El pensar que ya estoy donde tengo que estar me da pavor.
¿No hay nada más? ¿Es que me voy a contentar con esto? ¿Dónde está el misterio, la brillantez?
Vale, será ese "rendirse" tan comentado. Tal como lo dice por ejemplo, Eckhart Tolle en "El poder del ahora". Pero me es difícil poner la barrera entre la rendición a la realidad y la resignación, ya que yo tiendo mucho a la fusión, al "hacer como si que no me importa", pero no sé muy bien qué parte es que no me importa de verdad, o que "lo mejor es que no me importe para no crear conflicto".
jueves, 20 de diciembre de 2007
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