miércoles, 28 de octubre de 2009

Miedo antisocial o yo que sé

Hoy mientras iba corriendo, me he acordado de otro miedo y he pensado que lo quería escribir aquí.
Pues ahí va otro miedo.

Tengo miedo a que la gente me ataque por la calle. De cualquier manera y motivo, o bien sin motivo alguno, para qué se necesitan motivos cuando se tiene una neurosis.

Y a la vez que miedo, puedo percibir que hay un deseo también, porque me preparo para eso. Es decir la fantasía es alrededor de que me dicen algo, o me vienen a "hablar" con malas intenciones, y entonces yo me pongo alerta y pienso en cómo me lo quitaría de encima. La verdad es que no llego a verbalizar ni nada, eso ocurre por debajo, ni siquiera sale la situación: lo que sale es la autodefensa y la tensión.



Esto me pasa bastante, también andando por la calle. La calle de una ciudad es para mí un ambiente a priori hostil, otras veces es agradable, nunca neutro como antes solía ser. Es decir que depende de lo seguro que me siento, es un lugar agradable, por el que andar pisando bien (aprender a andar es otro tema también importante del que algún día me gustaría hablar) o bien un lugar del que escapar, andando deprisa sin paladear lo que pasa alrededor más allá de formarme una idea de seguridad, como dedensa. Ante algo que no existe claro, la amenaza no ha llegado todavía.

Por las mañanas suele imponerse más la tensión. Me desposeo de mi cuerpo fácilmente (por eso este otoño estoy durmiendo desnudo si puedo, o al menos con una camiseta y nada más, bueno sí, y calcetines jaja, a lo Fernando Esteso - y funciona, sienta muy bien, me levanto más a gusto, aunque me cuesta más salir de la cama!).

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