Cuando la gente adora a un Dios, a un profeta, etc. está satisfaciendo su necesidad grupal.
Adorar a algo común, ya sea un Dios, varios, un Buda, un profeta, un carnero o la Virgen del Rocío, tiene como base el juntarse con una idea común. Sentir que algo te une al de al lado. Que estás en el mismo barco. Simplemente.
Pero ojo, también se pueden clasificar los objetos de la adoración. Es mejor cuanto más intangible sea. También porque así su poder no es mensurable, y puede crecer tanto como la imaginación humana quiera. Como ya dije alguna vez, Dios es zona intermedia, gestálticamente hablando.
Es mejor un Dios que su profeta, pero haciendo que un profeta sea el enviado por excelencia de un Dios, hace al profeta ganar puntos, claro. Y ya es la hostia si además haces que sea su hijo, y la repera si además comparte divinidad con otros estamentos totalmente imaginarios(por ejemplo, el Espíritu Santo y el Padre en la religión católica).
Y la ciencia, ocupa también parte de esto. Muchos se sienten unidos a sus iguales en la fe en las bondades del desarrollo científico. Pero resulta que los resultados de la ciencia son más tangibles, mensurables, y por esto te replican algunos que creer en la ciencia no es creer, es simplemente rendirse a la evidencia. Lo obvio.
En comparación con otras religiones antes mencionadas, sus resultados son más evidentes, y no hay resultados creados por la imaginación. Pero también es cierto que uno no sabe adónde va a llevar al ser humano el desarrollo científico, y es aquí donde entra la fe.
Salam malekum.
lunes, 16 de junio de 2008
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