Qué desagradable, y a la vez difícil de quitarse de encima, es la sensación de que ningún trabajo es digno para la mente salvo el trabajar en la problemática personal de uno.
Es que esto te hace no estar a lo que estás es ninguna otra tarea que no sea la de estar "en tus cosas", porque como digo, parece indigno. Parecen como juegos, innecesarios, sin objeto; cuando lo de uno "es serio".
Y sin embargo, lo real es el juego, el trabajo. "Pero esto lo podía estar haciendo cualquiera, sin embargo mi problemática me distingue". Supongo que es una defensa contra la falta de individuación, la sensación de ser absorbido por la masa: mediante mis pensamientos, tengo la sensación de ser alguien.
Actualización: Pero, ¿por qué? Tengo una respuesta. Cuando se obtiene esa individuación por otros métodos: hacer otras cosas que a uno le gustan, que le reafirman, que le hacen sentirse vivo: salir con amigos, hacer una actividad que a uno le gusta, (especialmente si es social), etc., a uno "no le importa" hacer ese trabajo porque ya tiene su ración de personalización, de individuación, por otros métodos. Es decir, no necesita de esa "alimentación" continua de la mente. Y es que, primero es ser nosotros, aunque sea mal.
Cualquier comentario es especialmente bienvenido.
jueves, 27 de diciembre de 2007
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