domingo, 23 de agosto de 2009

El día después - tarde

Me voy durmiendo por los sitios.
No sé qué hacer.
La angustia está llegando. Pienso en ella, no está ahí; pienso en mí, yo no sé dónde estoy. Estoy perdido. Ella llamó ayer, quizá llame hoy. No sé qué pensar ni qué hacer.

Mi hermano y su novia vinieron hoy a comer, se fueron ya. Son estables, tranquilos y felices. Les envidio, qué cojones. Y pienso en si yo podría estar en su lugar - creo que no. Con ellos alrededor, siento que me vuelvo más depresivo y exigente. Me gustan mucho, pero no sé por qué, con mi hermano me sale la vena tensa y exigente, o bien la vena pasota.

No me siento realizado con mi trabajo.
No me siento en mi casa.
Y para colmo, la única persona que me quiere sin fisuras, la aparto de mi vida.

Esta es mi visión a veces, mi visión neurótica ya que sé que esto no es verdad. Hay mucha gente que me quiere (quizá no tanto? o quizá más?) y en esta ciudad no se está tan mal. Quiero decir que estos pensamientos negativos puede ser generados por mi estado actual de falta de apoyo, de cariño.

Mi mayor duda es que siento que estoy dando la espalda a lo profundo, y apostando por lo superficial. Esa es una apuesta que me parece equivocada. Y ahí pienso si me he equivocado.

Miro el órgano que me regaló ella, está ahora encima de mi cama. Tengo ganas de llorar.

"Si tú me dices ven, lo dejo todo" - dijo ella, aunque aun con todo, también dijo que como yo pensaba que no habría otra oportunidad, seguramente le dé una oportunidad a otro chico que se la está pidiendo desde hace un tiempo.

Yo no quiero caer en la tentación de volver por esa razón. ¿Se puede aprender a amar a una persona? Creo que sí. No quiero aferrarme a ella como a un clavo ardiendo... y no es que no la ame - porque creo que quizá sí podría si estuviéramos en la misma ciudad. Pero, ¿hasta cuándo?

¿Debería volver? ¿Tanto me jode la soledad?

Mierda. Creo que tengo que irme a correr esta tarde para despejarme...

PS. ¿Llamará ella de nuevo esta noche?

El dia después

Ayer, mientras ya estaba durmiendo, me despertó preguntándome si es que necesitaba tiempo, si ella seguía teniendo una oportunidad. Que ella quería seguir luchando por lo que quería. Si me tenía que esperar diez o cien años, me esperaría. Supongo que son cosas que se dicen en el momento - porque luego hay que ver cómo van saliendo las cosas.
Me pareció egoísta hacerle esperar, aunque en el fondo piense que sí que la hay, le dije que no.

Una oportunidad siempre puede haber para todo: el futuro no se conoce.
Pero tiene más sentido centrarnos en el presente ahora, y el futuro ya se verá. Si algún día nos encontramos en el camino de la vida, y queremos juntarnos de nuevo, pues adelante. Si no, pues nada. Pero ahora mismo, no podía ser.

Acabo de ducharme y en medio de la ducha me he puesto a llorar. Sigo muy triste, especialmente cuando pienso en todo el amor roto de ella, y lo que me pierdo. La veo como una persona que siempre estaría ahí a mi lado, a las duras y a las maduras. Hay pocas de ésas. Por eso me siento culpable y mal conmigo mismo, y triste.

Por otro lado pienso que he hecho lo que tenía que hacer, que con la alternativa que sería seguir, sólo nos haríamos daño y retrasaríamos la decisión.

Intento no mirar para atrás, porque mirar para atrás me pone muy triste. Mirando para atrás quizás sí atraviese mejor el duelo - pero no quiero meterme en un agujero y abandonarme al dolor. Si hay que llorar se llora, vale.

Intento centrarme en el presente y pensar en ella lo menos posible. No sé si es la estrategia correcta. De todas maneras el corazón me duele ligeramente, pero bueno... intento forzar lo menos posible y mantenerme en el presente. De un lado también me siento aliviado, e intento centrarme en esa parte. Ya que ahí sí se puede trabajar, pero lo otro, pasado está. Qué lío, cuánta palabrería.

Me dijo que una de las cosas que le enamoró de mí es que yo soy bueno. Que nunca me vio malicia. Nunca hice daño porque sí. Sí, me cuesta sacar lo malo. No es que no esté - es que no se ve. Cuando llegué a la formación Gestalt, una de las cosas que dije es que quería ser más malo (y no era el único). Y en el último taller, la terapeuta me hizo hacer de diablo y dijo que siendo "malo" me salía una creatividad y diversión muy buenas - que debía explorar más eso de ser malo. Dejarme ser malo.

Por cierto, estando solo me cuesta hacer cualquier cosa. Antes de hacerla me pregunto ¿para qué? Y me da pereza hacerla, me resisto. Sea arreglar esto (que si es necesario lo hago pero a disgusto por dentro), ver tal película, hacer esto... como que nada es para mí, nada me aporta nada. Vacío. Es preocupante.

Quizás sea el trabajar, lo que nos hace libres, como ponía Hitler en la entrada de sus campos de concentración, Arbeit macht frei. Ilusión cero, Desgana uno.

Tirando del hilo, también pienso que es que quizás he llegado al punto donde ya no hay nada, nada, excepto las personas. Que lo que necesito es simplemente, familia, amigos, sentirme querido y querer, y que ese es el propósito de la vida, y que eso es lo que trae, si no la felicidad, al menos la paz.

