sábado, 17 de mayo de 2008

El héroe hijo de puta

Me gustaría que mis padres, mi hermano, fueran unos cabrones. Así, podría utilizarlos como excusa, y poder enfrentarme a ellos con alguna razón. Pero es que no tengo razón. Son muy majos, son más gestálticos que la mayor parte de gente que conozco. Si acaso, envidia, les tengo. Para mí, son héroes, en realidad.

No es que lo quiera, que fueran unos cabrones. Lo que querría es que se opusieran a mis cosas sin ellos tener razón y entonces yo poder elevarme y afianzarme sobre ellos, con el poder de la razón, al sobreponerme por encima de esa barrera, tener fuerzas renovadas, haber desafiado la autoridad y haberme sentido héroe en el sentido freudiano de que "el héroe es el que desafía a la autoridad paterna, y la vence".

Pero desde luego, una cosa que no termino de entender es el por qué me niego a estar bien con ellos, mejor dicho: a ser yo mismo con ellos. Los cauces de los automatismos me gobiernan todavía. No me relajo con ellos: porque siento que si me relajo, me arrastrarán en su corriente, perderé mi centro, me dejaré llevar por su puesto de autoridad y seré, tanto con ellos como con los demás por reflejo, un mandao, un pringao, un mierdas. Y por ahí no paso. Antes muerto que pardillo.

Quizás es simplemente que necesito mi espacio, y no sea más. Pero el hecho de que sea yo el que ceda el espacio, me da miedo, en tanto que repita esos mismos patrones como ya he hecho, especialmente en mi relación de pareja. Si yo capto una posibilidad aun remota de conficto, el menda ya ha hecho los deberes y ya ha previsto qué es lo que tiene que hacer para que no pase nada. Prefiero que no pase nada a que pase algo real. Qué miedo, ¿no? Esto no es algo nuevo, pero al menos ahora no tengo problema en aceptar que es así, es decir, que me jode, pero me rindo a la evidencia.

Me jode cada vez que pasa, pero es que mi cuerpo se pone en ese estado de indolencia, en un estado de desaparición, toda mi voluntad desaparece y soy un ente captador y cumplidor de la voluntad ajena. Terrorífico.

Y me creo que no sé lo que quiero, ni si me apetece esto ni lo otro, y me da igual todo y nada más que espero que pase el temporal, temporal de nada, temporal de gas sarin en el ambiente y tensión en el estómago.

Me da miedo volver a estos estados, además ahora mismo, estando consciente... porque me da una medida del grado de desapego para conmigo mismo que puedo llegar a estar, aun estando consciente. Un reflejo de aquellos miedos que hace unos meses campaban a sus anchas por mi cuerpo serrano, supongo, así que me toco un poco la tripa, sonrío y me siento mejor.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

hola, estoy citada el próximo lunes para mi segunda cita individual de terapia gestalt, estoy dudando si acudir. tengo miedo a engancharme, a entrar en un túnel sin fin con el objetivo de cambiar supuestamente para mejorar. me gustaría conocer tu opinión, si estás satisfecho con la terapia. yo he buscado al psicólogo fundamentalmente por un problema de pareja y la primera entrevista, es cierto que ha sido de provecho porque me ha hecho reflexionar sobre muchas cosas que hago mal y que me hacen mal. pero en el fondo me gusta como soy y he descubierto que tendría que cambiar demasiados aspectos de mi persona, ¡ahora con los años que tengo! aprender a ser de otra manera, y todo para adaptarme al medio sin problemas. parece que esto me va a costar muchas pelas. ¿merece la pena?gracias, sofía

Fritz Perls dijo...

Uf, vaya preguntita.

En mi caso, yo entré en un momento de crisis personal profunda, y creo que algo me ha ayudado, pero no te sé decir en qué medida.

No creo que tenga que ver tanto la cosa con el tener que cambiar, que suena a dejar de ser uno mismo, con el hecho de ser consciente de cómo te funciona aquello que no te gusta de ti(y lo que te gusta), responsabilizarte de ello y encarar la vida desde el presente, el aquí y ahora que dicen. Primero te aconsejo que te mires dentro y veas si estás dispuesta a andar, un rato al menos, por ese camino. Y eso, que es posible que todo esto no te cambie nada en la manera de hacer las cosas, pero esperemos que sí en el cómo las vives y las sientes.

