una ciudad desconocida mendigando. Salir a mendigar todos los días, es decir, trabajar de eso. Llevar una cámara de vídeo para grabar la experiencia. Alquilar un piso, puede ser, para editar el vídeo y almacenarlo, que sirva como pequeño estudio. Al final del año, hacer un balance y una película documental con el tema.

Pajotes y pajillas

Acabo de hacerme un pajote y ahora me ha dado por escribir, ya ves. Hay que hacer lo que pide el cuerpo. Actos de expulsión física y emocional.

Estoy últimamente centrado en cosillas orientadas a internet. Se me ocurren proyectos para internet, y una gran diferencia es que me estoy poniendo manos a la obra en algunos. Por ejemplo el cacharrillo ese del camino que he puesto a la derecha, si os gusta ponérsuslo en vuestra pagina. Si os interesa decirlo, y ya daré instrucciones de cómo hacerlo que es muy fácil.

De vez en cuando me sale la exigencia de deberías de socializar más. Eso me hace sentirme culpable de pasar mi tiempo libre delante del ordenador en vez de delante de amigos o gachises, que también hay que pensar en tener guachos, para que te ayuden en la faena.



Seres humanos, vaya. Pero hoy me he quedado en casa. Viendo pelis y haciendo cosillas. Eso sí, ¡me ha dado por terminar una memoria! Qué cosas...

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Cuidadín cuidadín

No voy a contar cosas del fin de semana (por ahora) aunque fueron muy buenas (y graciosas!).

Escribo esto para poner en palabras una sensación, que es la de que cuando llego a un punto en el que estoy en paz, empiezo a aislarme y a hacer como el que no tiene sentimientos. Quiero decir, que no me responsabilizo de lo que viene por dentro.

El estar más en paz conmigo, está bien porque no me doy pol culo tanto. Pero también me hace que me conforme con menos, que no vaya a buscar ese plus. Es cierto: antes mayormente refunfuñaba y me flagelaba y tampoco iba a buscar ese plus, así que en general estoy mejor. Pero todavía me falta que me salga de natural ese punto de atrevimiento, hacerlo desde la paz y no desde la euforia o la hiperexcitación (esto es, cuando me obligo a hacerlo y entonces se hace lo que se puede, pero eso es como una explosión y no).

Ahora mismo, mientras jugaba un torneo de poker por internet (aún no he terminado, es de los largos), he sentido una pérdida. Llegué a ir segundo (de 1600), luego fui bajando gradualmente hasta 20 (simplemente porque no arriesgaba y los demás alcanzaban mi stack). En una jugada, yo tengo J8 y aparece 89J. Guay, doble pareja y dominante! Apuesto. El otro me apuesta más. A mí no se me pasa por la cabeza que el tipo pudiera tener Q10, y le echo todas (le doblaba yo asi que no me quedaba sin nada). Efectivamente, tiene escalera. El turn y el river no ayudan y se me lleva la mitad de las fichas. Puede parecer una tontería, pero me ha cabreado un tanto por no haberlo pensado, no había necesidad de abusar. Al rato, he seguido jugando normal y ahora amanecido el 108 después del descanso. A ver cómo termina la película.

El caso es que hace un rato, he oído cosas raras. Que me han hecho recordar que sí, que me gusta mi compañera de piso, que le tengo sentimientos y que aunque sea para nada, debería acercarme más a ella... en vez de estar jugando aquí al poker. Jugar al poker está bien, me gusta, pero no quiero que se interponga en mi camino porque ahí es donde uno se pierde. En este caso, es que me he clasificado yo para este torneo y me apetece jugarlo, es un acto de respetar lo mío. Pero con ojo.

Recuerdo que en aquél año de despertar a la vida en Inglaterra, de erasmus, estaba enamorado de mi compañera de piso (de una de ellas: por suerte he tenido casi siempre más mujeres que hombres como compañeros de piso. Y además guapas, por lo general). Enseguida me enamoré de una de ellas. Al poco me le declaré, pero no cayó: tenía una relación en su país muy traumática que acababa de dejar. Durante todo el año llevamos una tensión sexual que si sí que si no. Allá por navidad a la zanguanga se le ocurre echarse un novio virtual (vale, a mí se me ocurrió al mes echarme una real XD) que hasta vino por un mes. Yo estaba enfadado (no lo ocultaba, el dinero y el cariño no se pueden ocultar dice una copla, pero creo que yo entonces me guiaba por el mostrar (no como ahora que hay que ser antropólogo para ver qué hay dentro de mí. fuera, bicho!). En fin, el caso es que una noche pasó por casa otro francés chulito, que además nos caía mal a todos, o casi. Ella lo toleraba más. Y como no lo oí salir de casa, pensé que se había quedado a pasar la noche. No pude dormir en toda la noche de celos. Y eso que yo tenía novia (en realidad estaba enamorado de la otra, pero la carne es débil), pero de quien estaba enamorado era de la francesita. Y se me notaba. Pero mi novia me quería mucho y no se enteraba, o no se quería enterar.

Qué mal lo pasé aquella noche. Muy, muy mal. Tanto que al día siguiente, hablé con ella y se lo conté, y le dije que me daba cuenta de que la quería mucho, y le pedí que me dijera claramente qué sentía por mí, y si había alguna posibilidad por mi parte. Más bien, le forcé a decir una cosa u otra, que en definitiva era lo que yo quería oír: que no. Para poder liberarme y pasar a otra cosa. Me dijo que no me quería decir eso. Yo dije: bueno, si no es que sí, es que no.

Nos seguimos manteniendo un cariño muy especial. Casi todos los años desde entonces nos hemos visto. El año pasado le visité, dormí en su casa... pero no en su cama(estaba yo bueno, por entonces, también, con mis cosas...).

[paréntesis de poker]
Tras varias horas después, he terminado el 14 de 1642. Me llevo 20$, no está mal. Me queda la sensación de que al final he hecho el imbécil, esto es, tomar más riesgos de los asumibles. El poker es un juego donde no tomar riesgos es un suicidio, pero pasarse suele serlo también.

Mientras jugaba, hablaba por el teléfono (tarifa 1h por 1m de vodafone) con mi ¿ex? que me iba contando sus cosas y luego le iba contando como iba... como si fuera mi entrenadora, jaja. Me iba entreteniendo y así estaba más centrado. Es curioso que he cometido mi error después de 5min. de descanso, donde me he estirado, expandido, etc. Creo que me he expandido de más, y así tenía la percepción del borracho (sobrevalorando el futuro y la capacidad propia). Bueno, no es que estuviera mal jugado como digo, pero el nivel de riesgo era demasiado.

Ahora, a disfrutar de esta victoria... durmiendo.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Camino de Santiago parte uno

Lo primero de todo: para ponerse la chapita(widget) del Camino de Santiago en tu blog, mira este artículo.

Mi historia con el camino de Santiago no ha terminado todavía. Creo que nunca termina para los que hemos caminado por esos senderos. Nunca termina ni siquiera para quien lo ha completado, como para alguien como yo, que todavía no he llegado a Santiago.

Hace tres años y medio ya, hay que ver cómo pasa el tiempo, empecé a andar el Camino. Partiendo desde Roncesvalles, junto con una amiga - que luego pasó a ser mi novia, a vivir juntos y actualmente a ser mi amiga de nuevo. No nos conocíamos casi, pero ella iba a hacer el camino y yo no tenía nada que hacer ese verano, durante esas fechas. Ella iba a caminar hasta Burgos, así que me acoplé. Ya nos habíamos liado y tal, así que bueno, sabíamos a lo que íbamos... o eso creíamos.

Nos preparamos bastante: tratábamos de hacer paseos por la ciudad (ella - yo aparte de eso ese verano también hice el interraíl, así que tenía los pies curtidos). Al recordar aquellos tiempos, siento nostalgia de mi actitud hacia la vida: exprimía cada gota. Un día sin tener nada que hacer no era un aburrimiento sino una oportunidad de explorar el mundo o de explorarme a mí mismo, o las dos cosas. Quizás la actitud era un poco psicótica y no fue bien encaminada luego, pero bueno, lo recuerdo como una época de vida plena. No me engaño: tampoco recuerdo que fuera feliz, pero sí estaba contento con cómo era. Era como quería ser. Quizá ahí esté el problema: era como quería ser, sentía lo que quería sentir - pero igual mi naturaleza no quería eso. Basta de chorradas y al lío.

Recuerdo los primeros días, con aquello masificado. Durmiendo en las tiendas cno un frío polar, que no dormimos nada porque teníamos únicamente una sábana (llegamos tarde y ya no había mantas) y además tuvimos que dormir al lado de la puerta de la tienda militar (de lona, es decir, entraba el aire). Me bajé a su cama para al menos darnos calor y poder dormir...

En Zubiri, tuvimos que dormir en un frontón ya que los albergues estaban ocupados. Qué bonito era el camino por Navarra, realmente precioso. Eran fiestas en Zubiri y nadie bailaba, así que bailamos nosotros.

En Pamplona dormimos por primera vez en una cama como Dios manda. Es que era en un convento de monjas. Estábamos tan contentos, que además coronamos la experiencia con un buen polvo dentro del recinto propiedad de las hermanas aquellas, que Dios las bendiga en el improbable caso de que exista.