Recuerdo que decía Eckhart Tolle en un libro "no te garantizo que esto te traiga la felicidad, pero sí mejorará tu paz interior".

Ahora mismo me paro y respiro. Me miro las uñas. Dejo que la brisa de la terraza me acaricie los brazos, el pecho, las mejillas. Todavía estoy afectado por la descarga emocional de ayer.
Me toco la barriga, y me la meneo y juego con ella. Me acuerdo de que hacía lo mismo con mi ahora-ex, X. Una de las cosas que más me ponía, sexualmente, de ella, era la barriguita. La visión de su barriguita y sus pechos.

Bueno, no sé. Creo que voy a dejar de escribir ya por ahora. Vaya parrafada. En un rato viene mi hermano de visita, a comer, estoy esperando su llamada - a ver cómo acceden a la ciudad.

Como voy a estar triste, fácil que sea monotema la conversación, aunque bueno, como ellos también tienen cosas que contarme... espero no estar demasiado a mi bola - pero es una buena oportunidad de centrarme en el presente.

Recuerdo que hemos quedado para vernos con X este fin de semana que viene, por vernos una última vez en persona. Ahora amanece mi compi de piso y me acelero y quiero que no vea esto, así que chapo. Que estupidez, pero bueno, asín es la vergüenza.

sábado, 22 de agosto de 2009

Yo me la pierdo

Y llegó el momento.
Mi novia ya no lo es. He llorado y ella también, triste hacerlo por teléfono, pero bueno. Ahora ya está hecho. Adelante con los faroles.

Me dispongo a encontrarme. Antes de eso, seguramente tendré que pasar un buen infierno. Hoy me encuentro, cansado, con dolor de cabeza, pero con el convencimiento de haber hecho lo que tenía que hacer.

¿Cuánto la echaré de menos? Ya se verá.
¿Podré superar esa soledad? Más se perdió en Cuba. Por ahora mantengo el sentido del humor, aunque habrá que ver cómo va la semana.

Ella ha sido muy importante para mí, de hecho la persona a la que le he contado mis mayores miserias durante este año (exceptuando algunas otras grandes miserias descritas solamente en este blog). Tiene un corazón que ni Miguel Induráin. Es lo que se dice una buena persona, toda ella buenos sentimientos, de hecho me culpo por no saberla querer, porque, y es absolutamente cierto, yo me la pierdo.

Pero qué le vamos a hacer. Seguramente yo no merezco saber quererla. Y aseguro a quien la sepa querer, que tendrá una vida feliz a su lado.

Me parecía la persona ideal con la que formar una familia. Pero ahora no estoy formando una familia: me estoy formando a mí mismo. First things first.

Quiero dormir y pensar lo menos posible en ella, pobre. Seguro que llega el momento y lloraré igual, así que a ver si por lo menos hoy puedo dormir. Mañana ya veremos. Me veo dentro de un rato escribiendo otro post aquí, insomne - esperemos que no llegue la sangre al river.

De tanto desgaste emocional, estoy reventado.

PS. Hoy me ha dicho, antes de hablar de la relación hemos estado dos horas hablando de otras cosas, que tengo casi todos los síntomas de la adolescencia. Creo que ha dado en el clavo: esto es una regresión. Bueno, eso lo tengo claro desde hace más de un año, pero bueno, parece que todavía sigue ahí.

Dirección postal

Me levanto esta mañana con algo de angustia de nuevo.

Sin embargo, no le echo las culpas a nadie. Me parece ver claro lo que pasa: no tengo un plan de vida. Un plan de largo plazo.

No sé qué quiero hacer en la vida, ni siquiera sé
El corto plazo, me crea inquietud sin tener una dirección.

¿Qué sería tener una dirección? Un algo adonde dirigirse. Por ejemplo, una opción sería ser terapeuta, pero ni esto tengo claro que quiera ser.

Se trata de una opción vital. Un algo que ser. O no ser nada, pero saber que se es nada, aceptarse ser nada. Yo siento que me falta.

Por ejemplo, no tengo hobbies. Sé lo que es un hobby, porque he tenido muchos. Me encantaba dibujar, escribir, etc. en el pasado. Es algo que simplemente, por hacerlo te sienta bien. Y te tranquiliza, porque sabes que está ahí, aunque en este momento no puedas dedicarle tiempo. Ahora mismo, lo más parecido a un hobby es escribir este diario. Ni me gusta mucho ningún otro hobby, ni me entrego tampoco a él.

Y no le echo las culpas a mi novia, ni a que yo esté entre decisiones importantes en mi vida. Lo que veo es que me cuesta mantener el timón de mi vida, sin injerencias externas, y eso debe ser porque no me valoro mucho, no estoy en contacto con lo que yo quiero. Por ejemplo tengo varios cruces de intuición ahora y no me aclaro.

Algo que me descoloca también es pensar que mientras pasa el tiempo y no encuentro mi sitio en este mundo (sitio en todos los sentidos) estoy perdiendo el tiempo, así que nace una especie de estrés, de angustia. Me cuesta pensar claramente, desde estas últimas veces que me sentía más centrado en mí, me he ido deteriorando un poco, mis sentimientos se han ido metiendo para dentro. Quizás tenga mucho que ver lo que ha pasado con mi novia durante esta semana... hablamos pero no de lo esencial, ella llora por telefono pero dice que no pasa nada...

