La persona viva a la que más me gustaría parecerme, me dijo una vez:
"Yo llegué a la conclusión de que sólo puedo ser feliz en unos momentos muy determinados".
También mi madre llegó a esa conclusión, que la felicidad llega a gotas muy pequeñas, cuando llegan.
Yo estoy ultimamente aceptando que es posible que siempre tenga ese regomello por ahi debajo, que cabe la posibilidad de que eso siempre ande por ahí y no llegue nunca a desembarazarme por completo de él. Desde entonces, desde que me estoy haciendo amigo de él, aunque sigue ahí, nos llevamos mejor.
jueves, 10 de abril de 2008
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