En Puente de la Reina (de esta etapa no me acordaba y he mirado a ver, lo reconozco) cociné unos macarrones, quiero decir que cociné por primera vez en el hostal... y pocas más creo, que yo recuerde, jeje... Un puente muy chulo. Allí entramos a una exposición que había en una torre muy cerca del puente. No me acuerdo muy bien de qué era, pero recuerdo que era interesante. Y las partes del museo, que era como una casa antigua.

Seguimos por las tierras navarras. Camino a Viana nos dieron unas diarreas muy malas, menos mal que llevábamos Fortasec, el amigo del estómago del peregrino. Pero creía que me moría, qué retorcijones. Además el baño de aquél albergue (en un pueblo pequeño) era de los de cagar de pie... un suplicio. A ella también le dio, y fue un espectáculo aquello, vaya pareja...

Nos recuperamos pronto y ese mismo día andamos hacia Viana, donde tomamos arroces y tal. En Ventosa, coincidimos con unos madrileños y un segoviano que iban en bici... pero que eran la risión absoluta. Además traían porretes, y con eso y el vino riojano, y un hospitalero super gracioso que se parecía a Enrique San Francisco pero en tartamudo (qué crack) a mí me dió un ataque de risa de los de verdad, de los de no poder parar... subiendo a la habitación, hasta me metí al baño antes porque me seguía riendo y no podía parar... y me dijo ella que se me oía perfectamente desde la habitación jajaja...

Ya empezamos a notar el cansancio, pero bueno, seguíamos e incluso recuperábamos terreno respecto al plan inicial. Al final empezamos a mandar la dieta del peregrino a tomar viento y darle a los ricos vinos y a las tapas que había en los pueblos del Camino.

Recuerdo que tuvimos nuestro primer momento malo como pareja y como caminantes yendo por una carretera estrecha y en obras por la que pasaban camiones... ella iba andando por el móvil, en mi opinión, despreocupadamente, y yo tenía miedo de que los camiones la pillaran. Le tuve que dar un grito y todo, y ella se molestó mucho... aquél momento sin embargo, no me gustó nada. Me dejó un poso muy malo: en los problemas, no nos entendíamos en la rabia. Yo empecé a tragarme cosas y eso es muy, muy malo. En fin, se ve que no estaba preparado para eso. Me marcó mucho aquello, sí. Vi que no teníamos tanto en común como yo creía.

A mí me dieron unos dolores en las caderas, así que empecé a usar su palo y el mío, y andar de manera rara, como un robot. Así que hice de robot. Además me dolía menos si andaba a grandes zancadas y rápido así que lo hice. Empecé a hacer de robot, de Bender de Futurama, y fue muy gracioso. "Quería matar a todos los humanos" excepto a ella. Eso fue cerca de una valla donde había miles de cruces hechas con palitos del bosque, y se veía la carretera desde arriba.

La entrada en Nájera, fue lo más peor que habíamos visto en arquitectura popular: premio al pueblo más feo del Camino. Una estética cutre ochentera poblaba la entrada al pueblo, incluido el bar donde tomamos el desayuno. Luego ya el centro era más chulo, pero...

En Santo Domingo de la Calzada fue en el único momento en el que no dormimos en albergue: nos dimos el gustazo y fuimos a un hotel como las parejas pudientes. Llegamos bastante tarde, y bastante destrozados, así que ya ni fuimos a los albergues a preguntar. Que les den. Nosotros en nuestra camica doble como unos campeones, qué coño. El peregrino también tiene que cuidar de sí mismo.

En Belorado estuvimos en el albergue de la Iglesia, donde además daban de cenar pero bien y había una buena fiesta allí montada. Recuerdo el estar tendiendo las ropas fuera en un tendedero. Qué curioso que recuerde eso, ¿no? En un pueblo anterior tuvimos también un momento muy bonito, yo estaba cantando mientras lavaba la ropa a mano, y a mi ex le gustó mucho. Yo recuerdo que entonces la voz me salía más libre, más queriendo ser. Era voz, y no sé, ahora me cuesta entonar mogollón - bloqueos psicológicos, está claro.

No dormimos en San Juan de Ortega, porque nos habían dicho que estaba mal, entraba el aire y hacía un frío acojonante, los hospitaleros muy secos, y había poco sitio. Pues fuimos al pueblo siguiente, uno de cuatro letras, pero que no me acuerdo del nombre. Resulta que los propietarios de aquél albergue eran un matrimonio que se conocieron en el Camino, y que luego pusieron un hospital allí en el pueblo. ¡Qué cosas! ¿Qué tendrá el Camino? Desde luego, recuerdo a un cura que una vez dijo, "no hay mejor sitio para ligar que el Camino".

Llegamos a Burgos, punto final de nuestro viaje (por ahora) porque íbamos a casa de un primo mío, e hicimos noche allí. Fue muy agradable la estancia en Burgos. Durante la noche, no sé por qué, le di un susto terrible a mi ex porque en la oscuridad de la cama, hice un gesto y un sonido rarísimo como si estuviera loco, y vamos, casi le da un ataque.

Un pedazo de viaje aquél. Me dejo muchas más cosas en el tintero de las que hay aquí, como el tonto del pueblo que vino a por mí, toda la variopinta gente que se conoce en el Camino, cada lugar y cada rincón... tantas cosas. Contarlo sólo es una pequeña parte: hay que vivirlo.

martes, 3 de noviembre de 2009

Religión en That Mitchell and Webb look

Estos tipos son geniales! Desde luego, el humor británico alcanza cotas difíciles de igualar en lo que respecta a parodia. Mitchell and Webb, de That Mitchell and Webb look de la BBC, se salen.
Especialmente en lo tocante a religión. Por ejemplo, acerca del ateísmo:




Mira éste, sobre el buen Samaritano: este es genial!



La historia de Abraham y el sacrificio de su hijo Isaac:



Como añadido, aunque no corresponde mucho a este artículo, vaya por delante esta llamada al ateísmo del profesor de Oxford Richard Dawkins, para aquél que no la haya visto (data de 2002). Quien no conozca a Richard Dawkins, se pierde un buen paladín de la crítica al creacionismo, y religión en general.

Parodia Homeopatía

Un poquito de sentido del humor. Una muy divertida y bien hecha parodia de un hospital homeopático. Inglés con substítulos en español.

lunes, 2 de noviembre de 2009

El gusto de ser yo

Le estoy encontrando el gusto a esto de ser yo, de ser como soy, de una manera serena y seria, y a la vez humorística. No me tomo tan en serio aunque parece que sí, pero no sé, estoy más sereno. Me ha sentado bien el fin de semana - aunque mientras el finde mismo, no lo tenía tan claro.

Puedo amar sin poseer, cosa que está bien, y también no reprocharme las cosas, o menos. También poder simplemente disfrutar de estar y de la contemplación. Y de estar en mi cuerpo.

Eso me gusta porque me hace ver más claras las cosas que quiero de verdad, y aunque es complicado al menos voy para allá. También me encuentro con más confianza, sin tirar las campanas al vuelo ni mucho menos, pero al menos no me obligo a hacer esto o aquello, no me lo echo en cara el no haber estado a la altura.

O bien me veo haciendo esto o lo otro por la sensación de mimetismo con éste o aquél y luego me hace gracia - no me martirizo.

Y nada, estoy pensando más ahora que en todo el día. He tenido una charla muy gratificante con mi compañera de piso... nada profundo, pero creo que somos muy parecidos de carácter. Y siendo que los dos somos difíciles de entender, yo sin embargo siento que la entiendo al menos hasta donde quiero entenderla, y que ella me entiende a mi (que eso sí que me cuesta de sentir...). O al menos si no nos entendemos, nos respetamos el no entendernos y nos parece tan ricamente. Qué convivencia tan buena, oye.

PD Ah sí, estoy muy perezoso por las mañanas, mucho mucho. Y oye, tampoco me importa tanto.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Miedo psicológico: la exigencia de la originalidad

Y seguimos con otro miedo, estoy que lo tiro señora...

El miedo a no ser original. Este es bueno.

Me he acordado de este miedo esta tarde en el autobús mientras leía el libro ese del psicoanálisis. No sé si por suerte o por desgracia, periódicamente, y esto es más o menos dos veces al mes, me toca hacer unos viajes en autobús solo de unas cuatro horitas o así.

El miedo a no ser original. Más que miedo, es la exigencia de ser original. Me exijo a mi mismo que lo que yo haga debe ser de valor intrínseco (mi definición de valor puede diferir de la acepción mayoritaria, pero eso es lo de menos). Es decir, que sea algo que aporte algo nuevo, que tenga valor por sí mismo. Que no sea (y que no pueda achacársele) ser una copia, un plagio, estar claramente basado en esto o en aquello. Si lo hago, quiero ser consciente de ello (a veces es simplemente así, y cuando es así yo no le doy mucha importancia).

Tengo miedo a la mediocridad, que para mí no consiste en hacer las cosas mal o bien, sino en no ofrecer una visión novedosa sobre algo. Los robots hacen las cosas bien, y no por eso tienen valor - espero que esto clarifique a lo que me refiero. La chispa humana, el valor intrínseco. El chiste que nadie ha hecho. El verso inaudito. La visión sorprendente. Eso.

