No sé cuál es peor: si el dolor de amar y no ser amado, o el dolor de ser amado y no poder amar de la misma manera.
Supongo que depende de la persona. Pero el segundo, del que se habla mucho menos, no es por ello desdeñable. Quizás por eso, porque se habla menos de él, está menos extendido, no tenemos referencias de cómo tratarlo.
Recuerdo la película "Bajo las Estrellas", de Félix Viscarret en el que sí sale muy bien representado. Me dió miedo identificarme con ese personaje, en un momento delicado de mi vida. Pero era eso, era eso mismo.
martes, 11 de diciembre de 2007
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