jueves, 28 de febrero de 2008

La necesidad de pareja

Qué mala es.
Es algo que te sale de dentro que te hace sentir mal cuando estás sin pareja, como necesitando un proyecto de pareja, y que el no tenerlo es simplemente un proceso de transición entre proyectos de pareja... transición indeseada.

Pues mal, porque eso te impide disfrutar de esos momentos de transición suficientemente... es una exigencia que aparece, como si fuera "qué haces aquí que no estás moviendo hilos para empezar algo y no estar aquí perdiendo el tiempo?" Pues pierdo el tiempo si me sale de los huevos, que no es perdido coño.

De estas cosas me doy cuenta rebuscando un poco, mayormente son inconscientes, pero si uno pone conciencia puede verlo si le pasa o no.

Recuerdo que desde que empecé a interesarme por la mujer como tal, en mi tierna pubertad, solía al irme a dormir, estar un rato fantaseando con futuribles. Y no me refiero a pajotes, que por supuesto también, sino, cariño, abrazos, diálogos, etc. Coger la almohada, pensar que es no-se-quien conocido o no (recuerdo que mi primer amor "famoso" fue Jodie Foster) y tener conversaciones, donde yo mismo ideaba los dos personajes. No veas lo bueno que es eso para escribir relatos o guiones.
No sé que sentimiento de negado abandono traigo como lastre, arrastrando desde entonces, y digo negado porque conozco quien lo que hace es actuar en consecuencia e ir en búsqueda de una pareja "aceptable", "mejor que nada". En cambio yo he sido muy reacio a dar mi amor a cualquiera. El amor profundo claro, no el sexo: ese sí, a cualquiera...

miércoles, 27 de febrero de 2008

Disfrutar siendo yo

Disfrutar simplemente siendo yo, es lo que está bien. Estar contento de ser (luego ya añadir, al gusto, "ser como soy", etc.).
De este modo, todo lo que hago para mí mismo lo hago con la motivación de, al menos, mantener este status. Y todo lo que se hace, viene como un añadido al estar, que ya es bueno de por sí.

Cuando uno cae en estados depresivos, no se tiene esa motivación y eso hace que te de igual todo, y sobre todo que se necesite de la motivación externa para hacer las cosas, ya que lo externo es menos cuestionable al no ser uno el responsable.

Gestalt y expectativas

Pues sí, yo siempre he tenido unas altas expectativas. Supongo que desde el punto de vista psicoanalítico, el tener una infancia en la que yo solía ser el más brillante y podía hacer y conseguir todo lo que de verdad me proponía (dentro de mis capacidades), me ha condicionado para repetir ese carácter una vez adulto. Es decir, no querer soltar esa ilusión de excelencia.

Pero claro, eso trasladado al ámbito de las relaciones personales, cambia la cosa.
Por ejemplo, me es normal de vez en cuando tener pensamientos de re-evaluación de la situación actual y la tendencia futura que parezca dibujar. Por ejemplo un típico pensamiento es: si me metiera en una edad equis (que fluctúa según la edad actual, pero que se suele situar en cinco o diez años por delante) sin: pareja ni hijos; sin encontrar una vocación que me llene, sin haber hecho nada importante, sin plan de vida, sin estabilidad... "mal, no me esperaba esto de tí". "Tú hubieras podido lograr mucho maś, así que es culpa tuya y sólo tuya si no lo haces".

La Gestalt propone librarse de las expectativas. No sé si son buenas o malas, supongo que están ahí por algo: para proveerle a uno de mejoras para responder mejor a las amenazas, etc. Claro, que si estas amenazas son irreales como suelen serlo en esta sociedad actual, entonces no tienen mucho sentido esas exigencias. Cierto es que cuando uno vive al día, es decir, tiene la necesidad de emplearse a fondo cada día, estas exigencias no están. Y no están porque son un estorbo, sólo son incentivos para los tiempos ociosos, de tal manera que en los tiempos de actividad real, desaparecen.

Eliminar las expectativas es muy difícil cuando te has acostumbrado a tirar de ellas como motivación para la vida. En realidad las expectativas te llevan a hacer muchas cosas que no harías de otra manera, esto es cierto, pero tampoco les sacas todo el jugo ya que la razón de llevarlas a cabo no es disfrutarlas, sino colmar las expectativas, y normalmente una vez conseguido esto, ya pierde interés y una nueva expectativa surge que anula las anteriores. Sí, el estar encerrado en este círculo hace que uno se pierda cosas, pero bueno, en un moderado volumen no creo que sean malas tampoco. Se trata de canalizarlas bien y no dejarles tomar el control.

Las expectativas, de fondo, se ven cuando uno se ve interrogado y debe definirse, en los momentos críticos:
¿Salen expectativas en los momentos decisivos? Cuando tienes una pelota de partido, ¿sale la exigencia de que tienes que ganar el punto o simplemente sigues intentando hacer lo mejor posible como el resto de los puntos jugados?

lunes, 25 de febrero de 2008

Paradoja de la verdad

Queremos saber la verdad, porque es lo real y así las consecuencias estarán en el plano de lo real y en la práctica todo irá mejor.
Pero, qué pasa si lo real, la verdad evolutiva última, es que saber la verdad nos hace daño? ¿Que no sólo no nos vale sino que además no nos ayuda sino que nos ayuda más la creación mediante la fe de un universo equis en todo aquello ignoto e indemostrable?