Y mientras escribo esto, me ha llegado un mensaje de mi novia, que dice que esto no va bien. Que me quiere, pero que no siente que yo sienta lo mismo y esto le destroza por dentro. Y ya sentía esto por su parte, pero por debajo, por eso vengo pensando que lo mejor es dejarlo.

Y me gustaría sentirlo, y me culpo por no hacerlo, y tengo ganas de llorar. Todos los días tengo ganas de llorar. Si soy un tío emocional, me siento débil; si soy un tío más marmolillo, siento que me pierdo algo esencial en la vida, las emociones reales.

Con mi novia es, últimamente, con la única que a veces me sale el lado tierno, y me pongo a llorar. Con ella me siento abrazado, no juzgado... cosa que no siento conmigo porque me cuesta llorar sin nadie (de confianza) delante.

Por eso me parece que cuando lo quiero dejar con mi novia, le doy la espalda a la emoción, a la ternura. Y me culpo. Pero continuar esto tal como estamos, tampoco me satisface en el día a día. Pero me parece que estoy desperdiciando ese amor, que a medida que pasa el tiempo es más difícil de conseguir.

Me aterra un tanto el quedarme solo. Ya noto, durante los últimos días, que eran como un training de estar sólo, cómo mi perspectiva de las cosas se ennegrece. Olvido lo bueno, veo lo malo. Y tengo visita la semana que viene, y el corazón me duele y quiero ver a mi novia para hablar del tema, y no pensé que era tan difícil... pensé que lo tenía claro.

Tengo miedo de que por esto, me venga abajo. Pero por miedo a esto no puedo seguir en una relación - tiene que haber algo más. Tengo que sobrepasar este miedo, o al menos es lo que quiero.

PS. Por cierto, no veo así lo de que me pueda ligar a la que me dé la gana, ni mucho menos, pero gracias por la confianza :)

miércoles, 19 de agosto de 2009

Todo bien

Un día de transición, asentándome en este nuevo trono sobre el que me siento sentarme.
Esto es bueno.
Pero así mismo, entra la sensación de pérdida.
Mi ex me llama, para ver cómo estoy. Me gusta. Tengo fantasías con ella. Ya estamos. Cuando no siento con ella el compromiso, ni ninguno de esos pesos, lo paso biien con ella, sobre todo en la cama. Me gusta su cuerpo, es como un hogar, y más ahora que está más centrada (parece tontería pero no lo es). Mierda, Dios, dime que no vamos a volver.
Mi novia no me llama. Está bien, aunque se masca la tragedia. Luego la llamaré. Tiene exámenes la pobre y está que no se le queda nada. Estresadica perdía. A ver cómo le digo que este finde tampoco voy para allá.
Yo ayer fui a ver a Manel, un amigo vino a dormir a casa, y nos hemos ido pal currel.
Ha estado bien.
El día ha sido productivo, ha estado bien - pensaba hacer más cosas en el curro pero tira que te va. No me siento especial, pero cada vez siento menos la necesidad de hacer un monton de cosas para aceptarme.
Y por otro lado, sí me siento más lleno, y siento que cuando ando, mi cuerpo no deja tan atrás a mi alma.
Luego creo que me iré a correr un poco por la playa, y quizá a bañarme como a mi me gusta después.
Además, estoy empezando a bajarme pelis (de nuevo, tras dos-tres años de pasotismo).
No sé qué haré esta semana, que vendrán mi hermano y su novia de visita.
Mi compañera de piso, se queda en el piso. Hace tiempo que no hablaba con ella con tiempo, sintiendo que de verdad tenemos ganas de hablar. Lo malo que igual no quedan más cojones que tomar yo el contrato. Uf. Por otro lado creo que tenemos ya compañero - si hacemos esto, está todo ya resuelto. Todo, menos elegir qué habitación me quiero quedar. La grande, como tiene armario y un baño, no deja sitio para una mesita. Ahora entiendo por qué mi compi se salía siempre al salón!!
Me tengo que comprar un ... un qué? Ya se me ha olvidado. Una base para un par de plantas y mi Kumquat, eso sí. No, era otra cosa... pero no me acuerdo.
Ah sí, un algo para ir a una boda. ¿Por qué se casará la gente? Qué coñazo. Lo deben hacer por joder. Na, es broma, si se quieren casar que se casen. Les doy permiso. Iban a ser felices igual, pero bueno, quieren también hacer feliz al ego de sus padres. O bien no ser diferentes. Todo bien.

PD Dentro de un mes empezaré de nuevo el curso de Terapia Gestalt. La psicoterapia, la psicología, los sueños, las explosiones, los lloros, los abrazos... los autobuses.

domingo, 16 de agosto de 2009

Conexiones, Aquiles y la tortuga

Quizás necesito estar más conectado a la gente, a mis amigos.

Acabo de ver la película Aquiles y la tortuga, de uno de mis directores favoritos, Takeshi Kitano.
La peli no está mal, y deja un buen sabor de boca pero lo que a mí me interesa es la reflexión que hace sobre el mundo del arte.

El protagonista tiene la obsesión de pintar desde pequeño. Cuando crece le dicen que sus cuadros son poco originales, y que tiene que estudiar arte. Él se va esforzando por encontrar la esencia del arte, según lo que le dicen los marchantes de arte, que no compran sus obras. Pero lo hace imitando. En el proceso cuenta con una mujer muy comprensiva (una ayudadora) que le acompaña en sus aventuras artísticas, cada vez más descabelladas - aunque sigue sin ser original porque esas mismas mierdas las habían hecho ya otros antes, o bien las hace mal.