A eso de los catorce años, o creo que antes, empecé a pensar en eso. Me di cuenta de que simplemente hacer las cosas bien no bastaba. O mejor, no me bastaba. Eso era fácil y sin fuste. Yo tenía que, además de hacer las cosas bien (como base), proponer nuevas vías. Donde ya no importa tanto si se hacen las cosas bien(preferible pero ni mucho menos necesario) sino hacerlas de manera auténtica, original.

Yo, que me caracterizaba por ser un estudiante modelo, tanto en las asignaturas de estudiar como las creativas y la gimnasia (le daba a todo, un día un amigo me dijo "tú que pasa, ¿eres perfecto o que?", si no recuerdo mal tras marcar un buen gol), empezó a saberme a poco hacer lo que me decían. Aprender lo que me hacían aprender. Es decir, ¿qué había de creativo en aprenderse de memoria esto o lo otro? Y más allá de eso, ¿para qué queremos aprender eso? A mi me empezaron a interesar otro tipo de cosas, lo que viene a llamarse la genialidad. Me empecé a fijar en otro tipo de música, de pintura, de cine, etc. Abrí mi mente a lo que aquellos buscadores de originalidad me ofrecían. Bueno: yo busqué, no sabía lo que iba a encontrar. Me pareció que lo normal ya no sabía a nada, había que buscar lo excepcional(por humano, no me refiero a excepcional como un ferrerorrocher).

Y así fui dejando de sacar tan buenas notas para empezar a ir estudiando justo antes del examen, ir dándome a la vida disoluta, interesándome por las cosas raras, etcétera, etcétera, etcétera...

miércoles, 28 de octubre de 2009

Miedo antisocial o yo que sé

Hoy mientras iba corriendo, me he acordado de otro miedo y he pensado que lo quería escribir aquí.
Pues ahí va otro miedo.

Tengo miedo a que la gente me ataque por la calle. De cualquier manera y motivo, o bien sin motivo alguno, para qué se necesitan motivos cuando se tiene una neurosis.

Y a la vez que miedo, puedo percibir que hay un deseo también, porque me preparo para eso. Es decir la fantasía es alrededor de que me dicen algo, o me vienen a "hablar" con malas intenciones, y entonces yo me pongo alerta y pienso en cómo me lo quitaría de encima. La verdad es que no llego a verbalizar ni nada, eso ocurre por debajo, ni siquiera sale la situación: lo que sale es la autodefensa y la tensión.



Esto me pasa bastante, también andando por la calle. La calle de una ciudad es para mí un ambiente a priori hostil, otras veces es agradable, nunca neutro como antes solía ser. Es decir que depende de lo seguro que me siento, es un lugar agradable, por el que andar pisando bien (aprender a andar es otro tema también importante del que algún día me gustaría hablar) o bien un lugar del que escapar, andando deprisa sin paladear lo que pasa alrededor más allá de formarme una idea de seguridad, como dedensa. Ante algo que no existe claro, la amenaza no ha llegado todavía.

Por las mañanas suele imponerse más la tensión. Me desposeo de mi cuerpo fácilmente (por eso este otoño estoy durmiendo desnudo si puedo, o al menos con una camiseta y nada más, bueno sí, y calcetines jaja, a lo Fernando Esteso - y funciona, sienta muy bien, me levanto más a gusto, aunque me cuesta más salir de la cama!).

martes, 27 de octubre de 2009

Miedo a explotar

Un gran miedo mío: si despliego todo lo que tengo, si voy a por lo que quiero, todo acabará como el rosario de la aurora. Mal. Malament. Me veo como un enfant terrible, como ese hombre que los directores de cine quieren ser pero como no se atreven hacen películas. Susan Sarandon dijo que los directores contratan a los hombres que les gustaría ser y a las mujeres que les gustaría follarse.

Incluso muertes y tal, quiero decir. Grandes pasiones que acaban mal, como todas las grandes pasiones. Y asimismo que mi ego me capture. Confundo a veces carácter con agresividad. Creo que no me quiero lo suficiente, no tengo tanto amor propio como es necesario para vivir de esa manera.

Y todo esto viendo una película. Una pista: es una película de los setenta muy famosa en su país con mucho chochel, pollas, mierdas y otras cosas aparentes, y no es Pink Flamingos. Y es una historia de amor de las buenas.

sábado, 24 de octubre de 2009

Formacion en Terapia Gestalt: memorias

Uno tiene la obligación moral de hacer las memorias de los talleres. Sin embargo, me cuesta mucho opnerme a ello.

Las memorias son sobre todo testimonio escrito de aquello que pasó. El primer beneficiario es uno, por dos motivos.

Uno, porque así puede volver y volver a lo que ocurrió, con su procesado posterior, a cómo lo vívió uno. Sin wishful thinking, sin idealizaciones: lo que ocurrió tal como uno lo vivió. Eso claramente, si uno ha sido sincero escribiéndolas - es que si no, es mejor no escribirlas, porque crea falsedad, y para eso mejor no crear nada.

Dos, porque en el proceso uno va llenando los huecos que quedan en la vivencia del taller. Se da cuenta de ciertas cosas que no se dió cuenta en el taller. Es una reflexión más reposada. Es más fácil ser observador desde la soledad, recordando y trasladando al presente las emociones, sentimientos e ideas expuestas, pudiendo así reaccionar desde la calma y poder ver su efecto en uno.

Qué buenas son las memorias. Entonces, ¿por qué nos cuesta tanto ponernos a hacerlas? A mí me cuesta horrores. En realidad, las trabajo, pero no por escrito. Los talleres están presentes normalmente hasta el siguiente taller. De más a menos, eso sí. Es decir, que los proceso - pero no queda testimonio escrito, más allá de este blog (que visto todo junto, debe ocupar más que las memorias de todo el curso - pero es otra cosa, es diferente. Complementario, se solapa de vez en cuando pero es otra cosa.

Ponerse a hacer las memorias requiere un esfuerzo, está claro. Hay que salir del área de confort, y ponerse a revivir algo que uno ha vivido.

Pensándolo bien, muchas veces echamos la vista atrás. Solemos recordar lo bueno... pero hacer las memorias del taller nos hace volver a algo... ¿que es supuestamente malo, entonces, y por eso no queremos volver a él? Nos crea incomodidad, supongo. Porque además, se trata de dar la opinión racional, en palabras de lo que pasó. No se puede uno escudar en la masa, y callarse su opinión. Se pone uno ante el más duro juez: uno mismo.

Es un tema difícil, este. Cada cual ha de resolverlo a su manera. Está claro que yo lo desvío a mi manera: escribiendo las cosas en mi universo: yo pongo las reglas, yo digo cuándo escribo, yo digo quién lo lee, yo digo cómo y por qué. Así ejerzo mi libertad. Sí, hablo de este blog.

Voy a ver Me llamo Earl en la tele. Quería ver Futurama, pero Me llamo Earl es buenísimo también.

Ni salí de casa ni la sonrisa puesta

Es duro hacerse ilusiones. Yo tiendo a hacerme ilusiones, y luego claro, cuando éstas no se cumplen llega el bajón. No llevo muy bien lo de perder, y me parece curioso. Creo que un día, para intentar ganar más, me obligué a no querer perder. Pero no sé, toda obligación conlleva una exigencia y asimismo un cercenamiento de una parte de uno.

No sé muy bien lo que digo, así que al grano: que cuando comparto tiempo con mi compañera de piso, me siento muy bien, me relaja, siento como que con ella todo está bien, que me entiende y la entiendo. Pero claro, tiene novio y le dice que le quiere por teléfono como se dicen los novios, y tal.

Sería una pena que pasara el tiempo y ella nunca supiera lo que hubo por mi parte, aunque se lo huela. Pero no dicho de palabra. Luego está la del cobarde, que es esperar a decirlo antes de irse uno - pero esto, para qué? Eso no es más que una nostalgia mal aprovechada, que tiene que salir por algún lado como un pedo. Y huele mal.

En fin. Un día extraño hoy en el que no he salido de casa, y eso también tiene que ver.

PD. Hoy había tutoría gestalt pero no he ido, este fin de semana me quedo.

jueves, 22 de octubre de 2009

Estar por estar, entrar por entrar

No tengo nada interesante que decir. Sólo he entrado a escribir que no tengo nada interesante que decir. Nada en absoluto.

He entrado por entrar. Porque no siempre tiene uno que escribir cuando las cosas son buenas o malas. ¿Por qué no escribir cuando son regulares también? Está claro que la emoción, el glamour, es menor. Por lo tanto el atractivo es menor. Por lo tanto, ¿para qué escribir?

Porque, reconozcámoslo: en algún punto de nosotros mismos, los lectores de blogs, ocasionales o regulares, somos vampiros. Queremos nutrirnos de las emociones o pensamientos del escritor.

Y para eso escribe el escritor, también. Para que sus ideas (ver la interesante teoría de los memes) se esparzan y puedan generar vida, a modo de riego de un campo seco, o plantando una semilla en tierra fértil, quién sabe. Al fin y al cabo, conectar con el mundo desde esta pequeña ventanita. Soltar cuerdas al aire manteniendo un extremo, con la esperanza de que alguien cogerá el otro extremo y así la cuerda se tensará y no quedará muerta.