¿Y que sabiendo eso, hemos perdido la inocencia necesaria para obtener los beneficios de la fe?

Lo que está claro es que es difícil andar por la cuerda floja del beneficio de la fe y la no preocupación por lo objetivamente real y obtener lo mejor de los dos mundos.

Deberes: Ver la película Stalker, de Andrei Tarkovsky.

Por la mañana

Por las mañanas me levanto en la mente, no en el cuerpo. Enseguida tengo a la mente pensando cosas, antes de mover el cuerpo. E intentando liderar al cuerpo desde la cabeza: "nos vamos a levantar en quince minutos a ver si se van mis padres del salón, etc." "¿Me levanto? ¿Debería levantarme? Ya sé que es mejor levantarme más pronto, pero bufff, total, vamos a poner quince minutos más..." O cualquier otra cosa, además me despierto con un regomello en el estómago normalmente, que lo genera también esta actividad mental paralizante, como si necesitara tomar una decisión antes de hacer un movimiento con el cuerpo y hasta entonces estuviera paralizado.

Este fin de semana no me pasó eso sino que descansé mucho, cosa que rara vez me pasa. No suelo poder descansar mucho de normal porque siempre tengo alguna cosa por la cabeza que me ronda, interesante o no, da igual... aunque al final del domingo me atacaban un par de cosas de nuevo, cosas cotidianas, nada filosófico.

Es curioso, es como si mi mente fuera a estar activa igualmente. "Si no llenas esta actividad con pensamientos o actividades cotidianas, reales, yo la llenaré con las movidas que se me ocurran". Uf, qué tortura no poder parar la mente.

Ahí andamos en el puto camino.

Desapego familiar

Resulta que operan a mi padre con anestesia general, en el día en principio, y yo no sé qué día le operan, y tenía dudas de si le han operado ya.

Esta falta de interés en estos temas es significativa, porque no es una cosa aislada, me pasa en general que los temas de familia no me interesan mucho, que me desentiendo... eso sí, cuando vivía con otra gente, en el Reino Unido, sí estaba al tanto de lo que les pasaba, tampoco demasiado, sino equilibradamente. Aunque es cierto que con mi ex, reproduje los comportamientos familiares, y volví a pasar un poco de lo que le pasaba a ella...

Yo mismo no dejo que mi familia sepa cosas mías, es que no quiero que entren en mi mundo, no les dejo. Igual que me pasaba con mi ex. Me preguntan cosas y rara vez no estoy a la defensiva, o simplemente tengo ganas de contarles nada. No me gusta cómo me escuchan, siento que lo hacen para tenerme más controlado. Y quizás es verdad... unos padres nunca pueden dejar de ser padres, además viéndome entiendo que estén más preocupados por mí que nunca... pero no siento que eso me haga bien a mí, cuando eso justificaría mis neurosis.

Me pongo cosas en la cabeza, artificiales muchas de ellas supongo, para tener excusa para no tener que estar al tanto de otros temas más importantes, o mejor dicho más reales, y que me generarían consecuencias y responsabilidades. Porque no tiene mucho sentido que no preste atención a estas cosas de mi familia que viven conmigo. Siento un desapego con mi familia, no la acepto o bien no me acepto yo en mi sitio con ellos. Estoy en ese camino de la aceptación, pero... no sé, me deja un regusto raro. Por un lado más tranquilidad, pero tengo miedo de la fuerza que puedo perder para siempre aceptando eso. Nada, seguramente es un miedo tonto... pero me parece tan real...

No querría tener una ruptura violenta o irracional con mi familia, no me permito a veces el ser de esta o aquella manera en casa, me reprimo, me corto, porque creo que crearía tanto conflicto o no sería entendido, que he optado en mi vida por meterlo para dentro y quedármelo conmigo. Quizás de pequeño me pasó algunas veces, el expresar y expresar y llevarme la ostia y opté por tener miedo a hacerlo. Entiendo que esto es más fácil que pase cuando uno sobresale por lo que sea, para bien o para mal, sea original o diferente por lo cual genera esa incomprensión por parte del resto. Y entonces tiende a meter todo aquello que no cabe en los estándares para dentro, y se cercena la espontaneidad.

viernes, 22 de febrero de 2008

Tutoría personal Gestalt

Tras la entrevista personal, me siento más conectado conmigo mismo. No por nada, simplemente sacar y compartir algunas cosas, recordar algunas otras que salieron de los talleres Gestalt y de la experiencia diaria. Sobre todo relativas a la dependencia/independencia, dar/recibir que son cosas con las que estoy ahora.
Y algunas devoluciones del tutor bastante valiosas. Tras una mala noche durmiendo mal, perdido en mis pensamientos(en su momento parecían reales, y aun en esos momentos soy consciente de que a la mañana siguiente esos pensamientos no valdrán nada, pero en ese momento me aceleran el corazón y me presionan en el estómago... "you can't deny feelings" que dirían los anglos), estoy más conectado conmigo mismo ahora. A ver si no me acabo durmiendo en los laureles... y en lo que no son los laureles.

jueves, 21 de febrero de 2008

Amor y entendimiento

¿Por qué exigir a tu pareja que te entienda?
No nos entendemos ni nosotros mismos, ¿cómo podemos exigirle a otra persona que lo haga?
Si te quiere de verdad aun sin entenderte, ¿qué mas da que no te termine de entender? ¿No es suficiente muestra de amor, el que sin entenderte te siga queriendo?
Es más bien muestra de fe, pero es que el amor tiene mucho de fe en el otro. Por eso, cuanto más racional es la persona, más difícil le es amar. ¿Están estos conceptos en contraposición?