Como viene siendo habitual últimamente, asocio todo lo que veo o bien a yo o a . Me pongo en lugar del Takeshi, de niño (yo era muy creativo y original de crío, un torrente de imaginación y también de estudio - para mí todo era uno: entender las cosas) pero como nos pasa a muchos, se va perdiendo por el camino, ya sea por caída de la autoestima, falta de confianza en uno o en el arte, etc. Y asocio esa relación a la que yo puedo tener con mi novia actual: como me quiere mucho y me admira, me parece que ella consentiría mis mierdas artísticas e incluso podría acompañarme en ellas, por amor. Y me digo, ¿vale la pena explorar ese camino? Miedito.

Me he quedado un poco agridulce en lo personal, un poco nervioso y melancólico tras ver la película. Descontento con mi vida, vaya. Yo me imaginaba de niño pasando mi tiempo libre pintando, más feliz que una lombriz. Y ya ves. En qué me he convertido. Ese es otro tema.

Y para enlazar con la primera frase - luego, una antigua vecina que he encontrado en el Facebook me ha agregado y me ha dejado un mensaje. Nunca fuimos grandes amigos pero nos caímos bien. Y sólo esto me ha dado gusto, paz y tranquilidad.

PD. Y de nuevo, ¿qué hago yo aquí?

Cines Angustia

Hoy me ha echado el calor de la cama. Es agobiante a según qué horas. Sólo se aguanta después de haber hecho el amor, cosa que no hago muy a menudo. Tengo ganas de hundir mi polla en un buen chochel, despacio, pero profundamente, y poco a poco.

DIcho esto, me he levantado con angustia, aunque menos que otros días. El pensamiento, que he anotado por si se me olvidaba, ha sido:

Me acabo de despertar y siento un vacío enorme.
Y no sé para qué estoy viviendo.
¿Qué coño hago con mi vida?
¿Qué dirección tiene?
Voy dando tumbos, fruto de la inercia y de la casualidad.
Siento mi estómago molesto.
Parece que todavía no he comprendido
que la vida es un sinsentido.
Si me meto en el piso, eso me fuerza a tener que trabajar forever, es decir que no puedo por ejemplo tomarme un año sabático, estudiar otro año, hacer un máster... porque hay una hipoteca por pagar.
Pero en realidad si ya viviera allí, sería como un alquiler más o menos, sólo que si me fuera no-se-dónde, tendría que seguir pagándolo.

Esto es lo que he escrito.
Y sigo sin encontrarle mucho sentido a nada, pero estoy tranquilo ahora, y quiero estar tranquilo hoy. Quizá me ponga a ver películas, que es algo que no me permito mucho por la siguiente espiral de pensamiento:
- Si me pongo a ver películas, es posible que vea muchas, demasiadas.
- Si eso ocurre, me engancharé al cine. Viviré a través del cine. Corro el peligro de escudarme en eso y no vivir en la realidad (sea lo que sea lo que eso significa).
- No quiero vivr en la fantasía.
Con estas premisas, se ve claramente la culpa intrínseca. Si le añadimos que no es algo productivo, ya tenemos el mix.

Sin embargo, contra todo esto, hay una receta:
- Me gusta

Que borra a las demás de un plumazo. Espero.

PS. Me entra sueño.

¿Terapia Gestalt o diario?

Ultimamente utilizo este blog como diario. Me importa un pijo si lo lee la gente.

¿Seguro?

Bueno... seguro no. Porque si no, podría escribirlo para mi, y solamente leerlo yo. Pero no sería lo mismo. Necesito vuestros ojos, lectores, quiero saber qué piensan ustedes. Aunque si no dicen nada, también está bien, y yo sigo a lo mío.

También veo que tiene poco que ver estrictamente con la psicoterapia Gestalt, a pesar del título. Este año no estoy haciendo las memorias, sin embargo últimamente estoy plasmando aquí mis sentimientos, emociones y demás cascaruja. Justificación, sí, ya. Últimamente me voy acordando más de esa obligación de hacerlas. Aunque es cierto que habría que hacerlas en el momento: ahora pierden algo de sentido, ya que estaría hablando desde el momento actual, no desde entonces. El punto de vista es diferente.

Me gustaría hacer más aportes de teoría de Gestalt, eneagrama, u otras cosas, pero bueno, lo importante es lo que sale de dentro, lo otro es accesorio.

viernes, 14 de agosto de 2009

Mucha tristeza

Ayer subí una montaña y hoy estoy triste.
Ayer por la noche tuve de nuevo una charla con mi novia, acerca de que ella quiere oirme todos los días, y yo sólo a veces.
Yo tengo días que no me apetece hablar con ella, sin embargo ella simplemente llama por oír mi voz. Y me parece muy bonito, un tanto agobio también, pero claro tampoco es cosa de estar como casi todas las veces que llamamos, una hora al teléfono. Ayer, le dije que estaba reventado del viaje y al final acabé más pito que un ajo, ya que empezamos a hablar de lo nuestro...

Pero hoy estoy triste, mucho. Tengo día libre, y estoy en casa que no sé qué hacer. Hace un calor agobiante - luego estará peor, me dice mi compañero de piso que está en paro y tiene más experiencia de estar por casa - y, los planes que tenía pensados para hoy, no me apetecen. No me apetece escribir, no me apetece hacer canciones, dibujar, nada...

