domingo, 23 de agosto de 2009

El día después - tarde

Me voy durmiendo por los sitios.
No sé qué hacer.
La angustia está llegando. Pienso en ella, no está ahí; pienso en mí, yo no sé dónde estoy. Estoy perdido. Ella llamó ayer, quizá llame hoy. No sé qué pensar ni qué hacer.

Mi hermano y su novia vinieron hoy a comer, se fueron ya. Son estables, tranquilos y felices. Les envidio, qué cojones. Y pienso en si yo podría estar en su lugar - creo que no. Con ellos alrededor, siento que me vuelvo más depresivo y exigente. Me gustan mucho, pero no sé por qué, con mi hermano me sale la vena tensa y exigente, o bien la vena pasota.

No me siento realizado con mi trabajo.
No me siento en mi casa.
Y para colmo, la única persona que me quiere sin fisuras, la aparto de mi vida.

Esta es mi visión a veces, mi visión neurótica ya que sé que esto no es verdad. Hay mucha gente que me quiere (quizá no tanto? o quizá más?) y en esta ciudad no se está tan mal. Quiero decir que estos pensamientos negativos puede ser generados por mi estado actual de falta de apoyo, de cariño.

Mi mayor duda es que siento que estoy dando la espalda a lo profundo, y apostando por lo superficial. Esa es una apuesta que me parece equivocada. Y ahí pienso si me he equivocado.

Miro el órgano que me regaló ella, está ahora encima de mi cama. Tengo ganas de llorar.

"Si tú me dices ven, lo dejo todo" - dijo ella, aunque aun con todo, también dijo que como yo pensaba que no habría otra oportunidad, seguramente le dé una oportunidad a otro chico que se la está pidiendo desde hace un tiempo.

Yo no quiero caer en la tentación de volver por esa razón. ¿Se puede aprender a amar a una persona? Creo que sí. No quiero aferrarme a ella como a un clavo ardiendo... y no es que no la ame - porque creo que quizá sí podría si estuviéramos en la misma ciudad. Pero, ¿hasta cuándo?

¿Debería volver? ¿Tanto me jode la soledad?

Mierda. Creo que tengo que irme a correr esta tarde para despejarme...

PS. ¿Llamará ella de nuevo esta noche?

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