Cómo encarar el amor

Recuerdo que después de mi ¿relación? con una chica, que pasó entre medio de las dos relaciones serias que he tenido, pero que fue muy fuerte emocionalmente, me quedé con la sensación de que esos enamoramientos tormentosos etc. etc. ya no eran para mí...

La relación con mi ex era mucho más real, vivíamos juntos, no había ese componente fantasioso de idealización (por mi parte por lo menos)... y al tiempo empecé a echar de menos eso, ese enamoramiento completo. Ella sí lo sentía, y yo no, y sentía que me arrepentiría toda la vida si seguía...

En cambio ahora lo veo de otra manera. En parte, ya no siento ese impulso hacia el enamoramiento, o al menos no tanto como antes, porque antes era razon de ser de todo, todo se subyugaba a ese amor... pero no sé, por piel propia y ajena me salen rechazos a ese amor, que siempre acaba saliendo mal... que se pasa mal, y sobre todo que me puedo perder, que puedo perder el norte ahí. Que es el mayor miedo que tengo ahora: no pasarlo mal, sino perder el control y el ser de mí mismo.

Así que tengo la disyuntiva, de el amor terreno o la búsqueda de un amor más completo. Vi en mi ex, que el amor completo era posible -- y a la vez la evidencia de que yo no lo tenía. Quizás también eso es la evidencia de que si es posible por un lado es que no lo es por el otro. En fin, que me gustaría volver a la no-expectativa que sentía antes de esta relación. Lo que venía, bueno sería, o no, pero ya se vería.

Y este miedo sólo es miedo, y no realidad, que sé que además impide disfrutar de cosas, entre ellas del sexo, como lo sentía entonces y lo he sentido en general en mis relaciones: intensamente, sin tapujos, sin inhibiciones, libre, gozoso, tierno, violento, animal, suave... dejándolo sentir. Ah, no me vendría mal echar un buen polvo prontito.

sábado, 16 de febrero de 2008

Gestalt: tener que

No tengo que decir "tengo que"... mierda! me la ha vuelto a jugar!

Hay un "mantra" en Gestalt, que es que no hay "tener que". Se trata de que eso es una exigencia, y que las cosas se hacen mejor, se viven mejor, o como dicen por ahí se vivencian, cuando salen de uno, de mi esencia, y no de mi superego-perro de arriba, del "tengo que hacer esto" y no del "quiero hacer esto".

Pero claro, es que entonces, muchas veces uno lo que siente es "tengo que", entonces no debe decir otra cosa que lo que siente, sino que salga y decirlo. Algunas veces se oye, "tengo que XXX, bueno, tengo que no, quiero XXX..." ya bueno, muy bien, lo has corregido en la palabra, pero, ¿lo corriges en la realidad? O simplemente se transforma en un "tengo que decir 'quiero' en lugar de 'tengo que'" -- lo cual hace que se conviertan en sinónimos. Como cuando uno dice edificio en lugar de casa, porque es la palabra tabú, en el juego ese de mesa del Tabú.

Os habéis sentido algunos gestalteros en esa situación alguna vez? Es algo que me parece haber escuchado varias veces en los talleres Gestalt... escuchado no con palabras, claro; escuchado.

viernes, 15 de febrero de 2008

Lo que quiero no me lo dan y lo que me dan no lo quiero

Así somos muchos humanos. Y no sólo los humanos
Queremos algo, en cuanto lo tenemos, ya no tiene tanta gracia y lo dejamos de valorar.

Estoy solo, mal; estoy con alguien, mejor; ese alguien me quiere, bien; empezamos 'algo', me empiezo a agobiar, mal; y ya no es lo mismo.

Y por otra parte, cuanto menos interés muestra la otra persona por la que tenemos interés, más lo buscamos y lo mendigamos. ¡Cómo somos!

¿Miedo a definirme? Puede ser, ya lo he comentado alguna otra vez. Si no me defino, mal; pero si me defino, dejo de poder ser todas las otras cosas, y mal también. A no ser que sepa disfrutar de esa definición, por lo cual ni me acordaré de las otras cosas. Digo yo.

Recuerdo que había una chica con la cual nos gustábamos... pero desde que empecé a "rondarla" que diría mi abuelo, ella empezó a mostrar menos interés... y a mostrar más interés por mi hermano, que era muy pasota por aquél entonces, más "sin problemas". Y mientras yo le escribía poemas sentidos. Pues eso, ella era así también, lo que quiero no me lo dan, y lo que me dan no lo quiero. Parecido también a mi ex, que me quería un montón y a mí me molestaba tanto amor.

jueves, 14 de febrero de 2008

Gestalt y susceptibilidad

Aaah... la susceptibilidad.
A veces la necesidad de la percepción, el querer ver (donde puede que no haya) nos juega malas pasadas. Nos hace ver nuestros deseos íntimos que proyectamos sobre puntas de icebergs que pueden ser los comentarios de los demás.
"¿Qué has querido decir con eso?"
"No sé si con eso que dices te refieres a esto de mí o a esto otro, casualmente también de mí"

- Ahora que hablas de listones altos, ¿te refieres al tuyo respecto a la pareja, al mío, o al nuestro de cuando estábamos juntos?
- No, hablaba de los 6,10 del listón de Sergey Bubka, el campeón mundial de pértiga.