Estoy pensando de llamar a mi ex, que es una de las pocas amigas que tengo en esta ciudad, para hablar y contarle estas cosas en persona, y poder llorar si es necesario. Amigas de verdad quiero decir... Pienso en mi novia, que ella siempre está ahí cuando necesito un hombro en quien lorar, pero claro, por otro lado no quiero llamarle porque ella está entre los desencadenantes de cómo me siento. No me siento libre, me he levantado triste, con dolor en el estómago, y medio mareado.

Es entonces cuando pienso que al menos mi novia es alguien que siempre está ahí, y que también me siento así cuando estoy sin ella... me viene una imagen super-tierna de ella, y si me imagino sin ella me siento perdido y me entran ganas de llorar. No quiero sentirme así... pero es lo que hay.

He cogido vacaciones y no sé si voy a descansar. Espero que escribir aquí me ayude. Me siento muy débil... no me quiero sentir así. Me apetece estar más relajado, abierto, tranquilo y, si quieres, maduro. Es lo que quiero, y me pregunto qué es lo que me lo impide. Porque en esta relación me cuesta, pero me parece que soy yo mismo quien me saboteo. Eso no quita para sentirme exigido. Igual soy hipersensible con la exigencia por parte del otro - si la veo, la cojo, tus deseos son órdenes - pero claro, eso se me queda por debajo como rabia sin soltar, y sale por otros lados, mucho peores.

Ayer hablé con mi compañera de piso, un poco, y bien. Pero me dijo el otro, que ella le había dicho que estaba pensando en dejar el piso. Por lo cual si se van los dos, me quedarían las opciones:
- me lo quedo yo y subalquilo habitaciones. Es un riesgo, la verdad - si un mes no tengo a nadie, me lo tengo que comer. Y es mucho dinero.
- me voy a otro lado.
- presionamos para abaratar el alquiler y entonces igual ella se queda.

Vaya pollo... no sé que hacer, y desde luego no quiero tomar una decisión en estas lamentables condiciones emocionales.

PD. Lo de la montaña es literal.

martes, 11 de agosto de 2009

Morir al palo del amor

Hoy ya he visto a mi compañera de piso... después de tres semanas sin vernos, tampoco es que haya venido muy efusiva o contenta de verme. Al parecer, lo mismo con mi compañero, que la había visto más. Si no le invitamos a pizza no nos cuenta nada.

Ayer vino con el novio, tocaron chufa y se fueron para allá, me dijo mi otro compi. Y ya se ha ido a casa del novio de nuevo. A este paso no sé cuanto dura en mi casa, pero está claro que la voy a ver más bien poco. Casi mejor, tal como está el percal. Poco interesada en conversación ni en nada, se la veía. En fin. Ella se lo pierde.

Ayer tuve una buena parrafadica con mi novia... sexo telefónico incluido. Estuvo muy bien. Ya me sobrevuela el fantasma de siempre, de nuevo. El fantasma de que al final muero al palo del cariño ajeno. Además hoy quería haberle mandado un mensaje para quedar mañana a unas chavalas que conocí de casualidad pero me cayeron bien, y bueno, no sé como es que llega el final del día y no le he mandado nada. Será la culpa que hace su trabajo por debajo? Qué cabrona. Ahora eso si, cuando pienso "oye, que si siento que no funciona la cosa con mi novia, o que no es el momento tal como están las cosas, pues se habla, se corta si es necesario y ya está", me relajo un poco.

Como ayer decía por teléfono, yo funciono muy bien cuando estoy tranquilo, pero admito que cuando no lo estoy, pues no funciono tan bien. Qué coño. Cada uno es como es.

Me siento, no sé si motivado, pero más relajado en el trabajo. Más ayer que hoy, que me sentía como si estuviera iluminado, pero vamos, bien. Si es que también, entre semana, pues con lo del curro que uno se lleva entre manos, pues llega a casa a veces con ganas de hacer cosas, tocar la guitarra, el piano, salir a correr, escribir, dibujar (el domingo leí un libro de Gaudí que me inspiró bastante para hacer una serie de pinturas abstractas, un algo entre Gaudí, Miró y el Señor Barragán) ... en fin, nos hemos puesto con mi compi a arreglarle el ordenador (a él) y oye, lo he conseguido :) al menos me ha invitado a pizza y aquarius, ¡alimento para el artista! En fin, lo he hecho a gusto, pero claro... no he hecho lo que pensaba hacer.

La vida te enseña a veces que no eres tan importante. Un pensamiento que se me ha venido a raíz de una cosa del curro. Tenía su gracia en su contexto, pero el caso es que no os lo voy a contar porque no me sale de los cojones.

Besicos!

lunes, 10 de agosto de 2009

Observador de la vida

Hoy he tenido una muy interesante conversación con mi jefe. Me llevo genial con él y él se va de la empresa pronto, así que hablamos, como es costumbre, desde la sinceridad y la honestidad, qué bonito.

Le dije el otro día que iba bajo de motivación, más que nunca... y hoy me ha propuesto hacer una entrevista personal, y hemos estado hora y media hablando de cómo mejorar mi situación, y de cómo me encontraba. Quizás salgan cosas interesantes... la verdad que a lo que iba, hoy me siento bastante mejor, sobre todo conmigo mismo.

Me parece que simplemente, me tengo que contentar con que mi manera más productiva y placentera de ser, es tranquilo, despacio y reflexivo. Pero de verdad, no acelerándome, no exigiéndome llegar más rápido y más lejos porque si no me quedo atrás, no por tener que demostrar que estoy al nivel, etc.