Y seguro que tengo algo más que decir. El caso es que ni me apetece ni sé el qué. Podría contaros mis experiencias con el poker online, pero eso, os lo cuento otro día. Por lo menos os puedo decir que me va bien. Aunque acabo de echar dos torneos y he perdido los dos. Y ya no tengo tanto miedo a engancharme. Me siento más dueño de mí mismo que la primera semana en la que empecé a jugar.

Sí, supongo que quería hablar de esto. Hace tiempo ya.

lunes, 19 de octubre de 2009

Cosas viejas, cosas modernas

Ah, qué bien me está sentando el tazoncito de lentejas indias, de esas naranjas, con su ajo y su chorizo, su perejil cogido de la maceta y un par de hojitas de hierbabuena que lo mismo.

He tomado unas cervecitas hoy y me ha sentado bien. Y quería dejar constancia, de que aunque no apetezca mucho a veces, a mí me viene bien jorearme, ver gente, hablar con la gente. Por mi trabajo, si no me busco la vida me puedo pasar el día habiendo hablado no más de veinte veces (incluyendo los saludos de cortesía). Leía ayer un post de Erin Pavlina acerca de cuándo hay que cambiar de trabajo.

Me acaba de venir a la memoria, por unas cuantas asociaciones rápidas, aquél día en el que una compañera del taller me dijo que lo que veía en mí era un potencial enorme, mucho potencial. Me lo dijo el primer fin de semana de formación.

Me cuesta estar blandito, lo cual parece que es que, si me dejas sólo, mi carácter me pone duro. No es que me la ponga dura, porque en realidad se te pone más dura cuando estás blandito, paradojas de la vida. Uno funciona mucho mejor. En verdad nunca he tenido impotencia (salvo una vez, que habiendo bebido lo mío y haber andado hora y pico en busca de condones a las tantas de la mañana, no cuenta). Me refiero a la psicológica claro, la de que notas que algo pasa. Bueno, que algo no pasa, en realidad. Pero que tienes la cabeza tan ocupada que tus pensamientos y preocupaciones tienen estrangulado a tu colgajo y ni le llega la sangre.

El sábado por la noche tuve unas conversaciones trascendentales con dos amigos, pareja ellos, acerca de la felicidad. Todo venía de una discusión acerca del acelerador de hadrones del CERN. Resulta que, se decía, había una micronésima posibilidad de que todo, y con eso quiero decir el universo, se fuera al carajo. Se creara un agujero negro que absorbiera el mundo y hasta donde le diera del universo.
Esta es la base. Pero hay dos posibilidades: una es que ese agujero negro nos trague de inmediato. Otra es que ese agujero negro, tardara cincuenta años en tragarse la tierra, porque ya se sabe, digerir y soportar humanos es harto difícil.

Para mí no cambiaría las cosas: si esa posibilidad existiera realmente, mi voto es NO al acelerador de hadrones. ¿Por qué? Pues porque creo que para disfrutar del mundo que tenemos, no es necesario entenderlo completamente. Prefiero el riesgo de no entender, y dejar de recorrer una rama del progreso, al de no vivir ya más.

Sin embargo, algunos de mis amigos decían que sí, que si era inmediato sí les parecía bien: porque no se enteraría uno, se moriría y ya está. Sin embargo, al saber que tenemos 50 años de vida, el planeta devendría caos y la vida en la tierra sería mísera, según ellos lo peor del ser humano saldría en la lucha por la supervivencia y ellos ni querrían vivir eso - mejor estar muertos.

Yo de nuevo me aferro a la vida: prefiero 50 años agónicos, o diez, que ninguno. Es que de hecho estamos dando por supuesto que serán agónicos. Cosa que no tiene por qué ser así. De hecho podría ser totalmente al revés: que para lo que nos queda, nos decidamos al fin, quizá después de la consabida histeria y pánico originales, a vivir en paz con el prójimo y a hacer caso al Cristo que está cansado de mirar al suelo desde la pared. Si le dieran la vida, lo primero que diría sería: "Te lo dije". Era un listo.



Para matarse uno, siempre hay tiempo. Es cierto que una vez en harina, uno no se mata, por aquello del instinto de supervivencia. Según un amigo, somos esclavos del instinto de supervivencia. ¿Por qué no matarse? Me acuerdo de Mar Adentro.

Me cuesta entender el suicidio más allá de la esquizofrenia y demás putadas mentales, y aparte de situaciones como la de Sampedro, o la de Sartre - análisis racional. "Yo ya no pinto nada aquí". Eso lo entiendo. Porque supongo que, es verdad según su punto de vista racional. Cuando está guiado por el sentimiento, creo que no es real: si está guiado por el sentimiento, es que estás jodido, no que te quieres morir. No es lo mismo. Son las circunstancias las que no aguantas, no las soportas y te vencen. No es lo mismo que querer morir, desde un punto de vista positivo. El anterior es negativo, de huida.

Uf, podría seguir aquí charrando largo y tendido, y de un tema sacar otro. Hoy estoy parlanchín, o más bien teclachín, que es como deberían llamarse aquellos que padecen de logorrea en el teclado.

Pues bueno. Hoy además venía como siempre con la tripa tensa en el metro, aglomeración de gente extraña y amenazante. Soy muy sensible, oigs.

Y aparte de eso, tenía ganas de hacer canciones libres, de jugar con la voz, la música, etcétera. Me ha gustado que las chicas estuvieran ya en sus cuartos, o al punto de irse a dormir. Así que estaba más tranquilo que padiós. Ya venía cantando por la calle una canción de Björk de la que me he acordado en el curro, The modern things, una canción preciosa. Me encanta esta parte de la letra:

All the modern things
like cars and such
have always existed

they've just been waiting in a mountain
for the right moment

listening to the irritating noises
of dinosaurs and people
dabbling outside

all the modern things
have always existed
they've just been waiting

to come out
and multiply
and take over


Es genial. Resulta que las cosas modernas, como los coches y esas cosas, ¡siempre han existido! Simplemente, estaban esperando su momento para aparecer. Mientras han estado escuchando los sonidos irritantes de los dinosaurios y de la gente, tocando los huevos. Han estado esperando para salir y multiplicarse, y conquistar el mundo. es su momento ahora.

Yo sólo puedo sonreír.

Las aventuras del Barón Tontorrón

Acabo de ver Las Aventuras del Barón Munchausen.
Y siento que la vida me ha vencido.

Quizás he llegado a ser eso que uno nunca piensa que llegará a ser cuando es niño, cuando está lleno de fantasía y tiene muy, muy claros los principios que rigen la vida de uno, aquellos que uno nunca moraría y, sobre todo, qué es lo que vale la pena en la vida.

Es cierto, al menos, puedo verlo. Soy capaz de verlo, así que no estoy vencido del todo. Igual que el barón en la película.

Sin embargo, aunque tengo ideas de vez en cuando, sólo pensar en tener que defenderlas una vez hechas, y la sensación de fracaso si me pongo a hacerlo y no sale, y no tener la sensación de que me llenaría, de que es un propósito importante en mi vida, me pone freno, es decir, me pongo freno.

Cuando era más joven, tenía devoción por el mero hecho de crear, de hollar lo inexplorado. Daba igual el resultado, lo importante era el hecho de pisar esa hierba inédita que bien podría ser fango, pero qué más daba.

Esto me duele mucho.

sábado, 17 de octubre de 2009

Todo este sábado me lo voy a pasar

No sé muy bien describir cómo me siento.
Esta semana ha sido de bastante trabajo, pero yo me he entregado más a él y lo he disfrutado más, me he implicado más (aunque a veces no tenía putas ganas de estar a´hi, en general estaba más motivado y con ganas de aprender que otras veces. Más entregado al trabajo - no tanto por para quién trabajo, que muy dura no me la pone, pero al menos poder extraer algo, aprender de lo que hago y quitar algunas resistencias. Si quiero irme me voy, pero mientras esté ahí no tiene sentido sufrir por mis propias resistencias. Al menos que sufra por cosas externas pero no me haga la vida imposible ya de salida.

Llega un fin de semana en el cual no vuelvo a mi ciudad. Me quedo aquí.
Ha llegado una chica brasileña en la habitación de mi anterior compi francés. Parece buena gente. Yo estoy bastante asocial estos días, así que no le he prestado mucha atención por ahora... bueno, todo llegará.

Como además he estado jugando al poker por internet, con buenos resultados por cierto, pues eso prefiero hacerlo solo en mi cuarto asi que estaba poco por fuera. Me he encontrado un poco como un gato cuando llega alguien nuevo a casa - se mete debajo de la cama o así. Me hacía gracia verlo así.

Dentro de veinte minutos echaré un torneo de poker por internet. A las once iré con unos amigos(el que me produce la maqueta y su novia) al teatro, a ver un espectáculo clown, "Génesis Joplin" se llama, aquí en el Poblenou.

Durante estas dos últimas semanas no he escrito casi aquí. Sin embargo me sentía bien, más conectado conmigo mismo, más energético y más fuerte. Hoy, me siento algo perdido, cansado, sólo. Creo que mi dificultad de vivir en pareja puede venir de que yo no me aguanto demasiado a mí mismo, rara vez termino de estar contento conmigo mismo - cómo voy a estarlo con los demás.