Odio la susceptibilidad. Esa facultad de buscarle los tres pies al gato, con ese punto de egolatría que supone el ver en cualquier cosa un punto de contacto con una problemática propia. Y que nos enseña que no tenemos cerrada la Gestalt a la que se refiere.

Nos creemos más listos, porque escudriñamos para ver lo que hay detrás. La escucha gestáltica tiene mucho de fijarse en todo... pero creo que hay un problema cuando se quieren escuchar cosas más que simplemente, escuchar las que vienen, sin estrujarlas, partirlas, desmembrarlas, sacarlas de dentro afuera y en última instancia, utilizarlas.

Y me lamento por haberla adquirido, por haberme perdido hasta el punto de hacer copiado esa susceptibilidad, mayormente de mis parejas y compañeros (-as en su mayoría) de piso... sobre todo con la pareja, porque en mi afán por prevenir, me hace entrar en la mente de la pareja y pensar como ella, que por suerte o por desgracia se me da muy bien y entonces pienso como pensaría ella, y así puedo prevenir las cosas... y esta es una de mis maneras de perderme.

Me viene, pero no me la dejo salir, porque me siento tonto expresándola en mi familia. Ahí somos todos de susceptibilidad baja... así que me hace sentir raro. pero como digo, yo mismo creo que esa susceptibilidad que me sale, no es mía sino adquirida, copiada. Espero que se vaya a medida de que me vaya yo mismo recuperando.

¡La susceptibilidad no te deja vivir en paz!
Piensa mal y acertarás, pero piensa bien y vivirás mejor.

Todo da lo mismo en Gestalt

¿Todo está hecho ya?
Yo no tengo esa sensación. Me recuerda a una canción de Astrud, "Todo da lo mismo":

Me ha vuelto a pasar
siempre se me olvida que
todo da lo mismo.

Sí, en verdad todo da lo mismo, y a la vez no. Pero en el fondo sí. Un "no hay que tomarse nada tan en serio". Al fin y al cabo nadie saldrá vivo de la vida, como decía aquél.

Yo era más gestáltico cuando joven. Veo que muchas de las teorías Gestalt, si bien son tomadas de otros sitios e integradas en un conjunto, ya había llegado yo a ellas. Supongo que como la mayor parte de gente que se mira sus adentros.
Sólo que, luego, se me olvidan, o no las sé poner en práctica.

Yo no siento que todo da lo mismo, que todo esté hecho ya, no para mí en este momento. No me siento bien simplemente no haciendo nada, quedándome quieto, tengo alguna gestalt incompleta por ahí, varias yo creo.
- Mi relación con la pareja en general, con mi ex en particular.
- Mi actitud parada y limitante, autorestrictiva, que no la acepto porque creo que no soy así. Que mi manera de ser no es esa, que no voy a buen puerto por ahí. Que es más seguro no moverse mucho, no hacer; pero me veo limitado. pero igualmente me siento raro cuando soy más yo, estoy más en el momento y disfrutando de mí mismo... como si lo forzara... aunque quizás sean sólo miedos míos.
- Mi relación con mi familia, distancia. No me dejo a mí mismo salir del rol familiar.
- Mi relación con mis amigos de siempre: Lo mismo.
- Mi trabajo: no tengo claro que sea lo que quiero hacer, así que me salen resistencias mientras trabajo al propio trabajo, no me rindo a él, no lo acepto y entonces lo intento disfrutar sea lo que sea...
...

Y tener tantas gestalt abiertas hace difícil empezar otras sin haber cerrado las anteriores. Ayer leí en el libro de La vía del vacío fértil de Paco Peñarrubia sobre los dos grandes aportes de Fritz Perls, uno las gestalts incompletas y otro la autorregulación organísmica (lo digo de memoria, igual no era así). Pero lo de las gestalts incompletas, o asuntos pendientes que solemos decir, ya te digo si es cierto: afectan no sólo a lo implicado en esa Gestalt sino a todo en general, al entorno completo.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Garganta tomada

Ah, estoy un poco acatarrado, la garganta tomada por una cuadrilla de virusacos que tengo que mantener a raya si no quiero que me jodan el viajecito del fin de semana que tengo planeado. Si veis que no escribo, no es que haya

Hoy no he ido a una cosa que estaría bien que hubiera hecho (?) por dedicarme tiempo a mí, a mí y a escribir la memoria del taller que es parecido. Aprovechando que estoy solo en casa. Está bien cogerle el gusto a estar solo, pero me gustaría cogerle el gusto a estar con gente, más bien de alcanzar seguridad suficiente para estar tranquilo y poder disfrutar de los momentos "normales".

¿Donde estamos buscando?

No, lo digo por si alguno estamos buscando fuera.

