domingo, 16 de noviembre de 2008

Diario de a bordo

Tengo este diario un poco abandonado, y en realidad es ahora cuando debería seguir con él. El caso es que ahora en mi nueva casa, mangamos internet y me llega mal y se corta mucho, Sirva como mala excusa para no tener que actualizar esto mucho contando cómo estoy.
Ahora mismo tengo esa tensión estomacal que suelo tener. Quizá por falta de movimiento, al fina y al cabo somos animales como los perros del César Millán y lo primero que hace con los perros es cansarlos, pues esto debe ser parecido, porque al estar to el dia vagueando, pues no termino de estar contento. Necesito acción, será.
También me noto que tengo mucha pereza para las cosas, para ponerme a pintar, o a hacer algo de música...
Por lo demás, pues bueno, el viernes salí y el sábado sí me noté relajado y conectado con el mundo, más o menos. Me dolía la cabeza, pero me sentía muy relajado, como si todo estuviera bien. Me fui a pasear por la playa y a mirarme un ordenador porque este es muy lento...
En la playa había un tío el pelotas, tomando el sol, a estas alturas de noviembre - eso es lo de menos - pero el caso es que recordé lo fantástico que es desnudarse al sol, a la naturaleza y al mundo. Y bañarse desnudo en el mar, es una sensación encantadora.
Tuve un pensamiento de quitarme la ropa y bañarme, pero ni tenía toalla ni nada, asi que no lo hice - ni tampoco me quité los zapatos para andar descalzo por la arena. Que luego es un coñazo...
Me siento raro escribiendo aquí, de nuevo, pero todo es empezar.
Por supuesto, no me he leído el libro de Pavlina todavía. Aún no lo tengo impreso, no tengo impresora y leer en el ordenador es una mierda.
Ayer, me quedé en casa de tranqui viendo una peli. Noto que aún no recupero el placer de ver peliculas que yo solía sentir. Debe ser porque para mí ahora la barrera entre ficción y realidad es más difusa.
El otro día hablaba con un compañero de trabajo, y eso decía el - que en el neurótico/psicótico, la diferencia entre pensamiento y acción se reduce cuanto más neurótico está uno.
El otro día, el viernes, y últimamente, vengo hablando de temas como la economía, el estado de las cosas, el establishment, etc. Hay un compañero de rabajo que también está muy interesado por estos temas y nos marcamos unas tertulias que no los de la radio. De hecho hemos descubierto que podemos hablar de cualquier tema que se nos ponga en la mesa, con cerveza de por medio. O sin ella. Da igual. Y es divertido.
En general me siento a medio gas, me cuesta mucho estar continuamente conectado. Así que opto por pasar de las cosas de alrededor, para no tenerme que involucrar y para no tener que serme fiel a mi mismo (es la excusa que intuyo que está detrás).Es un sacrificio velado para no molestar, y a la vez para no sentirme rechazado por los demás. Creo. Es curioso. El caso es que yo no sé cómo soy ni quién soy, por lo tanto me cuesta ser yo mismo.
Escribir este texto me ha costado media hora de reloj, no por el tiempo de edición, sino por los cortes de internet, y el hecho de que le cuesta a este trasto unos 20 segundos cerrar una pestaña... asi que termino ya que esto da pampurrias.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Sigo vivo

Que sigo vivo, eh! pero muy ajetreado y sin internet estable en casa.
Espero poder escribir más por aquí en breves. Son muchas cosas que contar y poco tiempo...
Saludos.