Ah, qué difícil me resulta simplemente ser.
Supongo que cuando uno se siente a gusto con su cuerpo, y no me refiero al aspecto externo (gordo o delgado, alto o bajo, imperfecciones o mellas, etc.) sino interno, integrado el cuerpo y yo en una misma cosa... no hay cuestiones internas que le preocupen a uno.
Bueno, estamos en el camino. Se han ido unos cuantos nubarrones, que despejan el horizonte.
lunes, 11 de febrero de 2008
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