viernes, 14 de agosto de 2009

Mucha tristeza

Ayer subí una montaña y hoy estoy triste.
Ayer por la noche tuve de nuevo una charla con mi novia, acerca de que ella quiere oirme todos los días, y yo sólo a veces.
Yo tengo días que no me apetece hablar con ella, sin embargo ella simplemente llama por oír mi voz. Y me parece muy bonito, un tanto agobio también, pero claro tampoco es cosa de estar como casi todas las veces que llamamos, una hora al teléfono. Ayer, le dije que estaba reventado del viaje y al final acabé más pito que un ajo, ya que empezamos a hablar de lo nuestro...

Pero hoy estoy triste, mucho. Tengo día libre, y estoy en casa que no sé qué hacer. Hace un calor agobiante - luego estará peor, me dice mi compañero de piso que está en paro y tiene más experiencia de estar por casa - y, los planes que tenía pensados para hoy, no me apetecen. No me apetece escribir, no me apetece hacer canciones, dibujar, nada...

Estoy pensando de llamar a mi ex, que es una de las pocas amigas que tengo en esta ciudad, para hablar y contarle estas cosas en persona, y poder llorar si es necesario. Amigas de verdad quiero decir... Pienso en mi novia, que ella siempre está ahí cuando necesito un hombro en quien lorar, pero claro, por otro lado no quiero llamarle porque ella está entre los desencadenantes de cómo me siento. No me siento libre, me he levantado triste, con dolor en el estómago, y medio mareado.

Es entonces cuando pienso que al menos mi novia es alguien que siempre está ahí, y que también me siento así cuando estoy sin ella... me viene una imagen super-tierna de ella, y si me imagino sin ella me siento perdido y me entran ganas de llorar. No quiero sentirme así... pero es lo que hay.

He cogido vacaciones y no sé si voy a descansar. Espero que escribir aquí me ayude. Me siento muy débil... no me quiero sentir así. Me apetece estar más relajado, abierto, tranquilo y, si quieres, maduro. Es lo que quiero, y me pregunto qué es lo que me lo impide. Porque en esta relación me cuesta, pero me parece que soy yo mismo quien me saboteo. Eso no quita para sentirme exigido. Igual soy hipersensible con la exigencia por parte del otro - si la veo, la cojo, tus deseos son órdenes - pero claro, eso se me queda por debajo como rabia sin soltar, y sale por otros lados, mucho peores.

Ayer hablé con mi compañera de piso, un poco, y bien. Pero me dijo el otro, que ella le había dicho que estaba pensando en dejar el piso. Por lo cual si se van los dos, me quedarían las opciones:
- me lo quedo yo y subalquilo habitaciones. Es un riesgo, la verdad - si un mes no tengo a nadie, me lo tengo que comer. Y es mucho dinero.
- me voy a otro lado.
- presionamos para abaratar el alquiler y entonces igual ella se queda.

Vaya pollo... no sé que hacer, y desde luego no quiero tomar una decisión en estas lamentables condiciones emocionales.

PD. Lo de la montaña es literal.

3 comentarios:

Raquelitis dijo...

Me pregunto si hay algún orden superior que haga que las necesidades de las mujeres y las de los hombres sean en algunos momentos casi opuestas. Estoy cansada de saber de parejas, y yo misma, estando en la situación que describes, ella quiere más él tiene suficiente y más le agobia... Es una jodienda para ambos la verdad, ¿Qué pasa? ¿Es una broma con la que se rien de nosotros?. Y te aseguro que no tiene nada que ver con estar más o menos sano, lo he comprobado yo misma, creyendo haber encontrado una persona (guestáltica) con la que construir una relación sana, un gran compañero de viaje y mira... no me ha durado ni dos meses... Mi "zanahoria" es abandonar la dependencia, ardua tarea, ¿lo conseguiré?. Saludos caminante.

Fritz Perls dijo...

Si quieres que te diga la verdad, desconfío bastante de alguien que me venga con el rollo de ser gestáltico.
Eso no lo hace mejor, ni mucho menos.

Visto de otro modo, si alguien necesita la Gestalt, algo tiene que resolver - mientras que hay gente ahí fuera que lo han resuelto por sí mismos. ¿No suena esto más interesante? Una de las primeras cosas que pensé, y dije, respecto a la Gestalt (y no tanto la G sino la psicología en general) es que es aprender la vida a lo pijo. Estudiándola, en un laboratorio - en vez de estar ahí fuera luchando en el escenario de la vida diaria, que es donde casi todos los demás libran sus batallas mientras nosotros nos escondemos en divanes, o nos desahogamos en grupos de terapia.

Creo sinceramente que entre dos personas en proceso gestáltico, lo más probable es que la relación termine como el rosario de la aurora. Lo que quiero decir es que la probabilidad de éxito es incluso menor que una pareja normal. Mucha de la gente que conozco en terapia tiene este asunto colgandero.

No sé si te sirve de consuelo. Pero esto que digo no es malo per se. Se trata de que somos más cambiantes, estamos en proceso, por lo cual es lógico que haya más cambios y más intensidad, lo cual no es bueno para la estabilidad.

Teorías aparte, uno hace lo que le sale de los huevos y te recomiendo que hagas lo mismo, incluso si incluye pasar de la parrafada que me acabo de cascar. No me hagas mucho caso.

Fritz Perls dijo...

Por supuesto, utilizando la toma de conciencia gestáltica, el awareness, podemos al menos aprender de lo que hacemos y de cómo nos/les jodemos.

Ahí está la clave. Pero es muy posible que el receptor del beneficio no sea el que está delante. Sino tú, primero, y alguien que venga después, segundo.