Si me fijo, cuando yo estaba contento conmigo mismo, era capaz de amar con todo. Porque para eso hay que entregarse y para saber lo que se entrega tiene uno que estar contento con uno - si no, uno se cohibe y no se fía de lo que entrega.

No me siento tranquilo por casa como digo, e igual eso tiene algo que ver, no sé.
Pasé por la biblioteca el otro día, y me cogí unas películas de Terry Gilliam, Brazil y Las aventuras del Barón Muchausen, y Azul de la trilogía de los tres colores de Kieslowski. Aún no he visto ninguna...

Tambíen me cogí un par de libros de psicología: "Historia de las ideas psicológicas", de Helio Carpintero que aún no he empezado, y otro, curioso, que reza "Todo lo que usted nunca quiso saber sobre el psicoanálisis" de Cristina Fontana, asimismo directora de una revista de gracioso nombre, "Diván el terrible". Se trata de breves preguntas de todo tipo, desde "¿Se puede uno psicoanalizar?", "¿Qué utilidad tiene el psicoanálisis?" hasta "¿Por qué los psicoanalistas no hablan?", "¿No es igual o mejor contarle las penas a los amigos?", o "¿No acaban los psicoanalistas tocaditos del ala?" (esta me la he inventado yo y no sale, pero me gustaría que saliera).

Curioso que incluya la pregunta "¿Se puede uno psicoanalizar por internet?", a la que responde: "No." Y alguna cosa más.

Estoy escuchando "Sua esupidez" de Gal Costa. Me entran ganas de llorar. Sí, estoy triste.

Durante esta semana también leí sobre el conscious Growth Workshop de Pau (no Gasol, sino Steve Pavlina). Me pareció muy, muy interesante todo eso. Ganas de formar parte de algo así, y de algún día, montar algo parecido.

Me acabo de acordar de que un anónimo escribió un comentario en un post antiguo, sobre la formacion gestalt, y aún no lo he contestado. Me pareció muy interesante en tanto que era crítico, pero bastante demagógico... en fin, espero contestarlo dentro de poco.

Y ahora me gustaría recuperar aquél sentir abierto que tenía... cuando conocí a mi ex de Barcelona, antes de conocerla quiero decir. Tenía la fuerza interior, y las ganas de vivirme - aunque era terriblemente sensible y débil como luego se demostró. Es cierto que mi pena y dolor los sentía más profundos, y aunque me reía de ellos, en realidad sufría.

Hasta aquí mi update, voy a jugar mi torneillo de poker. Chao.

lunes, 5 de octubre de 2009

Your increasingly long embraces


Your increasingly long embraces,
are they saying sorry or please?
I don't know what's happening, help me...

Kings of Convenience, Sorry or please.

domingo, 4 de octubre de 2009

A qué juegas

Vaya fin de semana...
Escribo desde mi terraza, después de un viaje de mucho pensar y sentir.
Se está muy bien aquí.
Me siento triste pero sereno. Me siento más valiente en mostrar mi blandura, aunque menos que mañana, seguramente. Tengo la sensación de que lo externo es una amenaza y eso me hace estar alerta, con el estómago encogido, la garganta retenida.

Hoy ha sido un día de muchas emociones, y un día muy especial para el grupo de formación. A mi entender somos un grupo bastante confluyente, por lo cual no ha habido grandes conflictos... al menos sobre la mesa, a la luz. Hoy, o bien este taller, ha sido un punto de inflexión.

Enseguida pensé en un paralelismo: el de la empresa donde trabajo. Ha habido una reducción paulatina de personal durante el último año, hasta quedar en menos de la mitad. Cada vez iba quedando menos gente, ha sido doloroso ver partir a algunos por su propio pie, otros por decisión de la dirección, otras veces me pareció bueno por en cuanto tenía de soltar lastre. Ahora somos pocos, pero ciertamente, no puedo decir que hayamos quedado los mejores. Algunos sí, otros no. Lo que sí es cierto, es que parecemos haber quedado los introvertidos. De los que estamos ahí, alguno estará por estar, algún otro a la expectativa, otros por necesidad, algún otro dominado por el miedo al cambio y el vértigo que éste produce, otro por confluencia con la empresa... en realidad cada cual tendrá sus razones para seguir. Las mías en particular (ya que estoy me mojo) son:
- me viene bien la pasta, y la cosa esta muy malita jarl.
- tocamos cosas interesantes y debería estar aprendiendo bastante. Aprendo, pero la verdad que la atmósfera es algo agobiante, negativa y pesada, es un aire viciado el que se respira, negativo. Así que no aprendo tanto como me gustaría. Y también que cada vez me interesa más otras cosas, como esto, por ejemplo.
- Miedo al cambio. Algo hay de eso.

No sé qué va a pasar con el grupo. Pero respeto la decisión de cada cual. Eso pertenece al reino de cada cual. Sin embargo, sí me gusta que las razones se expresen, porque así todo queda claro. Añadir claridad no va a cambiar la decisión. Y si la cambia, será que no estaba tan claro. No me gusta invadir al otro y hacerle sentir culpable de mi necesidad.

Me permití en lo personal, hacer lo que quería sin sentirme culpable. Darme mi espacio. No hablo del taller sólo, hablo en especial fuera de él.

Y una cosa que me trae preocupado que no saqué en el taller.
Esta semana pasada he estado jugando al poker por internet. Me ha servido un poco como hobby y me ha devuelto la ilusión - pero sin embargo, tenía la sensación de estar enganchado. Sentía este fin de semana como un síndrome de abstinencia. En serio! No es para reírse... jugar me genera emociones y uno puede engancharse a eso. La ilusión de jugar está bien, pero no la dependencia de utilizarlo como huida. No me lo permito.

Por otro lado, me cabe la posibilidad de que soy yo el que está demonizando algo que, en principio me sienta bien, aunque me asuste el poder engancharme. No es sólo miedo, he sentido esa pulsión de querer sentarme a jugar... diría que como el tabaco, pero es que yo no he fumado nunca. Ahora mientras escribo me estoy reprimiendo, y he pensado que me puede convenir el estar sin jugar unos días. Pero me apetece tanto, y tan sólo por una partidita... me lo tomo con humor, pero es cierto que siento ese mono. Cuando me da por algo, que hace mucho que no me permito que me dé por nada abiertamente, voy a saco. Hace mucho = años. También pienso si es sólamente una fantasía, eso de engancharme, y que ella misma es la que me genera la culpa - que si simplemente hiciera lo que me apeteciera y ya se vería, pues que igual no era tan grave.

Respecto de mi ¿ex?, que creo que ella lo sigue viendo como una relación aunque estemos más distanciados, siento cariño y empatía con ella, por otra me pesa y no me apetece hablar con ella por miedo a confluir, porque lo hago, confluyo, y eso no me gusta nada, nada, nada. Me siento mal, me siento pequeño y débil, como si se me fuera la fuerza, como si me convirtiera en inválido y aceptara ese papel. Ella es muy ayudadora y eso me agobia, aunque sé que ella lo hace de corazón... me cocinó mientras estuve malo, me ha regalado muchas cosas hechas a mano... etc. "el que regala bien vende si el que lo recibe lo entiende", me decía mi madre. Y tiene razón.

¿A qué juego? Por un lado quiero pedirle un tiempo, mes al menos, de estar sin contacto. Experimentar eso. Pero me da miedo a perderla. A veces pienso que en el día a día, si yo aprendo a serenarme y que no me den volás, podríamos ser muy felices, ya que creo que los dos somos buenas personas, tenemos valores y preferencias parecidas, etc. Somos muy diferentes en muchas cosas - ella se basa en la emoción, yo soy más cerebral, con todo lo que conlleva en la vida diaria - pero bueno...
Pero es que no estoy enamorado. Al menos yo no puedo verla así, al menos no ahora, y quizá es que no me quiero enterar, o bien que estar con ella me sirve para no tener que afrontar lo que pasa e ir a por lo que de verdad quiero. Porque este finde también he sentido algo claro acerca de lo que de verdad quiero.

Continuará...

PD. Me ha dicho el terapeuta que la tristeza que estoy atravesando es sanadora. Me ha sentado muy bien, he agradecido esa devolución. Me ayuda a confiar más.
PD2. Hemos tocado cosas de psicoanálisis, y me ha parecido interesante el enfoque, diferente del típico gestáltico. Enriquecedor. Me quedé con una frase clave: "Las emociones engañan: son malos indicadores". Aunque la discutí y tal, y llegamos a un bonito acuerdo, me la he incorporado y me pareció muy sabia. La he tenido presente durante todo el fin de semana, y me ha ayudado a observar.
Por cierto, enseguida la conecté con el doctor House.

