miércoles, 23 de septiembre de 2009

Aprender a querer aprender

La cosa que peor llevo, de las perdidas en el incendio, es el sentir haber perdido la curiosidad por experimentar, por crear, por aprender en definitiva.
Por saber lo que pasa, cómo son las cosas, cómo es el mundo. Y más que nada, pasión por crear nuevas cosas, ver qué se puede hacer.

Sin embargo, ahora no. No pienso en el acto creativo como un acto de alegría, más bien de responsabilidad, pesa más, y sabe mal. Se transmite a todo y es basura, es para mí como una vida descafeinada, pero sin embargo me duele soltarme y me da miedo volverme loco si ando por ese camino porque me siento débil y siento que ese camino requiere cierta fortaleza, cosas claras, para no acabar ahogado en las paranoias artísticas.

Bueno, y esta va de la mano del sentido del humor. Aunque mantengo, no me produce el placer que me ofrecía antes. Recuerdo perfectamente que antes de la relación previa al incendio sí tenía esa ilusión por el humor. La Hora Chanante, Muchachada Nui, me hacía partirme el ojete, era medicina - ahora no. He visto unos capítulos hoy ya que estoy enfermo en cama, y bueno, bien pero sin más.

Nunca había visto el abismo de tan cerca, y desde entonces todo gira alrededor, y es una mierda, hombre. Que no quiero tomármelo en serio. Que se vaya ya.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Un poco de alegría colega no es todo tan malo como lo pintan !
Una birrita y unas risas, mejor que un gelocatil !
Siau

Raquelitis dijo...

Una vez me dijeron que es una suerte sentirse jodido, porque es signo de que nos enteramos de lo que nos pasa, de no andar por la vida adormecidos o anestesiados. Estar jodido es una alarma valiosísma para ver qué hay que ya no funciona, y nos da la oportunidad de cambiarlo, modificarlo, integrarlo, llámalo como quieras. ¡Qué bien darme cuenta, qué bien sentir! Me reconozco y conozco....
Ánimo.

terapia gestalt dijo...

Anónimo,
tienes razón, y comparto esa opinión 100%. He dejado esa costumbre que tenía, tan común de universitarios... qué tiempos aquellos. ¿Me habré hecho mayor?

Raquelitis,
Gracias, sí debe ser verdad, sí... aunque a veces anhelo el felicianismo.