Qué mas dá si estoy al nivel o no - si estoy aquí por algo será. Y por ahora, pues vamos a intentar disfrutarlo.

Cuanto menos pienso en la necesidad creada de tener que tener pareja, esa exigencia de tener que trabajar activamente y continuamente en pos de conseguir la ansiada familia feliz con bambú, más relajado y creativo, y en paz conmigo mismo, me siento.

Esta tarde, mientras estaba leyendo un libro de Gaudí en el baño, me pareció que yo soy un observador. Que quizá soy eso, y no tanto un hombre de acción. "Soy un imitador de la vida", me venía a la cabeza, y no me desagradaba, me sonaba bastante liberador.

Cuanto más a gusto estoy conmigo mismo, más me parece que no necesito a mi novia. Ayer hablamos durante más de dos horas por la noche, entre otras cosas de la apetencia sexual de cada uno. Resulta que a su manera de verlo, soy bastante parado, o algo así. Que ella es más fogosa. Pues sí, porque mucha actividad me agobia. Es como sentirme exigido, como un hombre objeto... hombre, una vez que te pones, me gusta... pero claro, luego me quedo doblemente dormido si cabe... tanto hombres como mujeres, ya sabéis a qué me refiero. Caigo redondo. Pos lo normal.

A mí en cambio me encanta molestar a la mujer cuando ella no hace nada para pedir sexo. Es entonces, al tener ahí el manjar pero sin ningún tipo de fuerza (cómete esto, niño!) cuando le cojo el gusto. Cuando nadie mira.

Debo andar mejor, porque me apetece escribir, y lo hago a toda pastilla. Recuerdo haber dicho varias veces, que cuanto uno menos escribe, es que mejor está - porque no lo necesita. Ahora lo pongo en duda. En cualquier caso, me miro y me veo estando razonablemente feliz solo, sin necesidad de pareja...

Me acuerdo de un chiste de Quatricomía 4, aparecido en El Jueves hace porrón de años.
- Me he vuelto un misógino.
- Y eso?
- Porque a las mujeres les encantan los misóginos.

Me encanta este chiste.

domingo, 9 de agosto de 2009

Dudas, miedos y pocos huevos - y III

Y al final del día, una conclusión.
Me siento mejor.

No sé, no sé; ahora me imaginaba llamando a mi novia, y haciéndolo por deber más que por placer. Sintomático, no? Aunque la verdad que a estas horas, y con una cervecita en el cuerpo al cenar, sí me apetece hablar con ella - pero más vale que no sea de Lo Nuestro™. Porque no tengo ninguna gana. Aunque creo que la voy a llamar, a ver qué cuenta.

Hmmm... lo mismo de siempre? Ya veremos...

Dudas, miedos y pocos huevos II

Después de la entrada anterior, he ido a correr un rato, bañarme desnudo en el mar, tumbarme un rato en un banco y volver para casa. Me habían invitado a ir al parque a eso de las siete, a tocar algo de música y tal tranquilamente. También mi compañero de piso me ha invitado a una fiesta o algo a las seis, que también he dicho que no. Me he quedado en casa.

Estoy releyendo mi entrada anterior.

Me duele un tanto el corazón. Estoy solo en casa, pero tengo miedo a ser descubierto, como si estuviera haciendo algo malo, o bien como si tuviera que estar alerta por si viene alguien a casa, y tuviera que poner una fachada. Creo que esto de la fachada, que no era una cosa mía que yo recuerde, lo tengo desde hace unos pocos años. Será la vida adulta que te da pol culo. Si no cambias el mundo, el mundo te cambia a ti, decía Mafalda.

Pienso en mi novia. No me apetece mucho hablar con ella, porque no sé todavía qué decirle. Estoy pensando, en paralelo, en posibles salidas a la situación, asimismo como pensando si haría bien cortando esta relación, ya que ella podría ser ese aliado, que me quita de la soledad, que te quiere forever (bueno esto está por ver), etc.

¿Y es tan importante eso de la soledad para mí? Cierto es que me cuesta mucho encontrarme conmigo mismo. Cuando a veces pienso en el abismo de la soledad, de un futuro sin familia... me dan ganas de llorar, y entonces me agarro a la solución que veo. Que es, en caso de una relación, continuarla pase lo que pase. Esto no tiene sentido porque sería una especie de chantaje emocional. Todo esto además me recuerda a mis anteriores relaciones, coño... que acabaron en ruptura por mi parte, después de un tiempo de agonía. Curiosamente, ellas me querían más que yo a ellas, y también curiosamente tuvimos sexo o bien el día que nos conocimos o al siguiente - creo que no es un dato baladí. Porque creo que es lo que le ha faltado a mis relaciones con mujeres que me gustan más - el sexo. Como con mi compañera de piso, parece que si hubiera habido eso, otro gallo nos cantaría, pero yo fui cobarde. Ya hemos hablado de eso.

Ayer mi novia me envió un mensaje muy sexual. No contesté. Bueno yo suelo hacerme el longuis en estos casos. A veces tengo miedo de hablar con ella porque es muy cariñosa y me agobia. Que te quiero mucho mucho, etc. Yo pienso que el amor es mirar los dos en una misma dirección, y no el uno al otro. O al menos, para que funcione una relación, más vale que sea así. Aparte que las conversaciones tienden a ser de media hora para arriba, es decir que hay que tomárselo con calma - si simplemente hablamos un par o cinco minutos, me suena a que se lo toma mal porque a ella le gustaría hablar hasta el infinito. Aunque sea de nada. Mujeres, sabéis de qué hablo. A mí me hace entrar en un estado somnoliente, que no siempre tengo ganas de estar.

