martes, 15 de septiembre de 2009

La procesión va por dentro

Me fuerzo de nuevo a escribir.
Y tengo el corazón partío. En tiempo de soledad, autoimpuesta por ahora,

He vuelto a ver a mi ex, aunque "como amigos" - pero aunque el tono y las formas son diferentes, sigue estando ahí, haciendo acto de presencia en mi mente y por lo tanto esta distancia hace menos efecto. No me sale de decirle que lo que necesito es precisamente eso, espacio... no tardará el momento en el que lo diga, pero por unas razones que conozco perfectamente, "lo voy dejando".

Por otro lado sí me siento abierto para con todo lo demás, y me refiero a mujeres. Puede gustarme esta o aquella y no sentir ningún tipo de culpa, pero de vez en cuando sí aparece de nuevo mi ex, cuando estoy solo, por mi cabeza, y me vuelve el fantasma de "lo de ella es amor verdadero y de las demás no sabes", "ella nunca me dejará y me comprenderá y me querrá siempre, las demás no", etc. Como una madre, claro.

Pero el fantasma de dejarla y luego quedarme solo, y al tener cuarenta años y estar solo darme cuenta de lo mal que lo hice al no ver ese corazón tan grande, al no valorarla... es un fantasma que aparece de vez en cuando. Aunque yo lo mande al carajo al tiempo, sigue ahí.

Ayer me encontré casualmente con una amiga de hace mucho tiempo, que hace mucho tiempo que no veía. Siempre me gustó pero nunca intenté nada con ella. Además me gustaba de una forma más mejor de lo normal - creo que miramos los dos más en el mismo sentido. Y tiene un mirar que me hipnotiza, y es buena gente y de todo. Y pienso, ¡coño! con esta sí, por fin todo encajaría. (Me resulta curioso que hace una semana pensaba lo mismo de una compañera de trabajo - y me inquieta, en tanto que efímero e ilusorio).

Hoy la he llamado para ver si quería tomar algo, estaba liada, a ver cómo sigue la cosa. Espero no enterarme también de que tiene novio - pero mira, por ella no me importaría la distancia, no me importaría esperar... y eso me hace ver que con mi ex no siento eso (quizá con ella simplemente no me permito sentirlo, mi ego es demasiado grande y cabrón como para deshacerse de esta manera - y oye, mi ego es parte de mí también). El caso es que ando con más autoestima, espero, para dar más el coñazo e ir a por lo que de verdad me gusta. Siempre voy a tener un punto de autorrepresión y de no sentir = no conectar = no saber de verdad. Pero bueno, nadie es perfecto y menos el escritor de este tonto-blog.

Qué vacaciones más raras. Espero no rayarme, por ahora va bien pero no sé. Al menos no soy tan duro conmigo mismo.

Voy también tomando una decisión respecto a otros temas importantes de mi vida. Qué vértigo me da tomar decisiones de largo plazo. Dios!

PS. ¿Cuál ha sido el contrato vital en el matrimonio de mis padres? Todo matrimonio, todo proyecto de unión social conlleva tener que tragarte cosas, tener que aceptar cosas, tener que cambiar otras.

PPS. Me huelen las manos todavía a los maíces del bar. Hoy he ganado a los dardos la primera partida de paliza, luego he perdido de paliza la segunda. Me suele pasar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

qué aburrimiento de vida, colega !!
Solo piensas en mujeres?

terapia gestalt dijo...

Soy un picha brava.

Muy buen apunte, en serio, gracias.