miércoles, 6 de enero de 2010

Formacion en terapia Gestalt: a por tercero

Sigo el año que viene la formación en la misma escuela, si todo va bien. Me planteé hacer tercero en otra escuela, por ciertas diferencias en el estilo de cómo se hacen las cosas en ésta, y algunas consecuencias de esto en particular. Añadir que curso la formación en una localidad distinta a la que vivo, y en la cual también hay (y más) opciones de formación. Sin embargo, pensé lo siguiente.

Yo quiero finalizar mi formación. Eso por un lado. He llegado hasta finalizar segundo con un grupo de compañeros y aunque algunos se van, siento que la oportunidad de terminar con ellos el camino es única. Si empezara en otro sitio, no sería mejor ni peor a priori, pero sí sería nuevo. Siempre estoy a tiempo, si el dinero y el tiempo lo permiten, de hacer tercero con gente nueva, pero no con los mismos con los que empecé.

Personalmente, tengo un interés especial en el estudio de grupos y sus mecánicas internas. Así que de natural tiendo a quedarme hasta el final de la película, aunque sea por curiosidad. Y quizá también, por inercia. Hay varias situaciones donde me he movido por inercia, donde he seguido por no terminar.

Ya el año pasado, cuando se fueron tres componentes de primero a segundo (desconozco si esta tasa es grande, pequeña o típica – pero me consta que a veces pueden no salir los grupos para el año siguiente), lo resumí en una frase que removió alguna conciencia que otra: “se van los lobos, se quedan los corderos”. Sigo teniendo la misma sensación. Evidentemente no me refería tanto a la gente en sí, sino a las circunstancias, y en concreto a señalar que es tanto consecuencia de los que lo dejan por tomar ellos la decisión, como de la escuela por su estilo de funcionamiento. Una invitación a tomar conciencia de eso, a ver qué está pasando ahí. Hubo quien se lo tomó a lo personal(esto es, como un insulto), en cuyo caso me alegro de que esa frase le impactara y removiera porque le ayudó a ver que tenía un conflicto con eso.

Este año hay otra criba. Y ocurre algo parecido. Una cosa que sí me da miedo, es que los cursos sean cada vez más complacientes, más “aquí no pasa nada”, etc. ya que si los que nos quedamos lo hacemos por finalizar la formación, y estamos pensando más en el título que en la formación en sí, pues la propia formación se resentirá para convertirse en un “como si”. Y eso, no.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Por casualidad (las casualidades no existen), me he cruzado con tu blog, y me ha dado por contestarte, como estoy en pleno proceso de movilizar energías pues aqui va mi comentario. Yo acabo de empezar tercero, y por compartir contigo, quería decirte que segundo lo hice en un sitio diferente, ya que el camino de la gestalt me llevo a mover el culo e irme, seguir andando, tercero lo empiezo con mi grupo de segundo, de mi grupo de primero a penas quedamos cinco personas dispuestas a seguir,y es que el grupo esta vivo, se mueve, y....., en fin lo que qería contarte es que mi experiencia de comenzar en un grpo nuevo, fue excitante, emocionante, acojonante y hoy por hoy satisfatoría, y de mi grupo de primero me siguen acompañando en el camino alguno de ellos, regalitos que me va hiendo la gestalt. Bueno, pues hasta otra, me llama la atención que ombre a Javier, este mundo nuestro es tan impredecible........
L. P.

fritz dijo...

Hola LP,
antes de nada, a qué Javier te refieres, a Malonda? De todas maneras no acabo de entender esa frase...

Bueno, respecto al comentario... ya he decidido que seguiré ahí. Cambiar no tiene por qué ser malo, de hecho a veces puede ser muy bueno. Es cierto que me daba un algo de cosa empezar en un sitio nuevo, pero bueno, en parte era miedo y en parte excitación. Al final me decanto por seguir. Creo que todavía hay cosas por hacer en este grupo, y depende de nosotros que se hagan o no. En cualquier caso, no pienso tomar una actitud pasiva en este tema, porque eso mismo invalidaría la formación en parte.

Muchas gracias por compartir tu experiencia, LB. Un saludo

Anónimo dijo...

Hola
Me refería a Javier Ochaita, fue terapeuta mio, en cuanto a la frase es una historia de las mías. De todas formas me sigue llamando la atención tu blog, asi que de vez en cuando le echare un vistazo. Gracias a ti por escribir.

un saludo
Laura P.