Actualización: Me duele un poco la tripa, en esa contracción que uso como máscara cuando salgo a la puta calle.

jueves, 1 de octubre de 2009

Gripe bovina

Bueno, bueno. He encontrado una distracción estos días, espero no engancharme demasiado. Al menos siento la ilusión por algo, y las ganas de ganar y de hacer lo que me gusta. De conseguir algo sin miedos... aunque con precauciones.
En el curro está la cosa triste pero bueno... también me noto más activo dentro de lo que cabe, y de lo que supone estar en recuperación.
Vengo durmiendo poco, pero se agradece, aunque vaya un poco mareado al curro, tengo más ganas de tirar de mí, y menos de entregarme a la apatía.
Con mi ¿ex? estoy en un intermedio, en el cual somos amigos, nos llevamos bien y no ponemos palabras a las cosas. No sé, yo vengo teniendo claro que es que no, pero luego digo, ¿por qué tomar la decisión ya? ¿Y por qué las culpas y el rayarse? ¡Fuera culpas! A zurcir mierdas con un látigo, chorrrrra!
Y cada vez compartiendo con más gente la gestalt. Yepa!
Por cierto se me ha ocurrido una idea para un taller de fin de semana, ya la iré trabajando...
Físicamente: el estómago con un poco de presión pero no me preocupa. Es por la excitación...

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Mejor

Me he pasado la tarde viendo capítulos de La Hora Chanante y Muchachada Nui, en especial sesión de Retrospecter.

Estoy más relajado, aunque siento la responsabilidad de no haber hecho nada en to la tarde, pero menos. Hacer nada es buenísimo, aunque bueno, no estoy eufórico ni nada de eso.

Aprender a querer aprender

La cosa que peor llevo, de las perdidas en el incendio, es el sentir haber perdido la curiosidad por experimentar, por crear, por aprender en definitiva.
Por saber lo que pasa, cómo son las cosas, cómo es el mundo. Y más que nada, pasión por crear nuevas cosas, ver qué se puede hacer.

Sin embargo, ahora no. No pienso en el acto creativo como un acto de alegría, más bien de responsabilidad, pesa más, y sabe mal. Se transmite a todo y es basura, es para mí como una vida descafeinada, pero sin embargo me duele soltarme y me da miedo volverme loco si ando por ese camino porque me siento débil y siento que ese camino requiere cierta fortaleza, cosas claras, para no acabar ahogado en las paranoias artísticas.

Bueno, y esta va de la mano del sentido del humor. Aunque mantengo, no me produce el placer que me ofrecía antes. Recuerdo perfectamente que antes de la relación previa al incendio sí tenía esa ilusión por el humor. La Hora Chanante, Muchachada Nui, me hacía partirme el ojete, era medicina - ahora no. He visto unos capítulos hoy ya que estoy enfermo en cama, y bueno, bien pero sin más.

Nunca había visto el abismo de tan cerca, y desde entonces todo gira alrededor, y es una mierda, hombre. Que no quiero tomármelo en serio. Que se vaya ya.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Jodido

Estoy jodido.

El taller de este fin de semana me ha dejado hecho una mierda, además de algunas otras cosas.
Estoy liado con cosas de un piso. Hacía tiempo que no me sentía tan bajo, y además tengo una fiebre que empezó ayer atacando a la garganta. Tenía una cita con un director de banco y no he ido, me he quedado en casa. Viendo la tele para más inri.

No tengo mucha fiebre, sólo décimas - pero lo que me preocupa es qué coño pasa. Por qué me siento así. El terapueta dijo en el taller, contra mi frase de "no sé" que en realidad sí que sé pero no me quiero hacer cargo, no me quiero responsabilizar. Que en el fondo sí que lo sé.

Y yo estoy liadísimo, porque varias cosas me parecen verdad y a la vez mentira.

Estoy viviendo estas vacaciones, que hay que joderse qué vacaciones, en casa de mis padres - donde pasé mi mala temporada en el pozo. No sé si el escenario tendrá algo que ver. Sin embargo la semana pasada yo me sentía bien, sabiendo lo que quería.

Aunque ya le dije a mi ¿ex? que se acababa la cosa, ella sigue empeñada en que no. Me prepara cosas muy chulas, de esas cosas románticas que a mí me ablandan. Celebramos el sábado que hace un año que nos conocemos, y para eso ella me había ido dando pistas durante este mes. Al final la sorpresa incluyó pasar la noche con ella en un hotel, casi como una encerrona, a la que me rendí una vez allí. Me dije, carajo, vamos a disfrutar de esto porque es cierto, ella es una persona muy especial en mi vida en el último año (desde que la conozco) y para lo bueno y lo malo, es algo que celebrar. Pero, aunque lo pasé bien, creo que no me respeté lo suficiente. No tuve valor de dejarla ahí con todo lo que había montado - sí, lo veo un poco como un chantaje, un dulce chantaje, pero chantaje.

El día anterior ya me había dicho de quedar, le dije que no, que me iba a retrasar, y noté en su mensaje que se había molestado - pero no le respondí. Usaba ese lenguaje eminentemente femenino de "quería quedar contigo porque bueno da igual". Como no quedamos, ella se comió lo que había guardado para mí. Me lo contó sin rabia ni nada, eso sí.

Hoy me llama a la hora de comer. Claro, qué tipo de distancia es esta? ¿En qué nos diferenciamos de una pareja? Ella va a lo suyo claro, "lucha por lo que quiere" según ella. Sin embargo, yo lo que quiero es estar solo, sin ella durante un tiempo, porque me agobio, porque no veo si está tan cerca, y no puedo verla sino tener deseos de quitármela de encima. Yo soy fácil de agobiar, de acuerdo. Por eso me siento culpable también. Pero cojones, es lo que hay.

El taller estuvo bien. Se tocaron temas de grupos, teoría de grupos y su evolución que espero comentar con más tiempo otro día.

En el taller, interpreté dos personajes en dos psicodramas. Por alguna razón me eligieron como padre dos de tres veces. Pensé "como me elija de padre en el tercero, creo que me caigo al suelo", en serio, estaba muy agobiado. Hasta salí al baño simplemente a mojarme la nuca y la cara... además estaba paralizado, porque todo me molestaba pero era incapaz de decirlo o tomar acción aparte de eso.

Quería decirle al terapeuta que su voz me molestaba. Tenía rabia dentro, podía sentirla... y como no decía nada, me dedicaba a pensar por qué me molestaba, qué tenía de malo su voz. Era hipnótica y adormecedora, pero además me parecía falsa ese rato, me parecía manipuladora desde la suavidad. Esa voz tan delicada que si permea, genera o bien entrega a esa dulzura, o bien rabia(como a mí) porque intenta tomar el control anegando el ambiente. El papel de estar de vuelta de todo, paternalista.

Sentí en un momento, a partir del cual me rayé, que no se me entendió. El terapeuta hablaba como si yo fuera el personaje, como si lo que yo dijera lo pensara. ¡Cojones, no! Ya me costaba bastante ponerme en ese personaje, que intenté construir según como yo me imaginaba que era ese personaje, y según un par de directrices dadas. Algo de mí habrá - pues supongo, pero ni yo soy así, ni pienso eso (de hecho mi pensamiento está en las antípodas de aquello que dije - pero era el personaje el que hablaba, si no, qué coherencia es esta). Yo sin embargo, al estar bajo de energía y contagiarme de esa quietud paralizante, no dije nada y me quedé pensando. Lo que yo quería decir se me cortó, no se me entendió, estaba confundido y así me quedé, y arrastré ese estar jodido toda la tarde. Con el trancazo que tengo, no me extraña: lo estaba incubando, ahora lo veo.
Aun con todo, tengo la impresión que de haber sido de otra manera el taller, y no haber quedado con mi ¿ex? después, no estaría enfermo. Me cuesta descansar, porque mi cabeza se raya. Y se raya en un momento crucial. Y me siento solo, y no me sale dejarme acompañar. Y me pongo a ver la tele todo el día, sin mucha cosa que ver, además. Lo de siempre, vamos.

Y ahora que los chicos del basket ya no están para tener algo con lo que sentirme identificado, ¿qué se puede ver en la tele más que mierda? Me pasa en todos los torneos internacionales que juega la selección de basket: siempre los sigo como si fueran mis hermanos porque me encanta ese equipo. E€sta vez estoy de acuerdo con Zapatero: enseñan a vivir.

Conté mis temas a mis compañeros, respecto de mi ¿ex? y me sentí juzgado, y puesto en tela de juicio. Sí: la mayor parte de personas a quien se lo conté eran mujeres. De quien recibí consejos de "lo que tienes que hacer" fueron sólo ellas. Ellos escucharon. Me pareció que cada cual personificaba en su caso, en lo que cada cual quiere en su vida real, como si yo fuera su pareja, como si ellas fueran mi ¿ex?.
Puede que por eso se recomiende trabajar con terapeutas del mismo sexo.

Hoy mi ¿ex? me había dicho de quedar, le he dicho en un mensaje que estaba enfermo y quería estar solo. Inmediatamente después me llama, a ver qué tal estoy. Después de mandar el mensaje, ya pensaba yo, "seguro que llama". Y me entraban ganas de decirle "¿pero no te he dicho que quiero estar solo?". Sin embargo entiendo que ella esté preocupada y le he dicho eso, que estoy rabioso, que quiero estar solo, que no se preocupe. Y tampoco le he dicho que quiero poner distancia de verdad, de no hablarnos en dos meses o así... de tener distancia real, porque veo que la necesito. Veo que no la veo. Y veo que mentalmente me lanzo en brazos de otras, quizá por despecho, no sé. Ya tengo una pléyade de candidatas en mi cabeza, y eso no me gusta nada: parece ser volver a lo mismo de siempre, coño.