Lucia

Escuchando "Lucía", de Serrat, se me humedecen los ojos.
Me acuerdo de mi ex. Y si bien cuando estoy bien me parece que no tenemos futuro, la añoranza de aquellos momentos vuelve cuando no me opongo a ella, cuando estoy triste o algunas canciones o situaciones me tocan la fibra.

La mirada de uno mismo

Sea como sea como mires, siempre habrá alguien con quien mirar, y siempre habrá alguien que le gustará cómo le mires.

Si esto es así, sólo resta aceptar y aprender a querer la propia mirada.

martes, 12 de febrero de 2008

Mente, Cuerpo y Gestalt

Tengo una preocupación, que cada vez me asalta menos, pero que está ahí.

Se trata del dejar asuntos sin explicar. Hay cosas que sí, ya no me preocupan tanto como hace un tiempo, o incluso han dejado de preocuparme. Pero es cierto que no es porque les he encontrado una solución o una salida, sino simplemente porque paso de ellas, me centro más en otras cosas.

Esto me genera la inseguridad de pensar: si me vuelvo a centrar en esas cosas, a centrarme en la mente y no estar en el cuerpo (que pasa, a mí por lo menos), en el intentar comprenderme y explicarme a mí mismo (incluso me valdría la solución "no me preocupo por esto porque no me lleva a ningún lado", cuando la veo clara... me refiero a no tener una explicación), entonces estaremos en las mismas, pasándolo mal y buscando porqués.

Me parece que yo tengo que hacer un esfuerzo extra para no moverme por esos parámetros, es decir que de manera natural tiendo a irme por las ramas mentales. Normalmente, a lo largo de mi vida, he ido afrontando los problemas de esa manera: al final les daba una solución equis, generalmente de aceptación o bien de algo que no me guste, o bien de la no explicación posible (lo cual es un caso particular de lo primero). Por eso me da un poco de cosica, el no tener esos cabos atados.

El secreto de la felicidad

Dicen que la felicidad
es difícil de encontrar
pero no es cierto.

Qué divertido es ser feliz
si te sientes entre amigos
de verdad.

Ya lo ves,
qué facil es,
el truco es sonreír.

Aunque todo
vaya mal
las cosas cambian al final.

Cada mañana al despertar
Simplemente hay que decir
"Qué divertido es ser feliz".

...

Ven,
con nosotros ven,
lo pasaremos bien.


Y así de fácil es para Willy Fogg.
Ya le vale, al león barbacas.

Playing silly games

Aprendí a jugar esos juegos tontos de pareja, de necesidades y exigencias subterráneas, de esperas y suposiciones, de culpas, tensiones y presiones, de proyecciones, de falsas imágenes, de complacencias.

Y como suele pasar, uno tiende a hacer lo que sabe hacer. Es difícil cambiar el rumbo cuando uno se doctora en una especialidad. Pero, bueno, lo primero es querer. Además, tampoco hace tanto tiempo que empecé esos estudios.

Y, ¿no es más fácil mirar cada uno por lo suyo, dejando claro lo que esperas y lo que no? Ah, que rompe la magia, ya. Pues a ver si me va a caer a cachos, en uno de esos trucos de magia.

En mis putas manos

Recuerdo que cuando era más joven, todo estaba rodeado de un halo de victimismo, tal como lo veo ahora claro, entonces no lo era para mí. De no-responsabilidad. Sí, muy "el momento" y "la situación", adaptarme a lo que había sin darle muchas más vueltas, pero sin una plena conciencia de que yo podía cambiar ciertas cosas, sino con una aceptación de las cosas, aunque no me gustaran.

El darme cuenta del poder que yo tengo, hace unos años ya, de poder cambiar las cosas, y ahora enfrentarme a algunas de esas mismas cosas con esta nueva conciencia, me duele, porque ya no puedo aceptar tan fácilmente muchas cosas que no me gustan, porque creo que está en mi mano cambiarlas, y entonces si a alguien le puedo echar la culpa de que no estén como yo quiero, es a mí mismo, y esto pesa.

lunes, 11 de febrero de 2008

Simplemente ser

Ah, qué difícil me resulta simplemente ser.
Supongo que cuando uno se siente a gusto con su cuerpo, y no me refiero al aspecto externo (gordo o delgado, alto o bajo, imperfecciones o mellas, etc.) sino interno, integrado el cuerpo y yo en una misma cosa... no hay cuestiones internas que le preocupen a uno.
Bueno, estamos en el camino. Se han ido unos cuantos nubarrones, que despejan el horizonte.

sábado, 9 de febrero de 2008

Terapia Gestalt Corporal

¿Ves qué bien?
Una vez comentados los problemas con este blog de terapia gestalt, dentro del grupo, mucho mejor.
Una vez hablado, pues ya está y a otra cosa mariposa.
Para más información, pues eso, os leéis el link ese. Por si alguien echa de menos algo de chicha sobre los talleres, lo siento, hago como Tele5 y quito el Tomate. Ya sabéis, a mojaros el culo, aunque sea invierno y se os quede congelao. Yo me debo a mis votos.

Hoy he tenido sentimientos enfrentados, al final un poco de regusto raruno por unas movidas mías pero durante el día, muy bien, me ha gustado mucho el taller y cada vez me encuentro más cercano a todos y no sólo a unos pocos. ¡Bien! Luego al darme cuenta de esas movidas, me he sentido mejor, porque hasta que me he dado cuenta namás que de joderme por dentro hacían, y estropearme el día que había sido redondo otherwise.

