lunes, 21 de diciembre de 2009

Sopas, sopitas y soponcios

Pues qué cansado me ha dejado este fin de semana. Tenía cansancio acumulado de la semana anterior y no se ha disuelto durante el taller de fin de semana. Lo único, que he salido reconociendo la rabia y me he sentido bien con eso. Por el lado del aprendizaje, una fijación de los conceptos de transferencia y contratransferencia que me han venido bien para verlo más claro, y distinguir las diferencias entre el enfoque psicoanalítico y el gestaltico en este tema. Básicamente, que el psicoanálisis juega a recrear la situación original, cambiando al psicoanalista por la persona original que generó la transferencia, y desde ese punto avanzarla, atravesarla y trascenderla, y así disolver ese nudo. Esa neurosis se llama neurosis de transferencia ya que es una neurosis generada por la transferencia en sí.
La crítica de Perls era que ahí se negaba el presente, lo real, lo que hay. En la terapia Gestalt no se juega a eso, sino que se trabaja con lo que el terapeuta y el paciente sienten, sin que el terapeuta consienta/contribuya por lo común, a generar y provocar la neurosis de transferencia. CR LF

Ahora mismo me estoy recuperando. Se me quedaron los labios como cuando estoy incubando algún catarro o cosa mala, que estoy débil, etc. Y el estómago batiente. Pero hoy volver a trabajar, aunque esta mañana he estado sobre todo al llegar sin putas ganas de trabajar, a lo largo del día me he ido sintiendo mejor y entrando en la dinámica de hacer cosas, que está bien. Creo que va quedando bastante chulo lo que estoy haciendo. Lento eso sí, pero seguro. Bueno, enseguida llega navidad y me resisto a lanzar algo, porque si no, estaré mirando a ver qué acogida tiene, no lo podría evitar... por otro lado tengo curiosidad real de ver cómo funciona, así que eso me empuja a lanzarlo cuanto antes :)

Y me siento mejor ahora. Después de descansar aquí tirado cenando sopita de sobre y tomando uno de los relajantes que mejor me funcionan (hablar con mi compañera de piso - puedo notar cómo se me relajan los músculos de el cuello y la cara), creo que en vez de hacer algo medianamente productivo que tenía pensado, voy a ver una peli. Si no cambio de opinión, la ganadora será Pauline en la playa, una peli de Eric Rohmer que ya vi hace muchos años y me gustó mucho, y que me apetece volver a ver... hay una probabilidad del 53,7% de que me quede sopas, eso sí.

PD. antes de que se me olvide ponerlo, viendo este monólogo sobre la teoría de los dos cerebros(del hombre y de la mujer) de Mark Gungor, puedo explicar lo de el bienestar que me produce mi compi de piso:



¡Con ella, nunca he sentido peligrar mi caja de la Nada! En realidad, con ella me siento más cerca de mi caja de la nada, y eso me da bienestar. De hecho, al escucharla yo me acerco a mi nada. Qué curioso, ¿no? Y a la vez le presto atención y la escucho. No me suele pasar con muchas mujeres; ni a mi ni a la mayoría de hombres. Me hace sentir muy bien. No es sexo, para nada; esto en concreto es cercanía de espíritu.

En cualquier caso, se confirma: soy un hombre.

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