lunes, 8 de abril de 2013
Marea baja
Bajo la lluvia, reencuentro con una persona que fue importante en mi vida. Más importante en la fantasía mental que en la realidad corporal, pero como yo vivo bastante en la mente y la fantasía, esto tiene mucha importancia para mí.
Me transmite alegría, armonía y serenidad. Sintonía. Paz, no sólo alivio. Aunque reconozco que en el camino a encontrarnos, me puse tan nervioso que me castañeteaban los dientes y tenía numerosos tics nerviosos... bueno, también hacía frío y estaba cambiando en diez minutos de un entorno mental a otro, y todo ello en un entorno de cambio. Demasiado cambio para una persona como yo, que detesta la rutina pero a quien la mente se le dispara con las novedades.
Vivimos bastante lejos, así que aunque le veo esporádicamente, cuando nos vemos me enriquece. Me hace ver una forma de ser que me gusta y que no la tengo muy cercana, no tengo muchos modelos parecidos a los que agarrarme. Somos retorcidos pero sosegados, activos mentalmente y, aunque tenemos un punto oscuro, quizá yo más que ella, sabemos de la conveniencia de la luz.
Supongo que las verdades que son, por mucho que uno las quiera ocultar o no terminar de creérselas, van saliendo a la superficie cuando la marea baja.
Toda esta literatura del lamento, cómo me gustaría saber que procesos similares no me echan atrás.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Me gustaría contactar contigo, para hacerte unas preguntas sobre estudios.
como hago para tener tu mail?
Deja el tuyo y ya te escribiré.
Publicar un comentario