Me decían los compañeros que estaba resplandeciente (ver Mallrats de Kevin Smith) el domingo, y bueno, estaba de humor, pero había detrás todo esto. Nadie conoce a nadie, desde luego.

Entra mi hermano por la puerta, esto se cierra, hamijos.

Bueno, no. Vuelvo aquí a terminar.
Pues lo dicho. El taller me ha parecido espeso, aunque es verdad que me han gustado mucho las herramientas que nos han enseñado. Ha sido un taller a cuatro manos, y en momentos me ha parecido que el uno por el otro, la casa sin barrer. Eran poco intervencionistas y yo hubiera pasado a la acción en varias ocasiones en lugar de dejar a la gente discutir desde la cabeza durante diez minutos... de hecho, también me culpo por no hacerlo, por no ser espontáneo y saltarme las reglas, y hacer yo de terapeuta si yo creía que la situación requería esto. Nunca me atrevo, y creo que ya va siendo hora.

Por otro lado. Reencontrarme con la gente de mi ciudad de nuevo, me causó bienestar y agrado al principio. Sin embargo hoy estoy algo hasta los cojones de todo, llegando a pensar si era una buena idea comprarme piso aquí sin estar aquí, etc. Donde vivo, es cierto, no me siento como en casa. Pero aquí me siento exigido.
Por un lado quiero afrontar esta exigencia y saber luchar contra ella, y arreglar esto porque si no estará ahí enquistado siempre. Por otro lado, me da mucha pereza, aunque me parece cobarde. Es raro.

Ahora oigo entrar a mis padres y se me encoge un poco la tripa y quiero esconderme.
Espero que tarden en entrar. Oigo a los de basket celebrar su triunfo desde la tele del vecino. Esto se cierra por hoy.

martes, 15 de septiembre de 2009

La procesión va por dentro

Me fuerzo de nuevo a escribir.
Y tengo el corazón partío. En tiempo de soledad, autoimpuesta por ahora,

He vuelto a ver a mi ex, aunque "como amigos" - pero aunque el tono y las formas son diferentes, sigue estando ahí, haciendo acto de presencia en mi mente y por lo tanto esta distancia hace menos efecto. No me sale de decirle que lo que necesito es precisamente eso, espacio... no tardará el momento en el que lo diga, pero por unas razones que conozco perfectamente, "lo voy dejando".

Por otro lado sí me siento abierto para con todo lo demás, y me refiero a mujeres. Puede gustarme esta o aquella y no sentir ningún tipo de culpa, pero de vez en cuando sí aparece de nuevo mi ex, cuando estoy solo, por mi cabeza, y me vuelve el fantasma de "lo de ella es amor verdadero y de las demás no sabes", "ella nunca me dejará y me comprenderá y me querrá siempre, las demás no", etc. Como una madre, claro.

Pero el fantasma de dejarla y luego quedarme solo, y al tener cuarenta años y estar solo darme cuenta de lo mal que lo hice al no ver ese corazón tan grande, al no valorarla... es un fantasma que aparece de vez en cuando. Aunque yo lo mande al carajo al tiempo, sigue ahí.

Ayer me encontré casualmente con una amiga de hace mucho tiempo, que hace mucho tiempo que no veía. Siempre me gustó pero nunca intenté nada con ella. Además me gustaba de una forma más mejor de lo normal - creo que miramos los dos más en el mismo sentido. Y tiene un mirar que me hipnotiza, y es buena gente y de todo. Y pienso, ¡coño! con esta sí, por fin todo encajaría. (Me resulta curioso que hace una semana pensaba lo mismo de una compañera de trabajo - y me inquieta, en tanto que efímero e ilusorio).

Hoy la he llamado para ver si quería tomar algo, estaba liada, a ver cómo sigue la cosa. Espero no enterarme también de que tiene novio - pero mira, por ella no me importaría la distancia, no me importaría esperar... y eso me hace ver que con mi ex no siento eso (quizá con ella simplemente no me permito sentirlo, mi ego es demasiado grande y cabrón como para deshacerse de esta manera - y oye, mi ego es parte de mí también). El caso es que ando con más autoestima, espero, para dar más el coñazo e ir a por lo que de verdad me gusta. Siempre voy a tener un punto de autorrepresión y de no sentir = no conectar = no saber de verdad. Pero bueno, nadie es perfecto y menos el escritor de este tonto-blog.

Qué vacaciones más raras. Espero no rayarme, por ahora va bien pero no sé. Al menos no soy tan duro conmigo mismo.

Voy también tomando una decisión respecto a otros temas importantes de mi vida. Qué vértigo me da tomar decisiones de largo plazo. Dios!

PS. ¿Cuál ha sido el contrato vital en el matrimonio de mis padres? Todo matrimonio, todo proyecto de unión social conlleva tener que tragarte cosas, tener que aceptar cosas, tener que cambiar otras.

PPS. Me huelen las manos todavía a los maíces del bar. Hoy he ganado a los dardos la primera partida de paliza, luego he perdido de paliza la segunda. Me suele pasar.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Madalenas La Bella Easo

Esta semana me he sentido enamorar de nuevo. De una compañera de trabajo que conozco desde hace casi dos años. Estoy enamoradizo, y eso es bueno. En mi cabeza se han venido unas cuántas fantasías, e incluso un plan y un "esta vez vamos a por ello, en serio, confiando, y perseverando", "es lo que quiero y lo que me apetece: a por ella", "siempre ha estado ahí, siempre le he tenido una mezcla de respeto, miedo y atracción... pero hoy la he mirado mejor".

Hoy me he enterado marginalmente de que no venía a no-se-dónde porque tenía que recoger a su novio. Qué manera más puta de quitarle los sueños a uno, cojón.
Sin embargo, tampoco me lo he tomado tan mal como otras veces.
E igualmente, de un lado pienso: bueno, y qué? Ya veremos quién ríe el último. Pues sí. Ella es una persona muy interesante. Aunque siempre la había tachado mentalmente de loca, ahora me siento más abierto. Simplemente acepto que me gusta tal como es, sin pensar si está loca, si en el futuro va a darle algún tipo de movidas raras a la cabeza, o que qué tipo de madre es ésta para mis futuros hijos, no, no por Dios.
Exacto. NO POR DIOS. Cállate, hombre, y no me jodas.

En cualquier caso, puedo sentir más amor no sólo por ella sino también por más personas, sean hombres, mujeres o caballos.

Hoy me he ido a correr.
Me cuesta trabajo quererme tierno, en el día a día. Me he imaginado en un escenario cantando Porque te quiero de Serrat y llorando como una madalena.

Creo que unas películas que he visto hace poco me han abierto el corazón. No me gusta en el fondo, pero necesito de las películas para seguir creyendo en el ser humano, para aprehender, o re-sentir, esas sensaciones humanas que se me suelen olvidar. Esas calidades humanas, lo importante de la sinceridad, hacerse caso a sí mismo, mantenerse en uno, quererse al fin y al cabo. Cuidar ese amor propio como oro en paño, débil como lo es en mí y en muchos de nosotros los humanos. Sobre todo aquellos que nos decimos buenas personas, aunque en verdad no tenemos ni puta idea del bien y del mal y ni falta que hace. Me gusta el conocimiento, pero admito que es imposible.

Porque te quiero a ti,
porque te quiero,
dejé los montes y me vine al mar.

Ay, ay, ay que me da el tembleque. Y es que aquella historia no se volverá a repetir, ni por la grandeza y espectacularidad de la historia ni porque tengo putas ganas de, ay, ayayay, el tembleque. 3 años ya.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Momento memento

Es un momento raro.
Escuchando canciones de Tracy Chapman, me siento raro y con ganas de cagar.
Y sin ganas de escribir. Me obligo a escribir como ahora, porque me da pereza pero sé que luego me siento mejor. No quiere tocar hueso.

Me siento extrañamente en un sitio de nadie, salvo mío; en un no me importa pero sigo, tranquilo e intranquilo a la vez. Una calma chicha, antes de las vacaciones que me acabo de enganchar para desintoxicarme de la mierda.

Y encima, parece que vendo moral, en estos momentos complicados alrededor. A ver si puedo ir a dormir. Mi ¿ex? tiene una noticia que darme, pero "ya la llamaré mañana, hoy se me ha hecho tarde, esta forma tan cobarde, de no decirnos que no"(Sabina)

viernes, 4 de septiembre de 2009

Mucho cuidado

No creáis que llevo bien el no haber escrito durante unos días.

Especialmente porque hay mucho que contar.

