Eso es, como un globo con mucho lastre que se mantiene a 50 metros sobre el suelo, como una puerta que escucha a sus bisagras chirriar.
Como un bebé con los pañales llenos de mierda que le impiden andar.
Pesado para realizar la tarea que sea, no ligero, ingrávido. Mi propio ser y estar me cuestan tanto trabajo que llego cansado a la línea de salida.
Y encima, se acercan las navidades.
martes, 11 de diciembre de 2007
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