A veces me parece que, y no sé si lo he dicho alguna vez, que esto del conocerse y tal, viene a ser un no aceptar a la vida y sus circunstancias, y de otra manera, a nosotros mismos y nuestro sitio.
Saber cómo funciona nuestra mente, nuestros mecanismos, etc. muchas veces parece que nos da excusas para nuestros comportamientos, en vez de no pensar tanto y remediarlos. La terapia gestalt habla de esto además, pone énfasis en el salir de ese pensar tanto y tener que entenderlo y explicarlo todo racionalmente para dar paso a la acción, que es una enfermedad común en estos tiempos, el pasarlo todo por la cabeza, y esperar a que ésta lo entienda para dar un paso. Se ve en las series americanas, donde los personajes, cuando no entienden algo o se ven sorprendidos, no se mueven. Hacen como si no estuvieran, quisieran no estar. Pero están. Eso hacemos nosotros.
Consecuencia de un no dejarse moldear por la vida, falta de humildad de aceptar nuestro papel animal en este universo que no nos terminamos de creer.
Y yo el primero, ojo. Creo que cuando uno acepta todo eso que no queremos aceptar, que implica el rendirse, renunciar a muchas cosas que creíamos impepinables, también entra en el ciclo del darse cuenta sin pensarlo mucho, de las cosas que pasan. Es decir, que alcanza como consecuencia y no como fin ese estado de continuum awareness, darse cuenta continuo que le llaman los que saben de esto y tienen estudios y tractor y tierras.
En la Gestalt, estas cosas las puedes leer en un libro, pero hasta que no lo veas en una persona, no lo conocerás.
Cita del día:
Uno debe ser implacable con uno mismo. Francisco Umbral.
viernes, 23 de mayo de 2008
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