Además me gusta el no tener esa sensación catastrófica, de miedos estúpidos sobre lo que puede pasar que me paralizan, acerca de lo que pase en el taller. Y en la vida en general, vaya.

Pero sí tengo una sensación de separación entre el taller y la vida real. Ah, ¿que esto es real? ¿Los talleres no son realidad virtual? ¿Dónde acaba cada cosa? ¿Estoy en una película de Amenábar? ¿En realidad estoy muerto? AaaaAaaahhh...

viernes, 8 de febrero de 2008

Sacrificio

Me pasa que muchas veces busco razones para hacer las cosas en otros, en los demás, no en mí.
Por ejemplo, la más recurrente es la pareja: típico caso "lucharía hasta la extenuación por ella, mucho más de lo que lo haría por mí".

Pero cuando se da aquí, es muy probable que se de en muchos otros momentos. ¿Nos ocurría esto con nuestra madre? Aceptamos normalmente lo que ella nos dice, por no hacerla rabiar, aunque guardemos nuestros resquemores y tal pero, por lo que sea, lo suyo suele prevalecer? ¿Nos autojustificamos sus decisiones, ya que "ella sabe más de la vida"? ¿Sus opiniones vienen todavía con el tinte de veraces, aunque no lo queramos reconocer?

Estos comportamientos son caldo de cultivo de a posteriori, no tener claros los propios deseos. Necesito que alguien decida por mí, tener una razón externa para hacer las cosas. Ya que, simplemente, mi bien por sí mismo no me parece suficiente razón. Desconexión de los propios deseos. Qué bueno es el sacrificio que estoy haciendo por tí y qué orgulloso me siento... pero es que en realidad, te estoy utilizando para ayudarte con mi sacrificio. Yo estaría perdido si no te tuviera a tí, al objeto al que dirijo mis sacrificios que me dan esa sensación de orgullo y elevación, a partir del cual me permito disfrutar porque ahora me lo merezco. El sacrificio como no asunción de la responsabilidad de uno.

¿De quién y para quién es el sacrificio?

jueves, 7 de febrero de 2008

Formacion Gestalt y este blog

Hola.

La primera regla (del club de la lucha) de la Formación Gestalt es la confidencialidad. Entendí esto, como confidencialidad respecto a nombres, apellidos, sitios, etc. Inicié este blog con máximo cuidado en este aspecto, de tal manera que no se revelen nombres, sitios, lugares, etc. que pudieran en un hipotético caso de investigación(?) revelar nada de nadie. ¿En qué sentido? En dos:

- Si este blog lo leía alguien del grupo, ciertamente podría reconocer lo aquí comentado, pero tal como pasó en el ejercicio. Es decir, que no añade nada a lo que ya vio, excepto en mis comentarios, que responden a mi visión, pensamiento y sentimientos, en cuyo caso soy yo el que se implica. Es decir, que sólo me "mojo" conmigo mismo, sin implicar a los demás. Desde mi punto de vista está bien, porque no doy más información que la que yo quiero dar; y desde luego no doy información acerca de nadie, ya que como digo todo queda confidencial, sin nombres, nada, para que si alguien lo lee pueda sentirse seguro en cualquier caso.

- Si este blog lo leía alguien de fuera del grupo, le podría dar una idea de por dónde va la Formación en Terapia Gestalt. Yo recuerdo, cuando comencé a interesarme por esto, que no tenía mucha idea de cómo era. El miedo a lo desconocido prima ahí. Vaya, que en realidad estaba iniciándome en algo de lo que sólo sabía los principios teóricos y poco y mal. Echaba de menos algo más de información de primera mano, de particulares, ya que lo único que se encuentra por Internet es publicidad de Centros de Formación Gestalt y páginas tipo Powerpoint donde se te explica, con un fondo de cielo clareado y gatitos amorosos, que la Gestalt mola, sin saber muy bien porqué. Lo cual hace pensar, y no me extraña dada la falta de información al respecto, si no será esto algún tipo de secta. Es cierto que hay videos en youtube de Perls y otros haciendo terapia, y ahí puedes ver que, en fin, no se comen a nadie. Pero me extrañaba que nadie hablara del tema, por ejemplo en un blog. Es posible que al amigo de migestalt.es le pasara lo mismo. Así que me puse manos a la obra, con todo el respeto al grupo, a las ideas de la Gestalt, al curso en sí y a mí mismo. Como siempre, centrado en MI experiencia, en mi proceso, como digo en los textos de presentación del blog.

Entonces, ¡oh! este blog ha sido descubierto.

Se ve que mis artículos sobre algunos ejercicios puestos en este blog han molestado a la dirección de la formación que estoy haciendo, en cuanto que dejan translucir demasiado de lo que es la Formación en Terapia Gestalt. Respecto a esto, bueno, si es cosa de la formación, no puedo hacer nada salvo aceptar o no aceptar estas bases. Yo, no entendí que no se pudiera hablar de los ejercicios que se hacen dentro, porque de hecho me parece que es positivo. Por otra parte no se le puede poner puertas al campo, y el campo es internet y la gente en general. La gente ya habla de estas cosas en la calle, uno le comenta a un amigo qué tipo de ejercicios se hacen, etc. Y uno puede leer en los libros este tipo de cosas, y en un tiempo habrá vídeos en youtube (ya hay alguno pero poco afortunado) de sesiones y cosas.