Pienso que quizá lo mejor, además es que también lo pienso yo así, es que dejemos lo de novios. ¿Por qué? Porque con la distancia, yo me rayo, ella también, etc. no es lo mismo. Y yo ahora mismo no siento lo suficiente para estar a gusto así. Por otro lado siento que necesito estar solo para encontrar mi camino, a mi mismo. Ver qué quiero hacer con mi vida, en todos los sentidos. ¿Para esto necesito cortar la relación? Pues hombre, puede que no.

Si estuvieramos en la misma ciudad, pues quizá sería otra cosa. Cuando estoy con ella, el primer día que nos vemos y voy para allá, a veces no me apetece verla. Pero al rato, se me pasa. Bueno, no siempre, vale.

Muchas vueltas, muchas vueltas... mejor será dejar guiarse por la intuición. A veces no me fío yo mucho de ella, además que anda la pobre escondida, maltratada por mí. Quiero darle más peso en mi vida.

Pero... anda por ahí el miedo de, si me quedo solo, llenarme la cabeza de paranoias. Que es que entran, coño. Lo paso mal. No sé si sé vivir sólo, y me da miedo - al menos en pareja, aunque lo pase mal a veces, es otro tipo de mal. No tan loco, tan autodestructivo. Al menos lo que me preocupa es algo más real: alrededor de una persona que existe. Y el contacto con la persona, que siempre me hace estar más en la tierra.

Creo que necesito encontrar algo que de verdad me llene, me guste.

Otro capítulo de vómitos semiautomáticos dentro de un rato. Publicidad.

PD. Por cierto, es curioso que no tuviera la etiqueta "dudas" definida todavía. Hace poco, mis amigos tuvieron que definirme de una manera graciosa. Mi frase era: "es que no sé lo que quiero". Man clavao.

Dudas, miedos y pocos huevos

Este fin de semana necesito purgarme.
Llevo toda la semana hecho un lío. Físicamente, agotado. Con ganas de dormir, aunque sin poder dormir bien.
Y emocionamente, mal.

Así que este fin de semana, he decidido quedarme en casa solo. Estoy en una relación a distancia. Hace casi un año que venimos siendo amigos de roce: un finde venía ella, otro iba yo. Hemos pasado momentos malos y buenos. Pero la verdad, yo no termino de verlo. A mí esta relación me pesa. Con ella puedo llorar a gusto, pero no se trata de tenerla como pañuelo. Ella misma lo decía hace poco. Así que hace mes y medio formalizamos el tema: ella quería que me decidiera, y yo decidí, entre lágrimas, que si en realidad hacemos vida de pareja (aunque a distancia), es decir, nos llamamos (=me llama) casi todos los días, los fines de semana nos vemos, etc. pues que vamos a darle una oportunidad al amor, o lo que sea. Vamos, que estamos en pareja. Novios, que se suele decir.
Así que este finde necesitaba descansar, y no le he dicho que viniera.
Llevaba la idea de "ponerme a bien conmigo mismo". Ayer ya se me pasó de escribir y vomitar todo lo que se me pasaba por la cabeza, y lo hago ahora.
Por otro lado, tuve una llamada inesperada de hora y media de un buen amigo que vive ahora al otro lado del Atlántico, que me alegró muchísimo, y me ha hecho tener otro punto de vista, el suyo - más despreoucupado - sobre las cosas.

Nota: Ahora mismo me viene a la cabeza la imagen de mi novia, ganas de abrazarla y llorar.

La verdad es que me siento cerrado. Vengo teniendo ganas de llorar durante toda la semana, y hoy en particular desde que me he levantado hace media hora. Ayer me acosté tarde tras la llamada y ponerme a ver una película, La torre de Suso, cuya temática me es afín: alguien que ha estado en otro país, vuelve al sitio, donde están los amigos, la familia, etc. A mí me toca, ya que hablando de tocar, me ha tocado una vivienda de protección oficial en mi ciudad natal, y la verdad es una oportunidad, y a veces pienso en volver (aunque esta razón no debería pesar mucho ya que es circunstancial como el que dice, y es a largo plazo). A veces tengo dudas sobre si cogerla o no, ya que estoy viviendo en otro sitio. A favor es que es una oportunidad, y mientras no viva ahí puedo alegar, por motivos de trabajo, el no poder vivir ahí y por tanto alquilarla mientras tanto. De tal manera que al menos no estaría la casa vacía, y no tendría que pagar hipoteca + alquiler, que ya vale, ya... bueno, también me parece que me ahogo en un vaso de agua, a veces...

Ahora me duele menos el estómago que cuando he empezado. Es verdad que escribir libera. Y que necesitaba esto.

Pues seguimos. Ando bloqueado porque me parece por un lado que mi novia, si bien es una persona de las que te gustaría que estuvieran toda la vida como amistad, ya que tiene un corazón que no le cabe en el pesho, no tengo claro que sea el tipo de persona con quien yo quiero compartir mi vida a largo plazo. Pienso a veces, que sí, que podría ser. Ella es bastante menor que yo, y estas cosas se notan - digamos que con ella estoy menos tranquilo. Por ejemplo esta semana, como estuvimos dos días que no nos llamamos y ella estaba mal, pero no le había llamado durante esos días (yo no sabía nada y también tenía lo mío) pues se mosqueó. Ella no es tonta, y dice que no me siente..