Finde: más-que-charla dejando a mi novia, ella tomándoselo increíblemente bien(primero muchos lloros, pero luego extraña felicidad, y luego jugando, pasamos el mejor día que habíamos pasado juntos)... y yo no dejando de hablar con ella, incluso ayudándole y animándole para los exámenes.
Ayer: echaron a gente del trabajo, gente muy cercana. El novio de mi compi vino a casa y yo me sorprendí sintiendo celos como un niño, sin hablar con él más que un cordial saludo y encerrándome en mi cuarto.
Hoy: han echado a mucha más gente, y mañana son los exámenes de mi ¿ex? y estaba completamente negativa "no puedo, no, no, no puedo" y ha salido diciendo que va a darlo todo, vamos a ver mañana... nota para el ego: "si es que eres un gran terapeuta", me ha dicho. Toma, que ha costado una buena horeta conseguir ese estado.
Yo después, me acabo de ver un vídeo muy simpático de una japonesa muy educada haciendo una paja al aire, a ver si duermo más a gusto.
Y ahora, escuchando la canción ésta del Baute y la Marta Sánchez.
Vaya resumen.

domingo, 23 de agosto de 2009

El día después - tarde

Me voy durmiendo por los sitios.
No sé qué hacer.
La angustia está llegando. Pienso en ella, no está ahí; pienso en mí, yo no sé dónde estoy. Estoy perdido. Ella llamó ayer, quizá llame hoy. No sé qué pensar ni qué hacer.

Mi hermano y su novia vinieron hoy a comer, se fueron ya. Son estables, tranquilos y felices. Les envidio, qué cojones. Y pienso en si yo podría estar en su lugar - creo que no. Con ellos alrededor, siento que me vuelvo más depresivo y exigente. Me gustan mucho, pero no sé por qué, con mi hermano me sale la vena tensa y exigente, o bien la vena pasota.

No me siento realizado con mi trabajo.
No me siento en mi casa.
Y para colmo, la única persona que me quiere sin fisuras, la aparto de mi vida.

Esta es mi visión a veces, mi visión neurótica ya que sé que esto no es verdad. Hay mucha gente que me quiere (quizá no tanto? o quizá más?) y en esta ciudad no se está tan mal. Quiero decir que estos pensamientos negativos puede ser generados por mi estado actual de falta de apoyo, de cariño.

Mi mayor duda es que siento que estoy dando la espalda a lo profundo, y apostando por lo superficial. Esa es una apuesta que me parece equivocada. Y ahí pienso si me he equivocado.

Miro el órgano que me regaló ella, está ahora encima de mi cama. Tengo ganas de llorar.

"Si tú me dices ven, lo dejo todo" - dijo ella, aunque aun con todo, también dijo que como yo pensaba que no habría otra oportunidad, seguramente le dé una oportunidad a otro chico que se la está pidiendo desde hace un tiempo.

Yo no quiero caer en la tentación de volver por esa razón. ¿Se puede aprender a amar a una persona? Creo que sí. No quiero aferrarme a ella como a un clavo ardiendo... y no es que no la ame - porque creo que quizá sí podría si estuviéramos en la misma ciudad. Pero, ¿hasta cuándo?

¿Debería volver? ¿Tanto me jode la soledad?

Mierda. Creo que tengo que irme a correr esta tarde para despejarme...

PS. ¿Llamará ella de nuevo esta noche?

El dia después

Ayer, mientras ya estaba durmiendo, me despertó preguntándome si es que necesitaba tiempo, si ella seguía teniendo una oportunidad. Que ella quería seguir luchando por lo que quería. Si me tenía que esperar diez o cien años, me esperaría. Supongo que son cosas que se dicen en el momento - porque luego hay que ver cómo van saliendo las cosas.
Me pareció egoísta hacerle esperar, aunque en el fondo piense que sí que la hay, le dije que no.

Una oportunidad siempre puede haber para todo: el futuro no se conoce.
Pero tiene más sentido centrarnos en el presente ahora, y el futuro ya se verá. Si algún día nos encontramos en el camino de la vida, y queremos juntarnos de nuevo, pues adelante. Si no, pues nada. Pero ahora mismo, no podía ser.

Acabo de ducharme y en medio de la ducha me he puesto a llorar. Sigo muy triste, especialmente cuando pienso en todo el amor roto de ella, y lo que me pierdo. La veo como una persona que siempre estaría ahí a mi lado, a las duras y a las maduras. Hay pocas de ésas. Por eso me siento culpable y mal conmigo mismo, y triste.

Por otro lado pienso que he hecho lo que tenía que hacer, que con la alternativa que sería seguir, sólo nos haríamos daño y retrasaríamos la decisión.

Intento no mirar para atrás, porque mirar para atrás me pone muy triste. Mirando para atrás quizás sí atraviese mejor el duelo - pero no quiero meterme en un agujero y abandonarme al dolor. Si hay que llorar se llora, vale.

Intento centrarme en el presente y pensar en ella lo menos posible. No sé si es la estrategia correcta. De todas maneras el corazón me duele ligeramente, pero bueno... intento forzar lo menos posible y mantenerme en el presente. De un lado también me siento aliviado, e intento centrarme en esa parte. Ya que ahí sí se puede trabajar, pero lo otro, pasado está. Qué lío, cuánta palabrería.

Me dijo que una de las cosas que le enamoró de mí es que yo soy bueno. Que nunca me vio malicia. Nunca hice daño porque sí. Sí, me cuesta sacar lo malo. No es que no esté - es que no se ve. Cuando llegué a la formación Gestalt, una de las cosas que dije es que quería ser más malo (y no era el único). Y en el último taller, la terapeuta me hizo hacer de diablo y dijo que siendo "malo" me salía una creatividad y diversión muy buenas - que debía explorar más eso de ser malo. Dejarme ser malo.

Por cierto, estando solo me cuesta hacer cualquier cosa. Antes de hacerla me pregunto ¿para qué? Y me da pereza hacerla, me resisto. Sea arreglar esto (que si es necesario lo hago pero a disgusto por dentro), ver tal película, hacer esto... como que nada es para mí, nada me aporta nada. Vacío. Es preocupante.

Quizás sea el trabajar, lo que nos hace libres, como ponía Hitler en la entrada de sus campos de concentración, Arbeit macht frei. Ilusión cero, Desgana uno.

Tirando del hilo, también pienso que es que quizás he llegado al punto donde ya no hay nada, nada, excepto las personas. Que lo que necesito es simplemente, familia, amigos, sentirme querido y querer, y que ese es el propósito de la vida, y que eso es lo que trae, si no la felicidad, al menos la paz.

Recuerdo que decía Eckhart Tolle en un libro "no te garantizo que esto te traiga la felicidad, pero sí mejorará tu paz interior".

Ahora mismo me paro y respiro. Me miro las uñas. Dejo que la brisa de la terraza me acaricie los brazos, el pecho, las mejillas. Todavía estoy afectado por la descarga emocional de ayer.
Me toco la barriga, y me la meneo y juego con ella. Me acuerdo de que hacía lo mismo con mi ahora-ex, X. Una de las cosas que más me ponía, sexualmente, de ella, era la barriguita. La visión de su barriguita y sus pechos.

Bueno, no sé. Creo que voy a dejar de escribir ya por ahora. Vaya parrafada. En un rato viene mi hermano de visita, a comer, estoy esperando su llamada - a ver cómo acceden a la ciudad.

Como voy a estar triste, fácil que sea monotema la conversación, aunque bueno, como ellos también tienen cosas que contarme... espero no estar demasiado a mi bola - pero es una buena oportunidad de centrarme en el presente.

Recuerdo que hemos quedado para vernos con X este fin de semana que viene, por vernos una última vez en persona. Ahora amanece mi compi de piso y me acelero y quiero que no vea esto, así que chapo. Que estupidez, pero bueno, asín es la vergüenza.

sábado, 22 de agosto de 2009

Yo me la pierdo

Y llegó el momento.
Mi novia ya no lo es. He llorado y ella también, triste hacerlo por teléfono, pero bueno. Ahora ya está hecho. Adelante con los faroles.

Me dispongo a encontrarme. Antes de eso, seguramente tendré que pasar un buen infierno. Hoy me encuentro, cansado, con dolor de cabeza, pero con el convencimiento de haber hecho lo que tenía que hacer.

¿Cuánto la echaré de menos? Ya se verá.
¿Podré superar esa soledad? Más se perdió en Cuba. Por ahora mantengo el sentido del humor, aunque habrá que ver cómo va la semana.

Ella ha sido muy importante para mí, de hecho la persona a la que le he contado mis mayores miserias durante este año (exceptuando algunas otras grandes miserias descritas solamente en este blog). Tiene un corazón que ni Miguel Induráin. Es lo que se dice una buena persona, toda ella buenos sentimientos, de hecho me culpo por no saberla querer, porque, y es absolutamente cierto, yo me la pierdo.

Pero qué le vamos a hacer. Seguramente yo no merezco saber quererla. Y aseguro a quien la sepa querer, que tendrá una vida feliz a su lado.

Me parecía la persona ideal con la que formar una familia. Pero ahora no estoy formando una familia: me estoy formando a mí mismo. First things first.

Quiero dormir y pensar lo menos posible en ella, pobre. Seguro que llega el momento y lloraré igual, así que a ver si por lo menos hoy puedo dormir. Mañana ya veremos. Me veo dentro de un rato escribiendo otro post aquí, insomne - esperemos que no llegue la sangre al river.

De tanto desgaste emocional, estoy reventado.

PS. Hoy me ha dicho, antes de hablar de la relación hemos estado dos horas hablando de otras cosas, que tengo casi todos los síntomas de la adolescencia. Creo que ha dado en el clavo: esto es una regresión. Bueno, eso lo tengo claro desde hace más de un año, pero bueno, parece que todavía sigue ahí.