Desde mi punto de vista, da igual. Que no hay por qué tener miedo. Porque precisamente la Gestalt es una disciplina (¿es una disciplina? ¿o es algo más allá?) que no se puede aprender con los libros. Yo puedo haber leído el libro de "Sueños y Existencia" de Perls, en el que se comentan ejercicios transcritos con todo el diálogo, pero aun con todo, da igual. Porque leyendo no vas mucho más allá, te quedas con hambre, porque ves que aquello no es más que el relato de algo, donde lo que importa es el algo. Lo que se puede conseguir si acaso, es generar interés y reducir inseguridad y miedos. Y también, crear resistencias. Es posible. Crear pre-defensas contra lo que pueda venir, de acuerdo. Y eliminar el factor sorpresa, que también es importante. Bueno, estoy de acuerdo también. Pero esto me da que pensar: basar una educación (al fin y al cabo es lo que es, aunque en un sentido distinto al tradicional) en factores que tienen los días contados es peligroso respecto al futuro. ¿Qué pasa cuando esos factores terminan? Porque la sorpresa dura poco. Y las resistencias son reales, pero igualmente las tenemos, aunque quizá más en forma de miedo, que es más manipulable por el terapeuta que las resistencias. Es más sencillo y eficaz domar a un grupo de conejitos ignorantes y asustados con ganas de creer que a un grupo de gente que tiene una ligera idea de lo que está haciendo, lo cual le da cierta seguridad. Igualmente todo esto es conflicto, que puede ser aprovechado para bien en la terapia.
Todo esto da para otro post en profundidad sobre mis opiniones sobre la divulgación.
Pero eso es otra historia. Como colofón: que en Gestalt, cada cosa es diferente, porque el material de trabajo es diferente: uno mismo. Entonces, cada persona lo va a experimentar de manera diferente. Esto no son apuntes para una oposición, se trata de crecimiento personal y es bueno que se comparta. Y desde luego que "el que de verdad quiera conocer la Gestalt, que se moje el culo". Eso por supuesto, más que nada que si no es como decir que es lo mismo jugar al fútbol que oírlo por la radio.

Igualmente, que mis comentarios eran demasiado explicitos, parece haber molestado a algún alumno que ha "descubierto" el blog y lo debe haber flipado mogollón, cosa que también entiendo. En ningún caso pretendía más en esos posts que mostrar cómo es un taller Gestalt, sin más. Respecto a esto ya lo he comentado en el post de arriba.

En ningún momento mi intención es causar daño a otras personas, más bien al contrario:
- Que me sirviera a mí de diario, y también mostrar al mundo cómo se ve un proceso personal desde dentro.
- "Difundir la palabra" de la Gestalt. Creo que si algo es bueno, no veo porqué no darlo a conocer. Si de verdad creemos en lo que decimos, creo que es lo más consecuente. Los escritos sobre un tema siempre contribuyen al enriquecimiento del conocimiento, y no podemos quedarnos quietos ahí, sin respirar. Todo es cambio. El trabajo profundo del terapeuta, de la persona, ESO es lo que importa. Y eso no se consigue leyendo libros, blogs o lo que sea. ¿Dónde está la diferencia si no, entre la psicología "de libro" y la Gestalt? Podemos andar tranquilos por ahí.

Está claro que esto es decisión de cada cual, en este caso de la dirección, por lo cual yo aquí expreso mi opinión, pero reconozco mi posición y actúo en consecuencia con mi posición de alumno.
Así que como medida cautelar, he borrado los posts en los que hablaba de ejercicios y de otras personas, y no lo haré más, claro está. Y aquí paz y después gloria. Puede todo el mundo estar tranquilo. Todos menos yo, claro; pero ese riesgo es mío y lo asumo, ¡qué puedo hacer! Espero, asimismo, poder mantener el anonimato dentro de lo posible, lo cual es la idea principal del blog, y pretendo que siga siendo.

Si alguien como digo, se ha molestado o cualquier tipo de sensación no deseada, pues lo siento y le pido disculpas profundamente, y reitero que para nada era mi intención.

Un abrazo.

lunes, 4 de febrero de 2008

Agradecimiento

Soy poco agradecido. Me gustaría serlo más, pero no me sale de natural, y sobre todo con mi familia. Me sale pasar del tema, pero ni siquiera de forma en que me siento bien, sino que me siento algo mal.

Dependencia y responsabilidad

Tengo la tendencia a depender de otra persona.
¡Coño!
Una tendencia que creía no tener ni haber tenido, de siempre he sido muy independiente para todo... y en cambio ahora pienso mucho en eso de la pareja, en qué quiero yo de mi vida, y en la sensación de que lo que estoy buscando ahora es una pareja que sea buena persona con la que pueda vivir lo que me queda de vida(venga va!), y hacerla feliz. Y a la vez todo esto me da miedo.