A la hora de la verdad, cuando en algunos momentos hemos hablado de si dejar la relación, me pongo a llorar y me vengo abajo. Es cierto que nunca me lo he planteado así, del tipo "bueno, esta tarde lo dejamos" ni nada de eso. Sino que a veces, pues hemos hablado del tema. Una vez le dije que ella no era el tipo de chica que yo buscaba, antes de empezar a salir, y le afectó muchísimo.

Creo que necesito chicas más relajadas, más mayores o más maduras. Por ejemplo con mi compañera de piso, a veces si dábamos un paseo o algo, igual no hablábamos en mucho rato y estaba tan a gusto. Eso no me pasa con mi novia, sólo raramente. No me transmite tranquilidad y me parece que yo necesito eso mucho. Ahora estoy agobiado, y eso que estamos a distancia.

Cuando pienso en un futuro con mi novia, pienso en estar viviendo juntos y tener hijos. Otra cosa, no me gustaría. Es decir, si estoy con ella es para formar una familia, ya que ella tiene muchos valores humanos que a mí me gustarían (honradez, sencillez, etc.) entonces estaría bien como para tener hijos. Que me gustaría tenerlos, algún día. Por otro lado hay mujeres con las que creo que viviría mejor, más a gusto... pero lo de los hijos habría que verlo. Bueno... creo que me estoy liando: no creo en lo que acabo de escribir.

Ella me dijo una vez que le parecía que lo que yo sentía, era pena por ella. Yo le dije que no. Pero quizá ella sabe lo que siento mejor que yo. Pena o compasión, vaya.Me cuesta verla como la mujer con la que quiero estar, más bien como una buena amiga. Bueno, en el sexo sí nos va bien. Aunque sin vivir el día a día es difícil de saber eso, pero bueno. No es un bellezón pero tiene su morbo. Pero bueno, eso es importante hasta cierto punto sólo. No sé...

Recuerdo que una ex mía me decía hace poco que "la cosa está muy mal". Que los solteros disponibles están muy malamente. Decía que yo lo tenía mejor, porque las mujeres disponibles no están tan mal. No sé.. es un poco triste pensar así, porque es como basarse en el "coge algo antes de que te lo quiten, que ya lo que queda es furrufalla". Como en las rebajas.

No dejo de pensar, de vez en cuando, que soy gilipollas por no atacar cuando debía a mi compañera de piso. Ahora (bueno, ahora no que está de vacaciones) encima la tengo ahí con novio... recordándome eso mismo. Me cuesta ponerme en el estado mental de simplemente, aceptar la derrota, y al menos el tiempo con ella disfrutarlo. Tuvimos una época de silencios, porque encima no hemos hablado de esto, pero bueno ya con ella me llevo bien - es luego, en la soledad del cuarto, cuando recuerdo que no hice nada cuando debí, cuando ella estaba receptiva. Y ahora se me pasó el arroz...

Parece que no quisiera yo tener éxito en la vida. Que me considere un fracasado, que si me van bien las cosas ya no soy yo, o algo de eso. Porque si no no se entiende. Me apego a cosas que me mediofuncionan, y tengo miedo de las que más quiero y me dan esperanza. Me siento tonto y me cuesta perdonármelo. Por otro lado a veces pienso, bueno, si soy así pues soy así - y lo asocio a quedarme con mi novia actual.

Un lector medio pensará: "pero tú qué haces con tu novia" o bien " este tío es tonto, o qué"?
Pues la verdad que me da mucho miedo estar solo. Por ejemplo hoy, cuando me he levantado. No sabía qué hacer, tenía tensión en el estómago... creo que no me quiero mucho. Me cuesta estar simplemente tranquilo. Por eso este año pasado tenía miedo de vivir sólo, por si acaso. Por si me emparanoiaba y eso.

Me cuesta ponerme en marcha para cualquier cosa, me cuesta sentir, por eso por inercia lo que hago es dormir y dormir y estar en la cama tirado. Si alguien quiere hacer algo me puedo apuntar o no, pero me cuesta saber lo que quiero hacer... buf. Esto es un peligro porque estoy inseguro de muchas decisiones. Me cuesta sentir la intuición. Una vez la escondí, la negué, y todavía tiene miedo a salir, la pobre.

Me cuesta simplemente estar, estar a gusto conmigo mismo. Siempre me estoy contando cosas mentalmente. No es que esté mucho en paz. Me venía sintiendo bien en este sitio, pero creo que tenía mucho que ver el que mi compañera de piso no tuviera novio...lo cual me da una pista de que mi actual novia no me llena del todo, digo yo. Quizás si viviéramos juntos...

Creo que necesito unas vacaciones.
Bueno por ahora vale, un rato después seguiré.

viernes, 7 de agosto de 2009

Entrevista a Karen Armstrong

Acabo de ver esta entrevista y me parece de lo más interesante. Leí sobre un libro de esta señora, antigua monja reconvertida en estudiosa de la espiritualidad, religiones y otras gaitas del ser humano. Eso sí, está en inglés - pero pronuncia muy despacio y bien y se le entiende :)

Aquí va.

Una mujer que destila paz y concordia. Y compasión, que según ella es el secreto de todas las religiones y caminos espirituales.

PS. Acabo de darme cuenta de que ya llevo 300 entradas. Yippie.