lunes, 14 de enero de 2008

La fuerza de la intuición

Cuando no pienso y me muevo por intuición, sin juicios, los resultados son mejores.

Este pensamiento, aparte de haberlo puesto en práctica alguna que otra vez pero no haberme fiado completamente, lo pude comprobar en aquél año en el extrajero, hace unos cuantos; también en el cómo enamoré a mi ex, sintiéndome libre y ligero, y dejando a mi intuiciñón actuar... hasta el punto en que los demás se pueden ver molestados por el resultado de mi intución: entonces me da miedo y me la trago. Resultando en desórdenes nerviosos y depresiones.

Algo me parece decir que, una vez alcanzado un nivel estable de felicidad, eso no basta y tengo que ir a por más, y el camino para eso es ayudarme del intelecto, ayudarme de todo lo que puedo y tengo disponible... para alcanzar mayores metas, como la de ser un gran artista genio en la imaginación y creación: un gran pintor, un gran poeta o letrista...

Para moverme por intuición me tengo que no juzgar. Y así a los demás, igual. Y no veas, aceptar que no tengo posibilidad de convertirme en un puntal de la humanidad, no puedo. Siempre he pensado que los humanos deberíamos explorar esas facetas humanas que todavía no hemos explorado, que aún no han sido exploradas, y que más que plantar un árbol, tener un hijo, etc: (=conservación) de lo que se trata es de esforzarse por crear algo, dar algo al mundo que no esté hecho todavía.

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