Porque tengo la sensación de que esto es porque estoy perdido y busco una salida en otros y no en mi. No sé lo que quiero, me cuesta horrores tomar decisiones y pasos hacia adelante. Espero que otros los tomen por mí y yo, arrastrado, decidir si me quiero dejar arrastrar o no, que normalmente es que sí porque quiero hacer eso o tomar ese paso, pero dando la responsabilidad en el otro. Odio eso.

domingo, 3 de febrero de 2008

Mucho movimiento

Ahora mismo me siento más calmado.
No con todas en mi mano, y quizás no tan suelto o relajado, pero sí mas calmado.

Ayer y hoy han sido dos días tremendos. Yo que me quejaba de no tener muchos estímulos (o, bueno, que es una de las cosas que facilitan salir de la depresión). Pues bien, ayer fui a unos carnavales de un pueblo de montaña, que son muy renombrados, con un amigo, su ex y otra amiga. Bueno, no es que hubiera ningún tipo de "nada" pero vaya, aunque la amiga tiene novio, la verdad que me ponía. Es del tipo dicharachero-energético, y yo tiendo a ser arrastrado (para bien o para mal) por estos caracteres si no lo intento evitar.

Después, llegar a casa, cenar y salir por ahí. No tenía el cuerpo para mucha jota en el momento de salir, pero bueno... fui cogiendo el ritmillo. Además tuve una conversación muy interesante sobre la evolución del Homo Sapiens, Neardenthal, Erectus, etc. Básicamente hablábamos de cómo fue posible el "clic" que hizo que la especie humana se expandiera en pocos miles de años después de haberse quedado tecnológicamente estancados antes, durante varios miles de años más. Hacía tiempo que no me metía en una conversación de ese tipo y que no me aburriera a los cinco minutos. Así que me gustó.

Luego salimos a los pubs, y me encontré con un amigo, que no nos vemos mucho pero nos tenemos un cariño y respeto especial. Le comenté que yo andaba mirando de coger un piso, y él me comentó que estaba buscando un compañero de piso para coger uno entre dos; así que quedamos en coger uno entre los dos y a ver qué tal. Un movimiento que se venía fraguando, mascando, y que por fin parece que cristaliza.

Allí conocí y me enrollé con una chica muy maja, 5% hablar 95% besuqueo. Nos sentíamos muy bien besándonos, nos cerraron el bar tras hora y media(digo yo, no sé) de besuqueo y magreo. Cuando beso, lo hago muy delicadamente, me pongo mucho por la tarea... no sé por qué, pero mis novias anteriores se enamoraron de mí muchísimo... me está dando miedo de ir repitiendo patrones. Ya sabéis lo que se dice, que tendemos a repetir los patrones de relaciones anteriores, porque los conocemos, aunque aparentemente sea "hacer los mismos errores". Espero esta vez dejarme dar y recibir de manera no egoica, porque estas cosas, me refuerzan el ego y entonces me parece que estoy por encima del bien y del mal, lo que me pasó con mis dos relaciones anteriores (adoración por su parte, endiosamiento por la mía).

Terminamos muy tarde, y como no había manera humana de coger un taxi, tuve que coger un autobús que no me venía muy bien, y que aún me dejaba 20 minutos de patear. Total, que dormí dos horas o menos porque tenía partida al otro día, es decir hoy, a las diez de la mañana... hale, pues venga a la actividad intelectual; si bien mi cuerpo parecía castigado pero resistiendo, mi mente por la tarde se ha dado al autocastigo. Tanto por mi comportamiento con la chica, de repetir patrones, dejarme llevar, etc. y de disparárseme aceleraciones de corazón de pensar en eso, en entrar en repetir lo mismo, porque ya no me fío de mí mismo, no confío en eso de "si va mal, ya cortaremos" porque sé que soy muy sensible y además antepongo al otro y la relación con facilidad. Me cuesta tener contacto conmigo mismo, así que no sé qué hacer. Y pensar en si quiero o no tener una relación y de qué tipo... etc. Y también con lo del piso: si resulta que estoy loco, y mi compañero se entera, se enterará todo el mundo y nadie querrá contratar a un trabajador loco... además de que, no sé qué tal saldrá, si estaré a la altura de la ocasión... cosas de esas.

Estaba bastante mal por la tarde, al irme a dormir. Y al levantarme de la siesta. Me he dormido pero con regomello e ideas autodestructivas. He hablado con mi padre de esto, cosa que me cuesta mucho, el hablar de nada íntimo con mi padre. Lo he hecho de manera tangencial, de refilón en muchos aspectos, pero ha estado bien y me he sentido mejor. En parte al oírle a él decirme sus cosas, qué le parece. Como por ejemplo lo de que algunos pensamientos le desatan aceleraciones en el corazón. Y un sueño que me ha contado. Aunque tenemos mucha distancia entre nosotros, y aunque por otra parte en temas de comportamiento somos muy parecidos, lo he sentido más cercano, más persona, me ha gustado eso. Es que a veces me parece que tengo robots en casa.

Le he comentado un poco todos estos temas. Que también es una cosa que no suelo hacer... ni con él ni con mi madre por ejemplo. En parte, siento que es como depender de ellos, como si yo no me supiera sacar las castañas del fuego. Y no me gusta eso. Pero en el fondo, no es más que ayuda que yo tengo ahí y que me empeño en no querer utilizar. Tengo miedo de caer en la red de la dependencia de los padres, de escudarme, refugiarme en ellos y no salir de ahí. Por ejemplo no salir de casa de mis padres hasta los 40, y más neurótico que nunca.