Ya he hablado de mi rollo con mi ex otras veces. Cortamos hace más de un año ya.
Sin embargo, todavía conservo un algo ahí. Y no sé muy bien qué es. Cariño sí, la echo de menos a veces. No tanto por ella, sino por quién era yo cuando estaba con ella. Aunque en aquél momento, aquello no me pareció suficiente, y lo dejé. Y cuando lo pienso, efectivamente, me parece que ella no es ella.
Pero, siento extrañeza al pensar en que no estaremos juntos nunca más. No rompimos de cuajo, sino que mantenemos la amistad. Por eso sabemos el uno del otro(qué malo es eso, dicen algunos). Es una persona con un gran corazón.
Últimamente ella anda bastante ajetreada con su vida, y hablamos muy poco. Me molesta en concreto que me parece que ya no siente nada por mí, y eso es algo que me suele aceptar. Con lo enamorada que estaba de mí. A veces tengo las ganas de plantarme en su casa y dar un golpe de estado. Pero no, sería estúpido. (Ella tiene pareja ahora, además). Mientras no la tenía, lo pensaba pero me parecía que volvería a ser lo mismo, que además al pensar que ella cedía, ya me sabría a poco. Ahora que me parece que tiene a un sustituto, entonces me pica más.
Esto es: quiero cuando no me quieren. Cuando me quieren, ya no me interesa. ¿Te parece normal? Bueno, es una manera muy simplista de ver todo esto. Pero algo hay debajo que va por ahí. Si no me dan caña no me parece lo suficientemente bueno.
Algo de lo que he huido siempre, donde nunca he querido estar. La gente así solemos amar hasta la médula - pero nos aseguramos primero de que la luz que amamos nunca querrá a una polilla como nosotros de compañera. En el momento en que nosotros somos luz, y la otra polilla - entonces ya no interesa. Búsqueda de una guía en el otro.
Creo que la quiero de una manera posesiva, y eso no me gusta - y ya me ha demostrado lo malo que es eso la puta vida. Bueno. Yo qué sé. La echo de menos en mi cama, tantos meses después. Y en mi corazón. Me parece que no la quiero como pareja, pero la quiero, no sé de qué manera. No sé qué agujero dejó donde no había nada. Eso es lo que siento ahora, y no lo puedo explicar muy bien. Es extraño, aunque la marea lleve meses trayéndome este sentimiento cuando sube. Al fin y al cabo, el enamorado no era yo, sino ella.
Me sentía querido, adorado, y ahora ya no. Esa es la diferencia. Pero no quiero engancharme al necesitar sentirme adorado. No quiero eso. Sé que otro yo es posible, porque lo he vivido. Pero lo primero, es aceptar que es posible que esto sea así y no lo llegue a cambiar nunca. Que el picotazo me haya dejado su veneno bajo la piel y ya nada sea lo mismo, que tenga ese punto de dependencia toda la puta vida. Bueno. Al menos la selección jugó un partidazo.
martes, 26 de agosto de 2008
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2 comentarios:
Hola Fritz !!
Se m'acaben les vacances (ufff)
I tenia ganes de llegir-te.
Fins aviat
Su
Hola Su, encantado de verte de nuevo por aquí.
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