En general, los beneficios de la terapia gestalt se pueden aplicar a todo el mundo (dicho de otra manera, no sólo a los locos).

El miedo que tu tienes a engancharte y liarte en ese camino, lo entiendo, yo también lo tengo. Es una defensa contra el cambio, contra lo desconocido... te recomiendo que no te lo tomes a la tremenda todo esto.

Yo creo que no soy un buen evangelista de la Gestalt, porque yo mismo soy crítico con algunas partes, aparte de que no provengo de estudios relacionados con la psicología y otras humanidades.

Y de regalo, aquí va una devolución (No te sientas obligada a contestar-aceptar el regalo, desde luego):

Pero una pregunta, ¿seguro que esto es "para adaptarme al medio sin problemas"? ¿A qué te refieres con el medio? Dame algunos ejemplos concretos de cosas a las que te refieres con lo de adaptarte al medio.

Anónimo dijo...

Hola fritz, he escrito un largo comentario y no he conseguido publicarlo, no sé si es que lo tienes que filtrar dándole tú permiso o es que no he hecho algo bien. Antes de repetir todo de nuevo, voy a esperar a ver que pasa, te dejo mi url, saludos sofía

Anónimo dijo...

Bueno, he comprobado que algo he hecho mal y no se ha publicado el anterior comentario.Es una pena porque no me va a salir tan redondo como antes, pero allá voy.
Creo que has dado en la tecla,no tengo ganas de ser consciente de aquello que no me funciona y me echa para atrás tener que responsabilizarme de mí misma. Aún así, he decidido que el lunes iré y de momento aplazo la decisión de optar por un NO rotundo.
Para decirte que es el medio utilizaré la "rae": 16. m. Conjunto de circunstancias culturales, económicas y sociales en que vive una persona o un grupo humano y 19. m. Biol. Conjunto de circunstancias o condiciones exteriores a un ser vivo que influyen en su desarrollo y en sus actividades.

Personalmente me cuadra más la 2ª acepción porque (en mi relación de pareja, problema que me preocupa)las más de las veces me siento boquerón sin agua que persona, amapola endeble pendiente del riego de su amo. Fuera de este ámbito no soy así, al menos eso creo. Mucho que contar y vergüenza de revelar mi alma en este sitio.
Te dejo mi URL por si quieres contactar conmigo. Saludos, sofía

Fritz Perls dijo...

La dependencia, entendido.
Con la terapia gestalt, la idea es que te irás haciendo consciente del cómo te funciona eso, y tendrás la posibilidad de manejarla, en vez de que te maneje a ti. Y, no lo sé pero, me parece que cuando uno está dependiente no es porque no se haya adaptado al medio, sino porque lo ha hecho demasiado hasta el punto de perderse en él, renunciar a partes de uno mismo en favor del medio.

Está claro, que nuestras neuras, cada cual las suyas, nos compensan en cierta medida. El tema es que puede llegar un punto en el que ya no nos compense. Es común que el cambiar cosas en ti, cause rechazo en tus allegados, que no esperen ese cambio de ti y les cueste más conseguir lo que quieren de ti, y que haya conflictos. Pero la idea, es que esos cambios simplemente te harán vivir más en contacto contigo misma, ser más tu misma. Todo es más real, y no te ves en la necesidad de adoptar este o aquél roles, por lo que éste o aquél puedan pensar, etc. En realidad el potencial que tenemos si nos comprometemos con nosotros mismos, es acojonante. Pero vamos, ya me estoy yendo del tema.

Respecto a la responsabilidad, pues en realidad, en un sentido profundo, somos responsables aunque no lo queramos, de nosotros mismos. Si por ejemplo, decidimos perdernos en los demás para evadirnos de esa responsabilidad, nosotros somos los responsables de entrar en esa renuncia. Para bien o para mal, claro.

Por ahora, Sofía, tampoco puedo decirte mucho más... nos vemos por aquí y por tu intermitente blog :)

Un abrazo